Poner la lavadora, tender la ropa, planchar, colocar… ¡y vuelta a empezar! Hacer la colada es una de las tareas domésticas más exigentes de la casa.
A pesar de contar con electrodomésticos que nos ayudan mucho, como las lavadoras inteligentes o las secadoras, suele ocurrir que la ropa no nos queda como a nosotros nos gustaría.
Revisa tus rutinas porque es probable que estés cometiendo, sin saberlo, algunos errores que estén dando al traste con la colada perfecta.
1. Cargar demasiado la lavadora
Es cierto que la ropa sucia se multiplica como por arte de magia y que las coladas adquieren dimensiones gigantescas, pero no por ello debemos llenar el tambor de la lavadora a tope. Así es imposible que las prendas se limpien convenientemente y que la suciedad desaparezca.
Por eso, aunque tu lavadora tenga gran capacidad, deja espacio libre a la hora de ponerla y conseguirás mejores resultados. Además, la máquina sufrirá menos en cada lavado.
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2. No revisar las prendas
Meter la ropa de cualquier manera en la lavadora tiene sus riesgos, por lo que es mucho mejor que dediques unos minutos a revisar cada prenda. Mira en el interior de los bolsillos y te ahorrarás algún disgusto que otro. ¿Quién no ha metido por error en la lavadora papeles importantes, billetes y otros objetos pequeños?
También es importante cerrar las cremalleras para que no se deterioren otras prendas, así como desabrochar los botones.
Lava las prendas delicadas del revés y utiliza una bolsa especial de tejido de red para ropa interior, sujetadores, medias, etc.
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3. Dosificar mal el detergente
Lo hacemos sin fijarnos, deprisa y corriendo, y solemos hacerlo mal. No poner la cantidad correcta de detergente en el cajetín de la lavadora es uno de los errores más habituales.
O ponemos muy poco, con lo cual la ropa no se limpia adecuadamente, o ponemos demasiado, lo que provoca manchas blanquecinas en la ropa oscura, sobre todo, y hace que malgastemos el producto.
Sigue las instrucciones del fabricante y comienza a dosificar correctamente los productos, tanto el detergente como el suavizante o el desinfectante textil, si es que lo utilizas.
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4. No separar correctamente la ropa
La mayoría de nosotros lo hacemos por intuición: separamos la ropa por colores. La blanca por un lado, la oscura por otro y los colores intensos en otro apartado. Si tú también lo haces así, has de saber que no es la manera adecuada. Los expertos recomiendan separar las prendas en función del tipo de lavado que necesitan, atendiendo específicamente a la temperatura del agua.
Es decir, debemos separar las prendas en grupos según tengamos que lavarlas en agua fría, a 30ºC o a 60ºC. Y dentro de estas tres categorías, dividir también por colores. Esta es la manera de conseguir que la ropa quede perfecta y que sufra menos los efectos de los lavados.
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5. No pretratar las manchas
Si eras de los que pensaban que simplemente con poner la ropa sucia en la lavadora iba a quedar perfecta a la primera, seguramente ya te habrás dado cuenta de que estabas equivocado.
No tratar las manchas antes de hacer la colada es uno de los errores que más se suelen cometer. La suciedad más incrustada necesita que la trates antes: puedes utilizar un producto quitamanchas específico o, simplemente, frotar las manchas con un poco de jabón (hazlo suavemente para no estropear la prenda).
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6. Lavarlo todo en agua fría
Es cierto que seleccionar la temperatura en frío en la lavadora es lo mejor para conservar la ropa en perfecto estado. Sin embargo, así es imposible conseguir buenos resultados. Hay suciedad que no se elimina si no lavas las prendas en agua templada o caliente.
Por eso lo mejor es revisar las etiquetas de la ropa y lavarla a la temperatura que puede soportar. La mayoría de las prendas aguantan lavados a 30ºC. Quedarán perfectas sin estropearse.
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7. Centrifugar por encima de nuestras posibilidades
Es cierto que tu lavadora de última generación centrifuga a revoluciones increíbles pero… ¿es realmente necesario? Has de saber que el proceso de centrifugado es el que más hace sufrir a tu ropa, por lo que no conviene excederse. Mientras que las prendas de algodón, más resistentes, lo soportan bien, otras sintéticas y delicadas pueden deteriorarse antes de la cuenta por un centrifugado excesivo.
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8. Dejar la ropa en la lavadora durante mucho tiempo
Nos ha pasado a todos y no solo en una ocasión. Pones la lavadora, termina el ciclo… y en ese momento te tienes que ir de casa sin poder tender la colada.
Este es un error muy común que, además, tiene malas consecuencias para la ropa. Se arruga mucho más y, al quedarse húmeda en el tambor de la lavadora, se pueden generar malos olores.
Procura en lo sucesivo tenderla en cuanto termine el lavado y, si no vas a tener tiempo de hacerlo, mejor no pongas la lavadora hasta más tarde.
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9. Tender la ropa de cualquier manera
Craso error. Queremos hacerlo deprisa para ahorrarnos unos minutos, y no nos damos cuenta de que estamos dificultando el proceso de planchado, con el gasto de tiempo y el esfuerzo que ello nos va a suponer.
Tender la ropa de la manera correcta nos ayudará a conservarla mejor, y a plancharla después más fácilmente y en menos tiempo. ¡Tómatelo en serio!
- No la cuelgues demasiado mojada porque podría estirarse demasiado y deformarse.
- Sacude las prendas antes de colgarlas para que queden menos arrugadas.
- Deja el suficiente espacio entre unas prendas y otras.
- Coloca las pinzas en las costuras para evitar dejar marcas.
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10. No hacer el mantenimiento adecuado a la lavadora
Si quieres que te dure mucho tiempo y que tu ropa quede bien limpia, has de ocuparte de vez en cuando de ciertas tareas para mantener la lavadora en perfectas condiciones.
Comienza por secar la goma de la puerta después de cada lavado para evitar que aparezca moho.
Una vez al mes es conveniente limpiar el cajetín del detergente y los filtros de desagüe.
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