Raquel Gutiérrez e Ignacio Martínez, diseñadores de iluminación© Polight

Cocinas

Raquel Gutiérrez e Ignacio Castillejo, diseñadores de iluminación: "La cocina merece una luz pensada para vivirla"

Desde el estudio Polight sus creadores subrayan la importancia del diseño lumínico por capas, una estrategia que equilibra funcionalidad y estética.


11 de agosto de 2025 - 10:00 CEST

Por sus particularidades funcionales y emocionales, la cocina exige una iluminación distintiva que combine precisión técnica y sensibilidad estética. Así lo afirman Raquel Gutiérrez e Ignacio Castillejo, arquitectos y lighting designers fundadores de Polight (polight.es), estudio madrileño especializado en soluciones lumínicas a medida. En este reportaje, nos asesoran para entender cómo la luz puede transformar este espacio cotidiano en un entorno cálido, eficiente y lleno de carácter. A lo largo del reportaje, exploraremos el concepto de iluminación por capas, una estrategia que permite dotar a la cocina de comodidad, versatilidad y belleza.

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Cocina con proyecto lumínico de Polight© Paloma Pacheco / Adriana Nicolau

Ambiental, funcional y decorativa, así es la iluminación por capas 

En una cocina se realiza más de una actividad por lo que la luz también debe variar en función de la tarea que se realice. 

Ignacio detalla que hay que diferenciar la iluminación según el uso dentro de una misma cocina y la función de esta iluminación. Tendremos una iluminación más general, que será una iluminación para zonas de paso, algo más ambiental. Luego tenemos una iluminación más técnica para las zonas de trabajo, espacio donde destinamos el tiempo para llevar a cabo las tareas cotidianas, ya sea cocinar, limpiar alimentos o utensilios... Y, por último, podemos dar un toque al espacio de la cocina con una iluminación más decorativa.

En la propuesta, un proyecto de cocina de la interiorista Adriana Nicolau que ha contado con el asesoramiento en materia lumínica de Polight.

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© Goyo Izquierdo para Patricia González de Lara

La iluminación múltiple mejora la funcionalidad y seguridad

Raquel explica que, “ya que en la cocina se realizan distintas tareas a lo largo del día, la luz debe acompañar a estas. Y más ahora que para muchas viviendas este ambiente es el corazón de las actividades familiares que se desarrollan”. De modo que con una única fuente de luz en el espacio, no se cubre adecuadamente las necesidades en todas las áreas de trabajo. 

Ignacio añade que “si únicamente utilizamos una única capa, conseguiremos un espacio plano, sin carácter y poco acogedor”. Por lo que hacer una iluminación a través de las capas, siempre será beneficioso y no solo en la cocina. En el resto de los espacios de una vivienda, siempre es bueno tener diferentes estratos de iluminación para poder dar carácter al espacio.

En la propuesta, un diseño de cocina creado por la interiorista Patricia González de Lara, quien pone el acento en una adecuada iluminación del ambiente.

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© Albed

Cada luz cumple un rol clave en la cocina

En la cocina conviene combinar tres tipos de iluminación: general, de tareas y decorativa. Los lighting designers de Polight nos cuentan los secretos para acertar.

  • La luz general suele tener mayor intensidad y se instala en el techo para iluminar de forma homogénea todo el espacio. Debe ser una iluminación uniforme, eficiente y sin deslumbramiento, como downlights empotrados, iluminación lineal LED o plafones de techo. Aunque se trate de una luz técnica, es recomendable no superar los 3000 grados Kelvin en la temperatura de color, para mantener una atmósfera cálida y agradable. Además, conviene optar por una óptica difusa, que permita una distribución uniforme de la luz y cubra eficazmente todo el espacio de la cocina.
  • La luz de tareas se coloca sobre las zonas de trabajo, como bajo los muebles altos o bajo la campana extractora (si esta es de techo, ofreciendo una iluminación más focalizada
  • La iluminación decorativa, funciona como un complemento estético que aporta calidez, carácter y personalidad al espacio. Pueden emplearse lámparas suspendidas, apliques u otros elementos visualmente atractivos. Aunque no cumple una función técnica, su papel es clave para crear atmósferas acogedoras y diferenciar la cocina con un toque distintivo y personal que añade vida y estilo al conjunto.

Una acertada iluminación en la cocina no solo es funcional, también define el ambiente y transforma el espacio en un lugar más acogedor y saludable.

“En cualquiera de los tres casos, siempre recomendamos que la iluminación sea regulable, para adaptarla a cada momento y necesidad”, explican.

En la cocina, una solución cada vez más habitual es dividir con puertas de vidrio (estas son de Albed). El proyecto, firmado por la arquitecta italiana Giada Spano, apuesta por la transparencia sin renunciar a la separación de ambientes. Así, se multiplica la luz natural y se aprovecha mejor la iluminación natural y artificial del espacio contiguo.

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© DB Group / AMC

Luz en la cocina para ganar en seguridad y estética

De las tres capas comentadas la iluminación técnica es crucial para trabajar con seguridad (cuando cortamos o preparamos recetas). Raquel explica que normalmente se basa en luces bajo los módulos altos. Y sugiere una idea muy decorativa y que añade un plus de confort: “si tienes muebles que no llegan hasta el suelo, la luz bajo mueble tipo rodapié te sirve de guía por la noche, si eres de los que se levantan a mitad de la noche a por algo en el frigorífico”.

