Carmen Trueba, arquitecta e interiorista, revela el secreto de la cocina perfecta: "Diseña desde tu identidad, no desde el miedo"


Las claves para diseñar un espacio atemporal está en el propósito de cada elección y en crear un diseño que personalice el espacio.


Carmen Trueba retratada en la cocina  de su casa en Murcia© Vontrueba Studio
23 de diciembre de 2025 - 13:09 CET

Las cocinas atemporales no nacen de seguir modas, sino de entender quiénes somos y cómo vivimos. La arquitecta e interiorista Carmen Trueba, fundadora de Vontrueba Studio (vontrueba.com) y autora de El método Vontrueba (editorial Dashbook), resume esta idea con una reflexión que se ha convertido casi en su manifiesto creativo: “diseña desde tu identidad, no desde el miedo. Las cocinas se vuelven homogéneas cuando se eligen desde la seguridad absoluta, repitiendo fórmulas que ‘funcionan’ pero no dicen nada de quien las habita”.

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Con esa mirada la profesional nos guía por los principios que hacen que una cocina trascienda modas, se vuelva auténtica y perdure en el tiempo

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© Vontrueba Studio

Personaliza y ganarás

Carmen es de la opinión que el error más común por el que todas las cocinas terminan pareciéndose entre sí es que muchas personas diseñan este espacio pensando únicamente en no arrepentirse o en no cansarse. Asocian esa seguridad a lo neutro, y eso los lleva inevitablemente a las mismas combinaciones: blanco, gris y un toque de madera. 

Creen que arriesgar significa ser estridente, cuando en realidad hay mil maneras de aportar personalidad sin perder equilibrio. Una cocina puede ser única, cálida y totalmente tuya sin necesidad de ‘gritar’; solo necesita un gesto, un material, un volumen o un detalle que hable de ti. Cuando dejamos de diseñar desde el miedo y empezamos a hacerlo desde la identidad, las cocinas dejan de parecerse entre sí”, relata la arquitecta e interiorista, quien asimismo firma el diseño del ambiente de la propuesta.

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© Freehand Arquitectura

Así descubrirás cuál es la ‘personalidad’ ideal de tu cocina

En su libro El método Vontrueba, Carmen habla mucho de identidad, porque considera que el diseño empieza siempre dentro de uno mismo. Para descubrirla no se trata de copiar lo que ves en redes, sino de recordar. La memoria háptica (esa que guarda las sensaciones que hemos vivido en los espacios) es una guía muy poderosa: el olor de la cocina de tu infancia, la textura de una mesa donde comías en familia, la luz que entraba por la mañana mientras desayunabas… Cuando conectas con esas memorias, aparecen claves muy claras de lo que de verdad te hace sentir bien. 

La experta reivindica que la cocina deje de ser un ejercicio estético para convertirse en un espacio que te representa. “Tenemos que traducir tus vivencias en materiales, proporciones y ritmos. Esa es la forma más honesta de encontrar su personalidad: mirar hacia el interior antes de elegir hacia afuera”, afirma.

Estamos viendo un elegante proyecto realizado por Freehand Arquitectura con mobiliario de Gunni & Trentino y encimeras de mármol Calacatta natural.

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© Jesús López Photography para EIRE Interiors

Claves para que tu cocina te enamore durante muchos años

¿Qué tendencia actual evitaría si buscamos que la cocina dure muchos años? Pues la respuesta de Carmen es que “más que una tendencia concreta, evitaría cualquier recurso que no tenga una intención detrás. Lo que realmente pasa de moda no es un material con personalidad (como una veta marcada o un color especial), sino aquello que se elige sin criterio, solo porque ‘se lleva’. Las cocinas que peor envejecen son las que están construidas desde el impulso y no desde el propósito”. Estamos viendo una cocina bien planificada creada por EIRE Interiors con una isla central y el comedor contiguo.

De hecho, cuando un elemento tiene significado, equilibrio y dialoga con el espacio, aunque sea atrevido, tiene mucha más capacidad de perdurar. Por eso no se trata de huir de las vetas, los tonos intensos o los materiales con carácter, sino de integrarlos desde una mirada arquitectónica: proporción, coherencia y calidad. 

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© Álvaro Valdecantos para Cláudia de Sousa

El valor de la atemporalidad

Una cocina dura muchos años cuando se apoya en tres pilares (que pasa a detallarnos la interiorista y arquitecta): 

  • La proporción es fundamental: un buen juego de volúmenes, una distribución fluida, alturas coherentes y una lectura visual limpia hacen que el espacio siga funcionando incluso cuando cambian las modas. 
  • La materialidad no se traduce en colores neutros, sino de materiales honestos, nobles y bien combinados. Una veta marcada, una textura mineral o una madera en su tono natural pueden ser totalmente atemporales si están bien equilibradas dentro del conjunto. 
  • El tercer pilar consiste en una funcionalidad real: una cocina pensada para el día a día, sin artificios, con buena iluminación, almacenamiento adecuado y decisiones que responden a cómo se vive

Cuando estos tres elementos están resueltos, puedes permitirte incorporar detalles más personales o tendencias puntuales sin comprometer la atemporalidad. Porque lo que permanece no es un estilo, sino la coherencia del espacio”, subraya Carmen.

