Digital Cover decoracion© Meritxell Arjalaguer

Ideas de decoración

10 trucos decorativos que ayudan a bajar la temperatura… ¡sin aire acondicionado!

Por suerte, hay formas de mantener el frescor en casa sin subir la factura de la luz.Y sí, además de eficaces, quedan de maravilla


14 de julio de 2025 - 7:45 CEST

Entre junio y septiembre, hay días en los que la casa se convierte en un auténtico horno y no siempre queremos recurrir al aire acondicionado para combatir el calor. A veces por sostenibilidad, otras por economía y, muchas, simplementet, porque buscamos un confort más natural y agradable. Por suerte, hay soluciones decorativas que ayudan, y mucho, a mantener la temperatura a raya.

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No se trata de llenar el salón de ventiladores ni de mudarse a una casa blanca de paredes gruesas frente al mar –¡ya nos gustaría!–, sino de aplicar ciertos principios básicos: materiales que regulan el ambiente, colores que reflejan la luz, tejidos transpirables… En resumen, trucos o ideas decorativas para mejorar la sensación térmica y hacer que tu casa se sienta más ligera, más fresca… ¡Apunta!

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Suelo de piedra natural© Eugeni Pons

1. El suelo importa (y mucho)

¿Sabías que el suelo tiene un papel fundamental en cómo se comporta térmicamente una casa? Materiales como la madera natural, la piedra o el barro cocido, que tienen una alta inercia térmica, ayudan a mantener los interiores frescos al absorber el calor durante el día y liberarlo gradualmente por la noche. Si estás en proceso de reforma, considera estas opciones: duran, son sostenibles y ganan con el tiempo.

En esta casa, un proyecto de Ángel Martín en Mallorca, se apostó por marés, una arenisca calcárea, muy característica de las Islas Baleares, que es un excelente regulador térmico. La que ves más arriba, junto al título, está en Cadaqués y aquí el estudio de Bombí+Gómez optó por el pavimento tradicional de trencadís de pizarra, paredes encaladas en blanco y piedra desnuda en la pared del fondo.

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© Beliani

2. Una opción versátil y práctica para todo el año

Si no estás pensando en reformar, una solución es vestir el suelo con alfombras de fibras naturales como el yute o el cáñamo, que no retienen el calor y aportan una ligereza visual muy atractiva. Este modelo es de Beliani. Son perfectas para delimitar espacios y lo mejor es que cuando llegue el frío no tienes por qué retirarlas: combínalas con una base más cálida, como una alfombra de lana debajo, y añade otros textiles cálidos como mantas o cojines para equilibrar la sensación térmica sin perder ese toque natural.

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© Lupe Clemente para Casa Decor

3. Frescura natural

Los revestimientos de arcilla, ya sean pinturas o morteros, tienen cada vez más adeptos porque ofrecen algo que pocas soluciones consiguen: regulan la humedad del ambiente. 

Un ejemplo es la pintura de arcilla The Rock de la firma Ecoclay, que viene en distintos tamaños de grano –desde 0.1 hasta 0.5– para que puedas darle a las paredes la textura que más te guste, desde un acabado suave hasta uno más rugoso y estucado. Además de ese toque artesanal y natural que queda precioso, esta pintura tiene muchas ventajas prácticas: no emite compuestos orgánicos volátiles, es antiestática (lo que significa que no levanta polvo), es ignífuga, transpirable y, para rematar, actúa como biocida natural porque es antimoho, ideal para mantener las paredes sanas y limpias. En el Espacio Wink de Casa Decor 2025, inspirado en las casas toscanas y mediterráneas, se usó el acabado 0.3 en un tono llamado Montserrat Massif, creado con una mezcla de arcillas grisáceas.

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© Bruguer

4. Colores que reflejan la luz

Si crees que ya es hora de darle a tu casa un lavado de cara, el verano es un momento ideal para pintarlos días largos, la buena ventilación y el ritmo más relajado facilitan esas pequeñas obras. Y ya puestas, ten en cuenta que los tonos claros, como beis, blancos rotos, grises suaves o verdes empolvados, aportan luz, agrandan visualmente los espacios y reducen la sensación de calor. 

