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¿Quién no sueña con un dormitorio tipo suite con baño y vestidor integrados? Hay muchas maneras de lograrlo y no todas pasan por tener una habitación maxi en tamaño. Con unas claves es posible realizar una reforma que te permita tener el dormitorio de tus sueños.

 

Claves para planificar un dormitorio en 'suite'

1. Integrar el baño. Cualquier dormitorio principal, cuando en la vivienda hay más de un cuarto de baño, puede integrar el baño en el espacio. Es decir, que al baño se acceda desde el dormitorio para que este espacio sea más privado y de uso exclusivo desde el dormitorio. Para lograrlo, el baño debe quedar contiguo al dormitorio y cambiar la ubicación de la puerta de acceso para que quede dentro de la habitación.

2/16 © Vicugo Studio

En función del tamaño del baño, la puerta debe ser corredera o batiente. También es posible prescindir de puerta como tal e integrar el baño. Esta solución concede amplitud. Sin puertas, solo deberás planificar que el inodoro quede en una cabina que puede ser con paredes y puerta de cristal translúcido para que resulte más ligera.

 

Si no quieres prescindir de puertas que independicen el baño también es posible integrarlo sustituyendo los tabiques convencionales opacos por paredes de cristal. Una o todas.

 

Una solución más para lograr un dormitorio en suite al integrar el baño es abrir vanos acristalados a modo de ventanas fijas. La privacidad en el interior se logra con cortinas de lamas, por ejemplo, que puedan “cerrar” el espacio.

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Otra manera de integrar el baño en un dormitorio en suite es crear una separación entre los ambientes y sacar el lavabo a la zona de descanso y que el resto de elementos del baño sean los que quedan independientes. Así el lavabo se puede usar mientras otra persona hace uso de la ducha o inodoro. Muchas veces también la ducha es el elemento que hace de transición entre los ambientes o, incluso, la bañera “sale” a la zona de descanso.

4/16 © Molins Design

Cuando planifiques un dormitorio en suite tienes que tener claros los elementos que vas a usar, qué solución decides llevar a cabo y la ubicación de cada pieza para llevar las tomas correspondientes de luz y agua. Por ejemplo, en este proyecto de Molins Design el vestidor se integra en el cuarto de baño y es uno de los módulos de almacén el que delimita el espacio.

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5/16 © La Albaida

2. El vestidor o zona de armarios

Otra de las claves para lograr un dormitorio en suite es hacer que la zona de armarios sea parte del espacio. Hay varias opciones para lograrlo en función del tamaño de la habitación y de la distribución. Puede pasar que la zona de armarios quede integrada en la habitación, adosada a las paredes, sea en forma de L o en línea. Debes intentar sacar el máximo partido al espacio y ganar armarios.

 

6/16 © Molins Design

Se puede crear un vestidor antes de entrar al baño, que sea como la transición entre la zona de descanso y la de aseo. O incluso que los armarios queden dentro del baño, sobre todo cuando este no cuenta con puertas de separación. Se suelen colocar cerca del frente de lavabo.

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7/16 © Molins Design

Que el vestidor tenga o no puertas depende de gustos y de la ubicación. Has de tener en cuenta en la elección del material de las puertas que si está el armario más integrado en el baño deberá soportar la humedad que se pueda generar al usar la zona de la ducha.

 

Otra idea para lograr un dormitorio en suite en lo que al vestidor se refiere es unificar una habitación contigua o parte de ella, integrándola en el dormitorio. En este caso, es más posible dejar los armarios abiertos.

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Y otra clave es, en habitaciones amplias, crear un cabecero de obra exento en mitad de la habitación en el que apoye la cama y que por el lado contrario se convierta en zona de armarios. Por el contrario, en habitaciones tipo suite pequeñas, la zona de armarios se puede resolver o bien con módulos de fondo reducido o con percheros abiertos que se suceden adosados a una pared o como elemento separador del baño.

 

En este proyecto de dormitorio en suite de Nook Architects se ha jugado con las alturas. El cabecero además delimita la zona de vestidor y desde esta se accede al baño, abierto con un vano acristalado en la ducha.

