Así es por dentro la antigua mansión de Tyler Perry en Atlanta
El productor es el dueño de la casa donde viven Harry y Meghan
El actor, productor, humorista y director cinematográfico Tyler Perry es uno de los nombres más importantes de la industria del entretenimiento en Estados Unidos (de hecho, la revista Forbes le nombró como el artista con mayores ingresos del 2011). Aunque el magnate es de sobra conocido al otro lado del océano, bien es cierto que hace unos meses, acaparó todos los titulares por su inesperada relación con los duques de Sussex. Tras abandonar el Reino Unido y dirigirse a Canadá, el príncipe Harry y Meghan Markle recalaron en Los Ángeles. En concreto, en una espectacular casa que pertence a Tyler Perry quien, según se comenta, podría haberles conocido a través de Oprah Winfrey, amiga cercana a la pareja.
En esta ocasión, la atención está puesta en esta otra mansión, de la que Tyler Perry fue propietario, y que se ha convertido en la venta más elevada del estado de Georgia en lo que va de año. Esta fabulosa vivienda, ubicada en Atlanta, que parece un auténtico palacio, se ha vendido por más de 13 millones de euros, unos 15 millones de dólares. Y si su exterior es majestuoso, la decoración de su interior no lo es menos. ¿Te animas a echar un vistazo?
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Un majestuoso recibidor
Dando la bienvenida a la mansión, nos encontramos con un recibidor de lo más sofisticado, presidido por una lámpara de techo acristalada. Un detalle que delata que nos encontramos ante una decoración de corte palaciego. De hecho, algunas revistas de decoración estadounidenses aseguran que toma inspiración de uno de los signos del lujo de las cortes, el Palacio de Versalles. A simple vista, podría decirse que, en realidad, se trata de la entrada a cualquier palacio. Dos escaleras de piedra que se unen, y que cuentan con una barandilla que parece de hierro, en negro, y un pasamanos de madera.
Asimismo, el tapiz que cuelga de una de las paredes, la mesa circular dorada y los suelos, de mármol, potencian este aire royal.
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Un salón espectacular salón por sus dimensiones
El salón principal no pierde ni un ápice de la elegancia que se respiraba en el recibidor, pero sí que incluye algunos elementos que le dan cierto toque rústico. Tanto es así que se han dejado al descubierto unas estructuras de madera en el techo, se han colocado varios muebles de este material, presente, asimismo, en los suelos de todo el espacio. Lo que, sin duda, confiere una calidez, que se ve potenciada por los tonos crema que reinan en cada esquina.
La imponente chimenea de piedra separa dos áreas bien diferenciadas.
A un lado, destaca un área de descanso compuesta por un sofá en forma de 'U', y una mesa de centro acristalada. Al otro, otro sofá, que, a diferencia del anterior, es de corte clásico, con varias butacas a juego y unas mesas auxiliares.
Éste último rincón, además, se abre directamente a la zona exterior, que se conecta con el interior a través de unos grandes ventanales.
De nuevo, para iluminar este lugar del hogar, se ha recurrido a una lámpara de techo. Pero tampoco pasa desapercibido el árbol del salón, haciendo que la naturaleza 'invada' el interior.
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Espacios abiertos
El salón principal no sólo está abierto al exterior, como se podía observar en la anterior imagen, sino que conecta, de forma directa, con otras estancias de la vivienda. Al apostar por no instalar ninguna puerta, se consigue ganar todavía más metros y amplitud en la casa.
En este caso, justo antes de la cocina, se ha instalado este rincón, que pertenece al salón. Un área compuesta por una mesa circular, de madera, una vitrina acristalada de este mismo material, y unas sillas blancas. Combinando con todo ello, el suelo, también de madera, con vetas en diversas tonalidades.
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La madera reina en la cocina
Ya lo anticipaba el salón, y aquí se confirma que Tyler Perry sentía predilección por la madera, que adorna desde los muebles y el suelo (lo que no suele ser habitual en una cocina) hasta el propio techo, logrando, así, un efecto cálido y acogedor.
No obstante, a la hora de elegir encimeras, se decantó por el mármol, en tonalidades claras y más oscuras, creando un contraste que funciona.
