La nueva mansión de Norman Reedus, el intrépido Daryl de la serie ‘The Walking Dead’, y su pareja Diane Kruger, la atractiva Helena de Troya en el filme de Wolfgang Petersen, tiene todo para que no quieran salir de casa y hacerles más fácil el confinamiento. Muchos metros, un jardín con piscina y barbacoa, gimnasio para no perder la forma, una cocina para preparar galletas a su hija, una sala de ocio para pasar la tarde en familia e, incluso, un cuarto de baño que puede ser un spa con unas vistas espectaculares.
Sin olvidar, que la construcción parece un castillo de hadas. Situada en Hollywood Hills, los Reedus-Kruger han pagado por esta vivienda de cuento 7,7 millones de euros. ¿Quieres ver cómo es por dentro?
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Conocida como ‘The Castle’, un nombre que la describe a la perfección, la nueva casa de la pareja, que se suma a la que ya tienen en Nueva York, posee por fuera un aire de cuento de hadas con sus torres y sus chapiteles puntiagudos. Sin embargo, su interior es moderno y funcional, debido al rediseño que hicieron hace algún tiempo los diseñadores Robert y Courtney Novogratz.
El espacio social de la casa alberga salón, comedor y cocina. Su distribución en dos alturas establece ‘limites’ visuales entre los distintos ambientes, al mismo tiempo que permite la comunicación y el fácil desplazamiento de uno a otro. En el estar, una chimenea contemporánea y una gran alfombra aportan calidez al gran sofá de cuero negro.
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Jugando con el binomio ‘black & white’ en paredes, techo y mobiliario, dos puertas de acero negro abren la estancia al patio trasero de la vivienda. Este office con mesa redonda y capacidad para seis personas resulta perfecto para las comidas de diario y los desayunos de fin de semana.
El pavimento de madera de lamas anchas aporta un toque cálido e, incluso, campestre al ambiente, conectándolo, al mismo tiempo, con el paisaje exterior.
La gran isla con encimera de mármol y dos fregaderos independientes es el eje central de una cocina amplia y cómoda, que recupera ese carácter de ‘casa de campo’ gracias a los azulejos que revisten sus paredes. Situada en el centro de la planta, uno de sus lados da al comedor formal, mientras que el otro alberga el ‘office’, estableciendo una comunicación fluida entre ellos, favoreciendo los diferentes recorridos.
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La mansión de Norman Reedus y Diane Kruger cuenta con más de 700 metros cuadrados, distribuidos en tres plantas. Una escultural escalera con los escalones de madera y la barandilla de hierro negro nos lleva a los pisos superiores, donde se ubica la parte privada de la vivienda.
Amplio y luminoso, el dormitorio de matrimonio (la casa tiene cuatro habitaciones) es tipo ‘suite’, ya que incorpora el cuarto de baño. Vestido de blanco tanto en sus paredes como en su ropa de cama crea un ambiente moderno y sencillo, donde relajarse y descansar después de un día de rodaje. Los detalles negros de los perfiles de las ventanas y puertas y de la librería mantienen el juego cromático ‘black & white’ del resto de la vivienda. Su coqueta terraza ofrece, además de unas vistas magníficas, un rincón perfecto para leer un libro o dejar pasar las horas.
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Los dormitorios apuestan por una decoración minimalista, con pocos y voluminosos muebles y unos textiles en tonos neutros, donde los únicos flirteos 'deco' los aportan los cuadros de las paredes, las alfombras y algunos cojines. El sofá resulta muy práctico, ya que puede hacer las veces de cama, cuando se necesite.
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Con alma de 'spa', el cuarto de baño del dormitorio principal ofrece un espacio amplio y lleno de luz, para relajarse en su bañera exenta mientras contemplas el paisaje. El juego cromático blanco-negro se enriquece con el bello pavimento cerámico, la brillante encimera de mármol y la escultural lámpara suspendida. La cabina de ducha con cristales tintados es una buena idea para mantener la privacidad sin perder metros visuales.
Si hay una mezcla cromática que funciona es la del negro, el gris y la madera de intensidad media. Esta combinación, como ocurre en la nueva sala de ocio de los Reedus-Kruger, ayuda a crear una atmósfera cálida y envolvente. El gran y mullido sofá modular potencia aún más la sensación de confort, los cuadros y fotografías son los encargados de dar una pincelada de color y la luz natural que entra por los ventanales imprime vitalidad.
Si el interior de 'The Castle' es contemporáneo y actual, el exterior apuesta por un estilo más acorde con sus torres y su aire de cuento. Con una piscina ovalada, rodeada de una vegetación exuberante, las dos hamacas que cuelgan de los árboles contribuyen a crear una atmósfera mágica, propicia para el descanso y el relax.
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El jardín de la recién adquirida casa de Norman Reedus y Diana Kruger cuenta con un comedor al aire libre, ideal para el buen tiempo. El suelo de esta zona, que abarca cocina exterior y barbacoa, es cerámico, mucho más resistente a las condiciones climatológicas, además de más fácil de limpiar y mantener.