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© Amador Toril para Yainzo

Ver bien, sentir mejor: la luz ideal en cocinas

La temperatura de iluminación en una cocina es un aspecto clave, no solo desde el punto de vista técnico, sino también por la sensación que queremos generar en el espacio. Con una iluminación cálida, se logra una atmósfera acogedora, relajante y decorativa. En cambio, una temperatura más fría aporta mayor visibilidad y concentración, ideal para las zonas de trabajo.

La luz adecuada en la cocina revela los colores tal como son, sin distorsiones.


Otro aspecto fundamental es la reproducción cromática, que permite que los colores se vean reales y sin alteraciones, especialmente en alimentos y superficies. Este parámetro se mide a través del CRI (Color Rendering Index), un índice que indica la fidelidad con la que una fuente de luz reproduce los colores. En concreto, Ignacio nos da estos datos: “la temperatura de color debe ser lo más neutra posible y contar con un CRI superior a 90, para garantizar una iluminación precisa, natural y funcional dentro de la cocina”.

El proyecto sobre estas líneas lo firma Yainzo, una nueva firma de cocinas española que forma parte del grupo PortobelloStreet.es.

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© Viabizzuno

Con luz regulable, adapta tu cocina a cada momento del día y actividad

Decir a la luz regulable es apostar por el bienestar, la eficiencia y la versatilidad en la cocina. Poder ajustar la intensidad y temperatura según el momento del día o la actividad permite crear ambientes más acogedores o funcionales cuando se necesite. 

Como explica Raquel, empezar el día con una luz suave evita molestias visuales y ayuda a despertar con calma, mientras que Ignacio destaca sus beneficios prácticos y emocionales: “mejor confort visual y ahorro energético”. Una solución flexible que se adapta a las personas, no al revés.

Vemos la lámpara suspendida ‘N55’, de Viabizzuno, que es regulable y está diseñada para ofrecer un control preciso de la luz, tanto en intensidad como en temperatura de color. 

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© The Room Studio

Iluminar con inteligencia si hay techos bajos o la cocina es pequeña

Iluminar cocinas pequeñas o con techos bajos requiere estrategias inteligentes que ayuden a ampliar visualmente el espacio, evitar sombras y mejorar la funcionalidad. En cuanto al aspecto decorativo, conviene evitar luminarias suspendidas o de gran tamaño, ya que ocupan volumen visual y recargan el ambiente.

La mejor opción suele ser una iluminación empotrada o de superficie discreta, que se integre en el techo. Como la que presenta este proyecto ideado por The Room Studio.
Además, utilizar acabados claros favorece la reflexión de la luz y potencia la luminosidad del espacio.

“Otro recurso útil si los techos son bajos consiste en incorporar iluminación vertical en paredes o interiores de muebles, lo que ayuda a compensar la falta de altura”, revela Ignacio.

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© Paloma Pacheco para Pia Capdevila

Luz en armonía para cocinas de planta abierta

Iluminar una cocina abierta que se conecta con el salón o el comedor exige un enfoque más integrado y estratégico que en el caso de las independientes. Como señala Ignacio, no se trata solo de iluminar bien la cocina, sino de lograr coherencia visual y funcional entre las distintas zonas que comparten un mismo ambiente.
Partir de la luz natural como base es fundamental, y a partir de ahí, se recomienda zonificar con capas de luz que permitan crear diferentes escenas y usos. La regulación independiente por zonas, el control del deslumbramiento y los reflejos, y un lenguaje lumínico común entre cocina y salón o comedor son claves para conseguir equilibrio.

En cocinas abiertas, la iluminación no solo debe ser funcional, sino actuar como un hilo conductor que conecte visual y sensorialmente la cocina con el salón o el comedor.


Raquel añade que es importante mantener la misma temperatura de color en ambos espacios para asegurar continuidad. Además, si se dispone de una isla como elemento separador, una luminaria suspendida puede funcionar tanto como foco funcional como recurso decorativo y delimitador. Así lo proyecta la interiorista Pia Capdevila en la zona de office tipo barra, iluminado con una escultórica lámpara de techo de Normann Copenhagen.

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© Carla Capdevila para Directora Creativa

Tendencias en iluminación de cocinas: funcionalidad y estilo

¿Tendencias actuales en iluminación de cocinas? Ignacio señala que se centran en la iluminación lineal, los acentos de luz ocultos y las luminarias minimalistas que armonizan con el diseño general de la vivienda, aportando elegancia sin recargar el espacio.
Raquel destaca que cada vez más cocinas integran la iluminación directamente en los muebles, mostrando una preocupación creciente por el impacto visual y sensorial de la luz (como se hace en este proyecto de cocina que firma el estudio Directora Creativa, del que vemos el mueble desayunador). Sin embargo, la experta insiste en que es fundamental que la luz integrada sea coherente con el resto de la iluminación para mantener uniformidad y equilibrio.

Los lighting designers de Polight también subrayan la importancia de combinar técnica y diseño, creando soluciones personalizadas que potencian tanto la funcionalidad como la atmósfera del espacio. La luz bien pensada convierte la cocina en un lugar que no solo facilita tareas, también despierta emociones

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.