9/16 © INT2 Architecture

3. Unificar revestimientos o estilo decorativo

En un dormitorio en suite se trata de que los ambientes, aunque delimitados, se sientan integrados y que forman parte del mismo espacio. De ahí que la decoración de todo deba ir en consonancia. Unificar revestimientos funciona. Es posible que quieras que el baño tenga sus azulejos, diferentes al resto de revestimientos usados en las paredes del dormitorio y vestidor. Entonces, deberás unificar algún otro material o estilo para que si se realiza correctamente el concepto de suite haya un sentido en la continuidad visual.

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10/16 © TG Studio

4. El dormitorio, con protagonismo

No hay que olvidar que el dormitorio como tal, la zona de descanso y concretamente la cama, es el elemento central del concepto suite. Por tanto debes darle el peso que se merece y cuidar que sea un elemento central en torno al que se organiza todo. Hay proyectos en los que el baño ocupa un lugar central, como una caja ubicada en medio del espacio y la cama se adosa a un lateral y los armarios en el contrario. En este caso el baño sí que ocupa un espacio más destacado pero no debes olvidar que el área de descanso debe precisamente favorecerlo y ser un espacio agradable y sosegado, lo suficientemente amplio y ventilado.

 

Que la zona de descanso sea la que reciba más iluminación natural o disfrute de las vistas es lo más lógico en lo que a distribución de un dormitorio en suite se refiere.

11/16 © La Albaida

5. La ventilación

Cuando el dormitorio se planifica en suite ha de prestarse mucha atención a la ventilación porque en los casos en los que el baño no tiene puertas la humedad al usar la ducha o bañera puede llegar al dormitorio. Lo mismo ocurre con los olores y con la humedad cuando la bañera se integra en el dormitorio. Planifica bien la ventilación, la circulación de aire y los extractores o ventiladores si son necesarios.

12/16 © Molins Design

6. Piensa en el descanso

Es preferible que no se instalen ni el inodoro ni la ducha en la pared en la que se apoye la cama, así si hay que hacer uso de alguno de ellos mientras alguien duerme no se producirán molestos ruidos que alteren el descanso.

13/16 © TG Studio

7. Orden visual y distributivo

Ya hemos visto algunas claves e ideas para lograr a nivel de distribución un dormitorio en suite. Ahora bien, siempre se pueden aplicar estos conceptos a los dormitorios sean del tamaño que sean. Es más, los espacios más pequeños pueden parecer más amplios aplicando la continuidad de espacios y el open concept. Pero es fundamental mantener un orden visual y distributivo. Que los ambientes están conectados pero cada uno tenga el sentido para el que fue concebido. Hay que agrupar elementos según uso. Y pensar siempre con lógica que es cómodo que el baño conecte fácilmente con la zona de armarios porque al vestirnos por la mañana o desvertirnos por la noche solemos hacer uso también del baño. Mientras que la cama puede quedar en una zona más alejada o independiente porque su uso es el descanso a pesar de que su conexión directa con el baño es cómoda.

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14/16 © Molins Design

8. Las medidas y proporciones

Los espacios han de ser equitativos en tamaños, no sobredimensionar uno respecto a otro; pero siempre con las medidas básicas que se deben respetar. En el caso de la cama lo más importante es escoger un colchón de la medida más adecuada a nuestros gustos y necesidades y el espacio. Cuenta con que un cuadrado de 2,90 m de ancho x 2,80 m de largo es un espacio más que suficiente para ubicar una cama y mesitas de noche y que queden zonas de paso cómodas. Entre la cama y los armarios deben quedar 80 cm para un uso cómodo y holgado.

15/16 © Philip Vile para TG Studio

9. Una zona extra en el dormitorio en 'suite'

Si el espacio lo permite, un dormitorio en suite puede integrar algún otro rincón como un espacio de tocador, una zona de escritorio o un rincón de lectura. Todo depende de los gustos, necesidades y tamaños. En este caso se debe buscar la ubicación cerca de una fuente de luz natural y elegir los muebles en función del tamaño del espacio.

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16/16 © La Reina Obrera

10. La iluminación

Planifícala como un todo, con sentido independiente en cada ambiente, pero como un espacio que comparte iluminación. Los puntos de luz han de estar estudiados y ser variados. Evita una única luz cenital central. Piensa en varios puntos que iluminen zonas de paso, los armarios y el baño. También contarás con las luces de las mesitas de noche o zona de la cama y la que hace referencia al baño (luz general y ambiental en el espacio y puntual sobre el lavabo). Cada zona debe poder iluminarse con independencia del resto.

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