Mantener el jardín en orden no tiene nada que ver con obsesionarse con la simetría de las plantas: se trata de que todo tenga un lugar claro y accesible para evitarque los cojines desaparezcan justo cuando quieres sentarte, que localices las herramientas donde menos lo esperas o que pelotas y flotadores acaben invadiendo el camino.
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Con un poco de previsión y los muebles y complementos adecuados (baúles, armarios, carritos, cestas y cualquier diseño que te ayude a ganar almacenaje), el caos dejará de ser un problema y podrás preparar la zona de estar en segundos, improvisar un picnic o montar la tarde de piscina sin tener que limpiar primero. Así que atenta, porque en este artículo te traemos las claves para que tu espacio exterior esté siempre listo para disfrutar en cualquier momento, sin trastos por medio.
En exteriores no siempre contamos con el lujo de espacio que tenemos en el interior, así que cada mueble debe trabajar doble: servir para sentarse, apoyar cosas y guardar lo que usamos con frecuencia. La clave está en organizar los asientos en torno a una mesa de centro con almacenaje como la que ves sobre estas líneas (un modelo que encontrarás en Leroy Merlin). Así, todo lo que necesites para tus tardes al aire libre –mantas ligeras, cojines extra, juegos de mesa, o tu vajilla de melamina– queda a mano.
No todos los jardines o terrazas permiten montar un salón de verano completo, y eso no significa renunciar al orden ni a la comodidad. Un banco es la solución perfecta: sirve como asiento, como lugar donde guardar cojines, mantas o incluso juguetes, y ayuda a mantener todo a mano sin saturar el espacio. Este, de madera de acacia, es de la firma Beliani, y se ha completado con una colchoneta para que resulte más cómodo.
El arcón es ese clásico que nunca pasa de moda, porque lo resuelve todo. Pero si le sumas una colchoneta en la parte superior, el mueble se convierte también en asiento extra para el salón, que te vendrá muy bien cuando se presentan visitas de más. Al escogerlo, tienes dos opciones: elegir un modelo del mismo material y acabado que el resto del mobiliario –en este caso, una colección de La Redoute Interiéurs– o romper con uno diferente. La decisión depende del efecto que busques: la uniformidad aporta sensación de orden, mientras que un arcón distinto puede convertirse en un punto focal. En su interior, puedes organizar accesorios de piscina, mangueras, herramientas pequeñas o esos cojines que no quieres que cojan humedad.
Si lo que buscas es ir un paso más allá, apuesta por un mueble multifuncional como este, de la marca VidaXL, que combina un arcón en la parte inferior para guardar objetos voluminososy estantes arriba, en los que organizar macetas, cestas de fibra o hasta lámparas que decoran de día y ambientan de noche. No es para la zona de estar (donde lo ideal es que todo quede más limpio visualmente), pero sí es perfecto contra una pared, en un lateral de la terraza o junto al huerto urbano.
Un carrito de dos o tres baldas es un auténtico comodín en exteriores. Sirve para montar una barra improvisada en tu zona de estar, para llevar aperitivos sin hacer mil viajes a la cocina o para organizar cubiertos, vasos y servilletas cuando montas una cena fuera. Pero no solo eso: diseños como este de la firma Butler, de acero inoxidable y madera de teca, con superficie para preparar comidas, cajones para guardar utensilios, un refrigerador de bebidas y un sinfín de accesorios, resultan muy prácticos junto a la barbacoa o en la cocina de exterior (ahora que se llevan tanto).
Si una de las paredes de tu terraza está libre, aprovéchalas con armarios bajos o unas estanterías en las que puedas almacenar desde productos de limpieza y utensilios de jardinería hasta el servicio de mesa. La parte superior será un apoyo extra. En este ambiente, los muebles de la serie NÄMMARÖ de IKEA, de madera de acacia, se utilizan para guardar y preparar la comida y bebida.
Cuando el jardín es grande, un cobertizo es el mueble de almacenaje definitivo. Olvídate de tener las herramientas repartidas por el césped o los productos de piscina ocupando el solárium. En una caseta como esta que hemos fichado en Conforama es posible organizar desde el cortacésped hasta los flotadores gigantes. Hoy en día los hay en diseños modernos, con puertas correderas y acabados que se integran perfectamente con la estética del jardín.
Los amantes de la jardinería saben que no hay nada como contar con un espacio específico para ello. Las mesas de cultivo con un armario inferior son perfectas (esta es de la firma Bealife): arriba tienes la superficie ideal para trasplantar, plantar semillas o preparar macetas; abajo, espacio para guardar tierra, fertilizantes, regaderas y pequeñas herramientas. Así todo queda ordenado y, lo más importante, no terminas trabajando en el suelo o improvisando sobre la mesa del comedor.
Cestos y cajas de fibras naturales como mimbre o ratán son ligeros y perfectos para guardar pequeños accesorios que de otra forma acabarían desparramados. Desde cojines y plaids hasta cartas, juguetes o revistas, todo encuentra su sitio en un cesto bonito. Además, suman textura y calidez a la decoración, lo que en un espacio exterior siempre viene bien para contrarrestar el look más frío de materiales como el metal o, en este caso, el banco de obra, que se ha vestido con colchonetas de Calma House.
En verano, el caos en torno a la piscina puede ser épico: toallas tiradas, bañadores chorreando, churros y flotadores rodando por el suelo… La solución es tan simple como práctica: un toallero de exterior (este, de Gaomon, lo hemos encontrado en Amazon). Los hay en madera tratada o metal inoxidable, algunos incluso con baldas inferiores. Así cada miembro de la familia tiene su sitio para colgar sus cosas y esta zona del jardín se mantiene ordenada.
