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Frondosa, bella y con unas hojas sencillas de un hermoso color verde, a veces bordeadas de blanco. Así es la planta del ficus, muy fácil de cultivar en interior.

Para tenerla preciosa, solo tendrás que conocerla un poco y darle los cuidados que necesita, bastante sencillos.

 

Todo un mundo por descubrir

El ficus es más que una planta. Es todo un género que comprende alrededor de 800 especies, pertenecientes a la familia de las Moraceae. Aunque existen diferencias entre ellas, la mayoría de los ficus presentan unas necesidades similares, por lo que pueden recibir los mismos cuidados.

Son plantas de origen tropical que se cultivan perfectamente en interior, especialmente en nuestro país. Aunque dentro de casa no crecen en exceso, en su entorno natural pueden alcanzar varios metros de altura.

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Variedades perfectas para cultivar en maceta

De entre todas las variedades de ficus, que son muy numerosas, hay dos que destacan a la hora de cultivarse como plantas de interior. Son el Ficus benjamina y el Ficus elastica.

- Ficus benjamina (Ficus benjamina). Es uno de los más populares de los que se cultivan en el interior de la casa. Presenta ramas delgadas y hojas de pequeño tamaño, ovaladas y puntiagudas.

- Ficus elástica (Ficus elastica). Es muy conocida como especie ornamental en Europa, aunque tiene su origen en La India. También se le conoce como “Árbol del caucho” o como “Ficus de hoja grande” por el tamaño de sus hojas, gruesas y de color verde oscuro aunque también puede tener matices blancos.

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Un buen rincón

Los ficus son plantas de origen tropical, por lo que necesitan un entorno cálido para crecer felices. Una buena temperatura para ellos ha de estar entre 16 y 20ºC.

También necesitan espacios luminosos pero sin que les de el sol de forma directa. De entre todos los ficus, una de las especies que más luz necesita en el Ficus elástica.

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Aprende a regar tu ficus

Establecer con acierto una pauta de riego es algo fundamental si quieres que tu ficus crezca feliz.

Son plantas que sufren en entornos secos y, además de regarlas, les vendrá de maravilla que las pulverices de vez en cuando con agua templada, especialmente en las épocas de más calor.

Riega tu ficus más abundantemente en verano, unas dos veces por semana, y una vez cada quince días en invierno.

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El sustrato que prefieren

Al ficus, de cualquier especie, le gusta la tierra blanda y algo ácida, con un buen drenaje, ya que no toleran los encharcamientos. Una buena idea es colocar en el fondo de la maceta un trozo de ladrillo o una piedra para que el tiesto drene bien el exceso de agua por el orificio que tiene en el fondo.

Dado que se trata de una planta de crecimiento rápido, tendrás que cambiarla de maceta cada dos años para que las raíces cuenten con espacio suficiente.

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¿Abono? En primavera y verano

Para reforzar el crecimiento de tu ficus es conveniente que le aportes un plus de energía en forma de fertilizante líquido diluido en el agua de riego.

Has de hacerlo cada quince días en primavera y verano, eligiendo un abono con un alto contenido en nitrógeno (muy adecuado para fortalecer el desarrollo de las hojas verdes de las plantas), aunque también debe llevar fósforo y potasio, y otros micronutrientes como magnesio, calcio, boro, cinc, etc.

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Poda sin miedo

Podar tu ficus te ayudará a controlar su tamaño, ya que es una planta que crece rápido y de forma un tanto descontrolada. Hazlo en primavera eliminando los brotes jóvenes y las ramas que no quieras dejar crecer. Así conseguirás darle a la planta una forma compacta y decorativa.

 

Un consejo

Los ficus tienen en el interior una sustancia lechosa que puede gotear cuando tienen una incisión o una herida. Aplica pasta cicatrizante en los cortes después de podar.

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Multiplicar por esquejes

Es la manera en que puedes reproducir esta planta de interior. Realizar esta técnica de jardinería es fácil: corta un brote en primavera, unta el extremo en hormonas de enraizamiento y haz un agujero con una varilla en un tiesto con sustrato de arena y turba.

Planta el esqueje, riégalo y cubre la maceta con plástico transparente. En un período de un mes aproximadamente la planta habrá echado raíces y tendrá nuevas hojas.

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¿Qué le sucede a mi ficus?

Aunque no es una planta especialmente vulnerable al ataque de plagas y enfermedades, sí puede verse afectada por algunas de ellas. También puede mostrar síntomas de que los cuidados que les estamos proporcionando no son los más adecuados.

- Las hojas se caen: puede que no tenga la luz que necesita o quizás está expuesta a corrientes de aire.

- Las hojas amarillean o se quedan mustias: la estás regando demasiado. Controla si la tierra está demasiado húmeda y no añadas agua hasta que el sustrato no se seque.

- Hojas con puntos rojos en el envés: a tu ficus le está afectando una plaga de cochinillas, unos insectos bastante dañinos que puedes eliminar un bastoncillo de algodón impregnado en alcohol, o con un insecticida específico.

- Hojas con manchas amarillas: puede que la planta esté afectada por ácaros o una plaga de araña roja. Para acabar con el problema pulveriza con un producto adecuado.

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