Aunque todos los muebles se fusionan entre sí, cabe resaltar la estructura que delimita la zona de los fogones. Y es que, siguiendo el estilo marcado por la propia entrada a la estancia, hay dos columnas talladas que suponen un guiño al arte grecolatino y sus capiteles clásicos. Sólo difiere el material, puesto que los antiguos romanos y griegos utilizaban piedra y madera.
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Un comedor elegante y romántico
De nuevo, el comedor regresa al estilo palaciego. La gran protagonista de esta estancia, que también conecta con el salón, es su mesa, de madera, con dibujos y pies con detalles dorados. A su alrededor se han dispuesto varias sillas, en su mayoría, verde agua, destacando las dos presidenciales. Dos butacas en este mismo color, con dibujos en dorado oscuro, a juego con la propia mesa.
Una tupida alfombra, en tonos claros, protege el suelo de madera, mientras que una lámapara de araña cuelga del techo.
La elección de una gama cromática verdosa (también presente en las cortinas) viene dictada por las paredes del comedor, cuyo diseño es muy original. De hecho, una de ellas tiene dibujado un paisaje, que incorpora, de este modo, la naturaleza al espacio, y le dota de un estilo un tanto romántico.
Una vez más, descubrimos que el suelo es de madera, al igual que la consola del fondo.
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Al calor de la chimenea
Esta pequeña sala de estar confirma que, en esta espectacular vivienda, conviven estilos de lo más diversos. Si anteriormente destacaban las estancias románticas, aquí nos topamos con una más señorial y de inspiración british. En efecto, los dos sofás tapizados en cuero, así como las dos estanterías de madera suponen un claro guiño al estilo colonial británico. Con pequeños detalles como el barco de vela antiguo o su techo, que simula diversas partes del globo terráqueo.
La chimenea, de piedra clara, potencia esa sensación acogedora, marcada por la madera. Mientras que la sofisticación está representada por la lámpara acristalada, que cae en cascada.
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Incorporación de detalles vintage
Este pasillo comparte el reluciente suelo, de mármol claro, con la planta baja de la vivienda. Un detalle de lujo que, sin embargo, contrasta con los muebles elegidos para adornarlo. Un par de aparadores de madera, sobre los que se han colocado dos espejos con un marco dorado de aspecto envejecido, así como dos candelabros antiguos.
Los altos techos permiten la incorporación de columnas de estilo grecolatino, en color blanco, tal y como se desvela al fondo de la fotografía.
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Un dormitorio digno de un príncipe
La mansión cuenta con siete dormitorios, y uno de ellos es éste. Un cuarto que no nos sorprendería que perteneciese a un palacio. Fe de ello dan la cama a gran altura y su cuidado dosel.
A ambos lados de la misma, se han situado dos mesas de noche de color blanco, con efecto envejecido, y a sus pies, un pequeño sofá también blanco, con un banco tapizado a juego.
Al dormitorio no le falta un escritorio, en tonos claros, sobre el que se ha colocado dos lámparas de mesa y un espejo de estilo vintage.
El verde agua predomina en toda la estancia, donde la nota de color llega de la mano de las cortinas amarillas. Asimismo, hay que resaltar las láminas decorativas. Una de las últimas tendencias.
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Baño rústico
Esta fabulosa mansión dispone de 9 baños completos y 5 baños pequeños, de los que hemos podido descubrir uno. Una estancia de lo más original con detalles rústicos.
El mueble de madera oscuro con el espejo a juego es buena muestra de ello, al igual que la lámpara de pared. Por otra parte, la bañera es simple, pero no desentona en un espacio como éste, que destaca por su simplicidad.
Un original papel pintado, con detalles geométricos azules y grises, cubre la parte baja de las paredes, y los azulejos, casi del mismo tono que el mueble principal, el suelo.
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Dormitorio en tonos mostaza
Si el anterior dormitorio había sido decorado en verde agua, éste presume de un estilo muy distinto. Aquí la tonalidad mostaza es la protagonista, a través de las paredes y las cortinas, fundamentalmente, aunque el resto del mobiliario suma.
Sorprende que esta cama también es alta, y con una estructura vintage. Tras ella, se ha creado otro espacio de descanso, conformado por un sofá y una butaca, unidos por una mesa de centro acristalada y con líneas doradas.
