1/10 © Vicugo Fotos

1. Di sí a los espacios abiertos

Tenga los metros que tenga, aunque en las pequeñas con más razón, la mejor opción es apostar por una distribución abierta, con pocos tabiques y estancias independientes, que haga crecer los metros. Para que los distintos ambientes respiren, y te dejen respirar, mejor que sea diáfana, con espacios comunicados. Como en este proyecto de Egue y Seta, con un área mixta a doble altura de entretenimiento, relax, juego…

2/10 © Désirée

2. No es un trastero

Relegadas durante muchos años a ‘cuarto de los trastos’ o salón de ocio infantil, hoy reclaman su lugar como una estancia más de la casa, con las mismas posibilidades y funcionalidades. Puede ser el dormitorio principal, con cuarto de baño incluido, el despacho o el salón de invierno con chimenea para las tardes de frío. Tiene todo para triunfar, incluso unos techos tan especiales que despiertan la envidia de las plantas interiores. 

3/10 © Focus

3. Limpia visualmente y poco recargada

Para que brille como se merece, precisa de una decoración sencilla, con pocos objetos que recarguen, asfixien (la altura de los techos tiende a crear esa sensación), entorpezcan el paso o interrumpan la comunicación visual del ambiente. El estilo minimalista es una buena opción, pero también el rústico o el nórdico siempre que no diseñes ambientes despejados. La chimenea, esta de Focus, es casi un elemento obligatorio en toda buhardilla donde se haga vida. 

4/10 © Velux

4. Las ventanas importan

Y las persianas, también. La luz natural es uno de sus mejores aliados, tanto para hacer crecer los metros cuadrados como para crear una atmósfera alegre y llena de vida. Las de Velux, con sensores inteligentes, son capaces de reducir el calor que entra en una habitación hasta en un 92% y aumentar el aislamiento térmico hasta en un 14%. Además, proporcionan la oscuridad que necesitas para descansar y atenúan el ruido de la lluvia.

5/10 © Adriano Bacchella

5. Bien aislada

El aislamiento es su talón de Aquiles, ya que al estar en el último piso, el calor y el frío se sufren con más virulencia. Por eso, si no quieres que se convierta en un horno durante el verano ni en un iglú en invierno, lo ideal, además de un equipo de aire acondicionado y una buena calefacción, es contar con un buen aislamiento. Sin olvidar una buena iluminación, esta de Catellani & Smith

6/10 © Ikea

6. Con poder de adaptación

Tú debes adaptarte a ella y no al revés. Por eso, olvídate de camas altas, ya que aunque pongas el cabecero en la parte alta de la habitación, tenderás a reducir la altura. Lo ideal es colocar un somier sin patas o con patas cortas, que eviten que te des al incorporarte. Si quieres dotarla de un plus de encanto, instala un dosel. Puedes comprarlo ya hecho o practicar el DIY, como en esta propuesta de Ikea, para la que basta con fijar un cable de la pared al techo, un poco más ancho que la cama, y colgar de él, la tela que te guste.

7/10 © Vicugo Fotos

7. Cuestión de ingenio

Al tratarse de un espacio tan especial, debes tratarlo con más cuidado, y mimarlo como se merece. En este ambiente, diseñado por el estudio Egue & Seta, se aprovecha la inclinación del techo para crear un encantador rincón en el cuarto de baño, al forrarse de madera clara se logra un estilo moderno, nada rústico.

8/10 © Leroy Merlin

8. Muebles a medida

Las características del espacio hacen casi de uso obligatorio apostar por muebles a medida, especialmente, en la parte baja de la estancia, para aprovechar mejor ese ‘hueco muerto’. Diseña una librería baja, un armario que saque partido a la inclinación o un rincón con encanto, lleno de plantas y objetos especiales.

9/10 © Kenay Home

9. Ama el blanco

Pintar las paredes en colores oscuros está de moda, y nos gusta, pero en buhardillas, especialmente cuando el techo inclinado es de madera, hacerlo en blanco hará que todo el espacio se agrande e, incluso, su altura crezca un poco. Los tonos claros también son buenos acompañantes de estas estancias.

10/10 © Fontanot

10. Accesible y cómoda

La escalera es su entrada y carta de presentación, por lo que debe ser lo suficientemente cómoda y bonita, para que llegar a ella no cueste esfuerzo. Si tienes espacio, lo mejor es una recta o de cuarto de giro, mientras que si es XS, apuesta por un modelo de caracol (redonda o cuadrada). Esta mecánica de Fontanot resulta muy práctica en casas de pocos metros. 

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