Bruguer acaba de lanzar Elegance, una nueva colección de pintura decorativa para interiores que cuenta con 28 tonos organizados en cuatro atmósferas cromáticas. Entre ellas, una paleta de neutros atemporales que ofrecen una base elegante y muy fácil de combinar con otros colores. Además de su propuesta estética, esta gama destaca por su fórmula de alto rendimiento: cubrición en una sola capa, aplicación sencilla y una textura mate que aporta sofisticación. Todo con una composición respetuosa con el medioambiente, bajo contenido en COVs, sello ecológico Ecolabel y envases reciclados. 

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© Lizzo

5. Tapicerías que respiran

Sofás y butacas ganan mucho cuando se tapizan con tejidos transpirables y naturales, especialmente en verano. Frente a las fibras sintéticas, que tienden a acumular calor y generar una sensación más pesada, materiales como el algodón, el lino, el cáñamo o el yute son ligeros, frescos… y por eso mismo, encajan a la perfección en ambientes que priorizan el bienestar.

En este sentido, Lizzo (firma que distribuye Pepe Peñalver) nos propone una de sus colecciones más recientes: Tabriz, tejidos resistentes y con textura, confeccionados a partir de yute, cáñamo y algodón. Los encontrarás en una paleta que va del ocre al gris piedra, pasando por terracota, verde oliva, azul lavanda o blanco roto. Su porosidad favorece el confort térmico, cualidad muy valorada en climas cálidos.

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© Arteo Home

6. Visillos ligeros

Cumplen una doble función: filtran la luz natural y permiten que el aire circule. Pero además, estas cortinas tienen un fuerte componente decorativo. En tonos claros y tejidos naturales –estos, de Arteo Home, son de lino– suman textura y movimiento, visten la ventana con una elegancia discreta y se integran fácilmente en cualquier estilo. Úsalos solos para un look limpio y ligero, o combinados con caídas más densas para controlar, ya no solo la luz, sino también tu intimidad. En cualquier caso, instálalos de techo a suelo: quedan más bonitos y se potencia el efecto de altura.

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© Create Store

7. Un clásico: el ventilador

Sí, sigue siendo una de las soluciones más eficaces y sostenibles para mover el aire. Pero además, hoy los ventiladores de techo se integran perfectamente en cualquier estilo decorativo. Hay modelos con aspas de madera; diseños minimalistas blancos, como este modelo de la firma Create, incluso versiones con luz LED regulable. El truco: elegir uno silencioso y de buena calidad. Si lo puedes instalar con temporizador o mando a distancia, mejor todavía.

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© Meritxell Arjalaguer

8. Ventilación cruzada

Este truco no cuesta un euro y es de lo más eficaz. Se trata de abrir ventanas enfrentadas o en lados opuestos de la casa para generar una corriente natural. Eso sí, juega con visillos o persianas para regular el flujo y hazlo solo por la mañana y al caer la tarde, cuando la temperatura exterior baja. Como ves, en esta casa, un proyecto de Bombí+Gómez, la disposición de los vanos y la distribución abierta favorecen la circulación del aire. 

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© MCA Studio

9. El poder de las plantas

Sí, también ayudan a bajar la temperatura. Mediante la transpiración, liberan vapor de agua y humidifican ligeramente el ambiente. Así que, ya sabes: coloca varias plantas de tamaño medio en las zonas más cálidas de la casa: la monstera, el ficus, el espatifilo o las sansevierias son opciones fáciles y decorativas. Una inspiración perfecta la encontramos en este proyecto de Paola Ribeirodonde una exuberante composición vegetal protagoniza el recibidor.

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© Philippi

10.  Elementos acuáticos: la nueva tendencia para refrescar y decorar tu casa 

En un momento donde buscamos casas más serenas, naturales y conectadas con lo esencial los elementos acuáticos –aunque sean pequeños– tienen cada vez más presencia en los interiores porque ayudan a crear sensación de paz y bienestar. Además, activan ligeramente la humedad del aire, lo que puede hacer más llevaderas las altas temperaturas.

¿Y cómo se suma una a esta tendencia? Con una fuente de interior. Hoy hay modelos silenciosos, compactos y muy estéticos, que van desde lo minimalista a lo artesanal. Su murmullo es relajante y su efecto inmediato. Puedes colocarla en una zona de paso, junto a plantas, en el recibidor o incluso en una esquina del salón para crear un pequeño "rincón de calma", como se ha hecho en este caso, con un diseño de Philippi.

Y si las fuentes no te convencen, también puedes colocar un cuenco grande con piedras y ramas verdes, un jarrón de cristal con tallos frescos, un pulverizador bonito que mantenga hidratadas las hojas… Lo que más te guste… ¡y te refresque!

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.