En la propuesta, Cláudia de Sousa amplía la cocina de una vivienda (con mobiliario Bulthaup), para hacerla más funcional para la familia.

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© Lupe Clemente para Punto M

Los secretos de una cocina con alma

Los detalles que dan alma a una cocina no son necesariamente los más visibles, sino los que conectan con la forma en la que la persona habita el espacio. La fundadora de Vontrueba Studio explica que la identidad se construye desde lo íntimo, desde esas pequeñas memorias que cada uno lleva dentro. A veces puede traducirse en un tirador elegido por su tacto, una luz que te acompaña por la mañana, una estantería que recoge objetos con historia o, incluso, un color que te provoca una emoción concreta. Son decisiones pequeñas, pero intencionadas, que hacen que la cocina deje de ser un lugar exclusivamente funcional para convertirse en un espacio vivido. 

Cuando eliges desde la emoción (desde lo que te representa) la cocina empieza a contar algo de ti. Y ahí es donde aparece el alma: en lo que no se ve a simple vista, pero se siente cada día. En este sentido, vemos un espacio reformado por Punto M con el propósito que la cocina tenga buen feng shuiDe la decoración destaca un impactante cuadro-lámpara en rojo vibrante (ubicado sobre el fregadero), obra de Gerard Maló.

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© Jordi Folch

¿Debemos temer los toques de color?

“Cuando alguien quiere introducir color pero teme arrepentirse, siempre recomiendo elegir un tono que conecte con una emoción o una referencia personal, no con una moda pasajera. El color deja de dar miedo cuando tiene un sentido para ti”, afirma Carmen. 

Después, el segundo truco es decidir dónde colocarlo. Un color puede ser muy expresivo si lo integramos en elementos que no condicionen toda la cocina: una bancada, una pieza de carpintería concreta, la pared del fondo, los taburetes, un revestimiento especial o incluso la iluminación. No hace falta teñirlo todo para que funcione. La clave está en equilibrarlo con materiales naturales y una base bien pensada. Así, incluso un color potente se siente armónico y duradero porque está vinculado a tu identidad, no a una tendencia. Cuando el color nace de ti, no hay arrepentimiento.

Esta colorista cocina en un color azul la ha diseñado la interiorista Montse Morales.

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© Beth Davis para A New Day Studio

Decisiones de diseño de cocina acertadas 

“Para mí, las inversiones seguras a largo plazo no son las más neutras, sino las que resuelven bien la arquitectura del espacio. Lo que realmente perdura es una buena distribución, una iluminación bien pensada y materiales de calidad que envejecen con dignidad”, revela la experta. Eso es lo que sostiene una cocina durante años, más allá de cualquier cambio estético. 

Quien añade que también considera muy valiosa la inversión en carpintería a medida, porque optimiza el almacenamiento, ordena visualmente el espacio y se adapta a la vida real de quien la habita. Y, por supuesto, elegir un material resistente, bonito y con personalidad para la encimera es una decisión que rara vez se lamenta

Al final, la mejor inversión es todo aquello que mejora la experiencia cotidiana. Diseños que hacen la vida más fácil, fluida y armoniosa. Eso nunca pasa de moda.

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© Schmidt

Un proyecto de diseño lumínico brillante

La iluminación es una de las decisiones que más transforman una cocina, y en mi método siempre la trabajo desde dos planos: la emoción y la funcionalidad. Primero pienso en cómo quiero que se sienta el espacio: más íntimo, más luminoso, más cálido… La luz tiene la capacidad de modular el estado de ánimo, de marcar ritmos y de acompañar momentos, y eso debe estar alineado con la identidad de la persona. Después viene la parte técnica. Una buena cocina necesita capas de luz: una iluminación general suave y uniforme, otra más focal para las zonas de trabajo y una luz ambiental que aporte profundidad y calidez sin interferir en lo práctico. Cuando estas capas dialogan entre sí, el estilo se potencia de forma natural”, expone Carmen. 

Es importante que la iluminación no sea un añadido decorativo, sino un recurso arquitectónico que acompaña la vida real: cocinar, desayunar y disfrutar. Así conseguimos una cocina funcional, sí, pero también emocionalmente coherente con quien la habita.

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© Vontrueba Studio

La cocina perfecta según Carmen Trueba

Para mí, la cocina perfecta, y la vivienda perfecta en general, es aquella que refleja quién eres sin renunciar a cómo vives. En El método Vontrueba hablo mucho de esa unión entre identidad y funcionalidad, porque una cocina puede ser bonita, pero solo es perfecta cuando te acompaña en lo cotidiano. Mi propia cocina es un buen ejemplo de esa búsqueda: materiales con carácter, como la encimera Calacatta Viola, que hablan de mi sensibilidad por lo emocional, combinados con una distribución muy estudiada para que todo fluya. La luz (natural y artificial) está pensada para acompañar distintos momentos del día, desde el desayuno temprano hasta las cenas improvisadas con amigos. Cada detalle tiene un propósito”, explica Carmen, a quien vemos en su propia casa en Murcia, reformada recientemente. 

La arquitecta e interiorista tiene la convicción de que la cocina perfecta no es neutra ni excesiva; es coherente. Aúna emoción, funcionalidad, proporción y luz. Y, sobre todo, te hace sentir en casa cada vez que entras.  

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.