Libros y mochilas ya están acostumbrados a ir al colegio y al instituto. Pero, ahora queda lograr que niños y adolescentes vuelvan a coger la rutina de sentarse a estudiar. Para ayudarles, es esencial que sus zonas de trabajo y estudio en casa sean inspiradoras. Buscamos rincones que fomenten su creatividad y su concentración durante esas horas que pasarán frente al escritorio durante el curso.
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Un buen diseño no solo organiza el material escolar, sino que también potencia la motivación. Desde la elección de colores y muebles hasta la distribución y los complementos, cada detalle cuenta.
Opta por modelos de escritorio con suficiente superficie para libros, ordenador y material de escritura. Para niños, los escritorios ajustables son ideales para adaptarse a su crecimiento. Para adolescentes, los de líneas minimalistas en madera natural o colores neutros con detalles coloridos permiten un toque moderno y personal.
Pueden ser de madera o de MDF lacado. La melamina también es un acabado muy frecuente en composiciones infantiles y juveniles para dormitorio. Los escritorios ganan en funcionalidad si cuentan con cajoneras integradas o bandejas extraíbles, que facilitan el orden. Los diseños pueden ser desde convencionales con patas al suelo a integrados en la composición de muebles del dormitorio, como en este proyecto de Adela Cabré & Son.
El orden es clave para la concentración. Por eso en la zona de escritorio hay que pensar que todo sea cómodo para guardar enseres de papelería, la tableta o el ratón y teclado del ordenador. La idea es que la superficie quede despejada cuando no se usa. Combina estanterías abiertas para libros, donde también colocar cajas o cestas decorativas para material escolar. Los tableros magnéticos o de corcho permiten tener a la vista horarios y notas importantes. Proyecto de la interiorista y profesora de Insenia Silvia Trigueros con estilismo de Cristina Rodríguez Goitia.
Aunque el abanico de colores es amplio y puede verse afectada la elección de color para la zona de escritorio por el resto de tonos usados en el mobiliario de la estancia, queremos hacer una mención a esas colores que favorecen la concentración. Los colores claros y suaves, como azul celeste, verde menta o beige, ayudan a la concentración y generan sensación de calma.Para un toque más energético, los acentos en amarillo, naranja o coral aportan vitalidad y creatividad.
En adolescentes, el uso de un color base neutro con detalles en su color favorito crea un ambiente motivador y personalizado. Evita saturar el espacio con colores muy intensos, que pueden generar nerviosismo. Proyecto de Júlia Brunet.
Nada frena más la concentración que una mala iluminación. La luz natural cerca de la ventana es ideal, pero siempre complementada con lámparas de escritorio ajustables y luz cálida neutra para la tarde. Las luces LED con regulador permiten adaptar la intensidad según la tarea y la hora del día. Mobiliario de Muebles ROS.
La ubicación del rincón de estudio en el dormitorio
El estudio debe ubicarse en un lugar tranquilo, sin distracciones y con buena luz. Si el dormitorio es pequeño, un escritorio frente a la ventana o contra la pared lateral libera espacio central. En el caso de habitaciones compartidas, los separadores de ambiente o estanterías abiertas pueden crear mini zonas de concentración individuales que les ayuden si hacen deberes dos personas al mismo tiempo. Proyecto de la interiorista Pia Capdevila con estilismo de Mar Gausachs.
Que la silla sea ergonómica y ajustable es esencial para la comodidad del niño. Conviene invertir en una buena silla de estudio. Para niños pequeños, opta por sillas con respaldo bajo y reposapiés; para adolescentes, una silla ergonómica regulable en altura y con buen soporte lumbar evitará problemas de postura. Proyecto del estudio Pia Capdevila Interiorismo con estilismo de Mar Gausachs.
Permitir que los niños y adolescentes personalicen su espacio aumenta la motivación. Pósters, láminas, pizarras o paneles para fotos y logros son detalles que hacen que el escritorio se sienta propio. La combinación de colores y accesorios debe ser coherente con el resto de la habitación para mantener armonía decorativa. Mobiliario de Molbalpa.
Portalápices, organizadores de cables, archivadores y bandejas son esenciales para mantener el escritorio despejado. Para adolescentes, cajas y organizadores transparentes ayudan a visualizar el material sin generar sensación de desorden. Para los más pequeños, todo a su alcance en bolsas y organizadores que separen el material. De esta manera les será fácil de localizar y de guardar. ¡Y perchas en la pared para colgar la mochila! Esta propuesta es de La Redoute Interieurs.
Si el espacio en el dormitorio juvenil lo permite, crear un espacio de relax cerca de la zona de estudio. Un rincón con un puf y una alfombra en el que poder descansar y desconectar del estudio en pequeñas pausas. Esto es realmente útil para adolescentes. Mobiliario de Muebles ROS.
Aunque los cubos abiertos en la pared o estantes son perfectos para organizar libros y archivadores, no abuses de ellos para no recargar ni tener sensación de caos en el espacio. Conviene aprovechar el espacio de almacenamiento vertical pero con medida. A veces, es preferible una balda corrida en la pared -para libros y alguna lámina y planta- y buscar un hueco para un mueble con puerta o la propia cajonera del escritorio para guardar y mantener fuera de la vista los objetos. Proyecto con mobiliario de Tegar.