Planta cebra: la suculenta decorativa y fácil de cuidar que queda perfecta en casa
Las suculentas suelen ser una de las especies favoritas para quienes no tienen demasiado mano con las plantas: son resistentes, no necesitan mucha atención y son bien bonitas. La planta cebra o 'Haworthiopsis attenuata' es una de ellas
La planta cebra, conocida científicamente como Haworthiopsis attenuata (antes Haworthia attenuata), es una suculenta muy llamativa y original. Es característica por sus hojas gruesas y carnosas con rayas blancas transversales, ideal para sumar un toque natural a cualquier rincón de tu casa. Es genial para cultivar en un terrario o para añadir a tu colección de plantas suculentas. Pero lo mejor de la planta cebra es que es una especie muy resistente y con carácter que te permitirá disfrutar de su particular belleza, incluso si eres un negado para las plantas. Descubre todo lo que necesitas saber para aprender a cuidarla.
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La planta cebra es originaria de Sudáfrica, donde crece de forma silvestre en terrenos pedregosos y áridos. Esta adaptación a climas extremos la convierte en una excelente opción para el interior de tu casa, ya que no requiere riegos frecuentes ni cuidados excesivos. Se caracteriza por su forma de roseta compacta, con hojas de un color verde intenso con líneas blancas y forma carnosa y puntiaguda que se curvan levemente hacia fuera. Su tamaño suele rondar los 10-15 centímetros de altura, lo que la hace ideal para un pequeño rincón, decorar una estantería o añadir a tu terrario. Recibe su nombre común por las líneas blancas que decoran sus hojas.
Una de las necesidades de la planta cebra o Haworthiopsis attenuata es la luz. Busca para ella un lugar bien iluminado, pero sin sol directo durante muchas horas al día. Una ventana orientada al este o al sur es ideal, siempre que filtres la luz con una cortina si el sol es muy fuerte. Ten en cuenta que si la colocas en una zona oscura, la planta perderá vigor, se estirará y sus hojas perderán color. En cambio, si tiene buena luz natural, mantendrá sus hojas compactas y con ese tono verde intenso tan característico. Puedes colocarla sobre un escritorio, en una repisa o incluso en el baño si cuenta con suficiente iluminación natural.
La Haworthiopsis attenuata prefiere ambientes templados, entre los 18 y los 26 °C. De hecho, aunque puede soportar temperaturas ligeramente más bajas, es importante que nunca la expongas a heladas. Por eso, si la tienes en exterior durante los meses cálidos, recuerda meterla en casa cuando las temperaturas nocturnas bajen de los 10 °C. Tampoco le gustan los cambios bruscos ni los ambientes cargados de humedad, así que evita colocarla cerca de fuentes de calor o en lugares mal ventilados. Una estancia cálida y luminosa será su entorno ideal.
La clave para que la planta cebra se mantenga sana es no regarla en exceso. Al ser una suculenta, almacena agua en sus hojas, por lo que tolera mejor la sequía que el exceso de humedad. Espera siempre a que el sustrato esté completamente seco antes de volver a regar. En invierno, con una sola vez al mes puede ser suficiente, mientras que en verano bastará con un riego cada dos o tres semanas. Preferiblemente, usa agua sin cal. Puedes llenar una botella o un recipiente con agua del grifo y dejarla reposar durante al menos 24 horas. Así, parte del cloro se evapora y una porción de la cal se quedará en el fondo. Al regar, evitar remover el agua y emplear solo la parte superior del recipiente.
Asimismo, trata de regar directamente en la base, evitando mojar las hojas. Un exceso de riego podría provocar pudriciones y acabar con la planta en poco tiempo.
Elige un sustrato bien drenado, específico para cactus o suculentas. Esta planta no tolera suelos que retengan demasiada agua, ya que las raíces se asfixian fácilmente. Puedes hacer tu propia mezcla combinando tierra universal con perlita y arena gruesa a partes iguales. Además, es preferible usar macetas de barro o cerámica con orificio de drenaje, porque permiten que el exceso de agua se evapore más fácilmente. Una capa de grava o arcilla expandida en la base de la maceta también ayudará a mantener un buen drenaje.
Aunque no es una planta exigente, agradecerá un aporte de abono durante la primavera y el verano, cuando entra en fase de crecimiento. Utiliza un fertilizante específico para suculentas, de baja concentración, y aplícalo cada cuatro o seis semanas. No es necesario abonar en otoño ni en invierno, ya que la planta entra en reposo. Recuerda que pasarse con el fertilizante provocará que sus hojas se deformen y que pierda intensidad en el color. Respecto al abono, es mejor poco y espaciado, que mucho de golpe.
Al igual que otras muchas suculentas, la Haworthiopsis attenuatase reproduce con facilidad por hijuelos, que suelen brotar en la base de la planta madre. Cuando estos hijos tienen al menos tres o cuatro hojas y unas pequeñas raíces, puedes separarlos con cuidado y plantarlos en una nueva maceta. Deja secar la base durante 24 horas antes de trasplantarlos para evitar la aparición de hongos. También puedes propagarla por esquejes de hoja, aunque el proceso es más lento.
Aunque es una planta resistente, debes estar atento a ciertas señales. Así, si las hojas comienzan a arrugarse o a perder rigidez, lo más probable es que necesite agua. En cambio, si se vuelven blandas, marrones o transparentes, el problema suele ser un exceso de riego. También es habitual que aparezcan manchas o que se ponga roja si la expones al sol directo en horas intensas.
En cuanto a plagas, las cochinillas y los pulgones pueden aparecer, sobre todo en ambientes cerrados y cálidos. Para eliminarlas pasa un algodón con alcohol o jabón potásico por sus hojas. La ventilación y un riego correcto serán tus mejores aliados para evitar problemas.
Aunque la planta cebra es una suculenta que puede florecer, su floración no es su principal atractivo. Durante la primavera o el verano, puede emitir un tallo largo con pequeñas flores blancas o verdosas en forma de tubo, al igual que otras suculentas. No tienen aroma ni un valor decorativo notable, pero son un indicativo de que la planta está bien cuidada. Puedes dejarlas o cortarlas sin afectar a su salud. Lo importante es que la floración no sea motivo de estrés para la planta, por lo que, si aparece, asegúrate de mantener sus cuidados básicos constantes.
Porque es bonita, compacta, fácil de cuidar y se adapta a casi cualquier espacio. Su porte pequeño la hace ideal para tenerla en macetas pequeñas, terrarios o incluso integrarla en centros de mesa. Sus hojas rayadas y porte geométrico la hacen destacar en cualquier rincón. Además, es ideal si buscas plantas que necesiten poca agua o si quieres iniciarte en el mundo de las suculentas. Si sigues estos consejos, la planta cebra te acompañará durante años con un mantenimiento mínimo y una gran presencia decorativa.