Más allá, hay un escritorio, de madera, así como un mueble de este mismo material.
Como elemento decorativo destacan, asimismo, los cuadros, tanto encima del sofá como al lado de la cama.
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Una zona recreativa que evoca al pasado
Una vez más, los muebles de madera, en este caso, oscura, toman los rincones de esta sala de juegos de estilo retro. En esta dependencia, se han unido los placeres recreativos: una mesa de billar, un futbolín y una barra de bar.
De hecho, esta última es imponente. Más que de una simple barra, se trata de un pequeño bar en sí mismo. Un mueble tallado de madera, con una vidriera que se asemeja a la de los pubs anglosajones. Tampoco faltan las sillas, a juego, para disfrutar tranquilamente de la bebida.
Las butacas acolchadas completan el mobiliario de este área rereativa en la que, al igual que sucedía en el salón, quedan a la vista las estructuras de madera del techo.
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Biblioteca que aúna tradición y modernidad
La biblioteca 'rompe' con todo lo visto hasta el momento. Hallamos un espacio muy moderno que juega con elementos tradicionales.
La llamativa alfombra, de animal print de cebra, combina con el rojo de las paredes. Una apuesta muy atrevida para tratarse de una habitación destinada al estudio.
A la pasión en rojo de las paredes, se unen las líneas negras de la barandilla, la escalera en caracol, las estanterías y la mesa de estudio. Una pieza que tiene sus propios sillones de cuero y con estilo chester, oscuros.
Colgando del techo, una lámpara de araña también oscura.
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Una bodega especialmente acondicionada
Esta bodega haría las delicias de cualquier amante del vino. Una estancia enteramente de madera, lo que propicia la conservación de esta bebida. Tanto es así que suelen guardarse en cajas de este material, al igual que en las barricas para que tengan un sabor más agradable.
Asimismo, no se ha iluminado en exceso, lo que podría estropear la calidad de la bebida. Por ello, tan sólo se han instalado unas pequeñas bombillas.
Una ilustración de un paisaje trae la naturaleza a la bodega.
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1, 2, 3... ¡Acción!
La majestuosa vivienda cuenta con su propia sala de cine (con butacas incluidas) para disfrutar de cualquier película. Y, al parecer, se ubica en la zona baja de la mansión, según revelan sus arcos y la piedra, que evocan a las antiguas catacumbas.
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Terraza exterior
La parte trasera de la vivienda dispone de su propia terraza, rodeada de barandillas de piedra.
Para aprovechar este rincón, se han colocado varias sillas de hierro negro, así como una mesa circular con encimera blanca. De esta forma, sus inquilinos tendrán la oportunidad de relajarse y disfrutar al aire libre.
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Con piscina incluida
El gran atractivo de su exterior es esta gran piscina, que, a su vez, cuenta con otras tres circulares más pequeñas.
A su alrededor, varias sillas, hamacas y sombrillas que permiten tomar el sol y descansar después de darse un chapuzón.
Todo ello, en una construcción de piedra blanca, y con unas vistas inigualables a la naturaleza de Atlanta.
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Una piscina cubierta
Por si fuera poco con la anterior, la mansión dispone, además, otra piscina, más pequeña cubierta. De modo que si un día, el clima no permite darse un baño en el exterior, sus huéspedes pueden sumergirse igualmente en el agua.
Ésta se encuentra enmarcada en una estructura de piedra, y sus bordes están delimitados con piedras blancas pequeñas y unas teselas azules, al más puro estilo mediterráneo.
Los ventanales, en cambio, siguen la estética medieval, al igual que el techo, con la estructura de madera al descubierto.
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Localización única
Desde las alturas, se comprueba que la mansión se ubica en un lugar excepcional: en plena naturaleza y con vistas al río Chattahoochee. La vivienda se integra a la perfección en este paraje, ocupando una extensión de 17 acres, cerca de 68.000 metros cuadrados.
Con todo este espacio, no es extraño que a la antigua propiedad de Tyler Perry no le falte de nada: canchas de tenis, gimnasio de última generación, spa... Y, según apuntan varios medios americanos, como The Real Deal, todas sus comodidades habrían conquistado a otra persona cercana al productor, el humorista Steve Harvey, quien se habría hecho con la vivienda más cara del 2020 en Georgia.
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