Retrato de la arquitecta Carolina Amorós del estudio Partchwork© Nini Cortaderas

Interiorismo

Carolina Amorós, arquitecta: “Cuando el salón y el comedor conviven, el verdadero reto no es dividir, sino conectar”

La fundadora del estudio Partchwork nos da las claves para lograr que estos dos ambientes compartan espacio de manera armoniosa, respetando sus señas de identidad y sacando partido a los metros.


3 de julio de 2025 - 18:00 CEST

En la casa actual donde las barreras se diluyen, los metros escasean y los tabiques se eliminan, la fórmula de salón comedor se convierte en la mejor alternativa para sacar partido al espacio, potenciar la parte social de la vivienda y crear un espacio común, a menudo con la cocina integrada, para el día a día. 

Para ti que te gusta

Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!

Para disfrutar de 5 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.

Este contenido es solo para suscriptores.

Suscríbete ahora para seguir leyendo.

TIENES ACCESO A 5 CONTENIDOS DE CADA MES POR ESTAR REGISTRADO.

Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.

Ya no hablamos de una estancia encorsetada, sino de un lugar para las comidas de diario, pero también para las formales, para trabajar, realizar la sobremesa con amigos, echarse la siesta… Dada su multifuncionalidad, necesitamos que sea cómodo, que todas las piezas y atmósferas estén conectadas, que puedas moverte sin tropezar… 

Para lograr una unión duradera y en armonía, hemos pedido consejo a la arquitecta Carolina Amorós, del estudio Partchwork. Estas son sus claves para distribuir y decorar con acierto un salón comedor. Por cierto, si te queda alguna duda, piensa siempre en conjunto y establece recorridos cómodos entre ambos. 

Salón comedor con vigas de madera, ventanas mallorquinas blancas, suelo de madera, sofá marrón, mesa de madera© Nini Cortadellas

Establece una conexión entre ambos ambientes 

Esta fórmula requiere que ambos espacios vayan de la mano y logren estar juntos en el día a día, sin interferir en sus actividades, sino completándose el uno al otro. “Cuando el salón y el comedor conviven en un mismo ambiente, el verdadero reto no es dividir, sino conectar. Lo importante es que ambas zonas dialoguen entre sí, que hablen el mismo lenguaje y mantengan su propia función sin competir. En mis proyectos busco siempre ese equilibrio entre belleza, funcionalidad y emoción”, señala Amorós. 

Algo que podemos apreciar en este proyecto del estudio donde, cobijados por las vigas de madera del techo, ambos mantienen una relación abierta, pero llena de armonía y elementos, colores y materiales comunes. 

© Partchwork

Unifica sin uniformar

Es importante que exista un nexo de unión entre ambos ambientes, que transmita sensación de unidad, pero de eso a apostar por el 'ir a juego' hay una gran diferencia. Como señala la arquitecta, "la continuidad visual es fundamental: materiales, paleta cromática e iluminación deben tener un hilo conductor. Pero eso no significa que todo deba ser igual. Me gusta jugar con matices: mantener el tono de la madera, pero variar su textura; repetir un color clave con distinta intensidad o combinar distintos tipos de piedra, que aporten riqueza sin saturar".

En este proyecto, ambas zonas se complementan y apoyan estilísticamente, pero mantienen sus propios rasgos y características. 

© Nini Cortadellas

Diseña zonas diferenciadas, pero sin barreras

"Una alfombra bien colocada, un mueble de transición que funcione para ambas zonas o un ligero cambio de ritmo en la iluminación pueden marcar el uso de cada espacio, sin cerrarlo. No se trata de dividir, sino de sugerir una transición natural y fluida", apunta la fundadora del estudio Partchwork. 

Separar ambientes sin tabiques logrará que tanto la luz como los metros se multipliquen, logrando que las estancias parezcan más grandes. Pero, además, ganarás en comodidad y funcionalidad. La clave está en elegir ese 'elemento separador' que mejor encaje y que no se vea como un pegote. En este proyecto de la arquitecta, el suelo que viste salón y comedor es el encargado de poner límites, sin sacrificar estilo. 

© Nini Cortadellas

Elige cada pieza con sentido

Esta unión del salón y el comedor crea la estancia más importante de la casa, con permiso de la cocina. Estamos ante el lugar donde se desarrolla la vida familiar y social, por lo tanto, el mobiliario y el resto de accesorios deben elegirse adecuadamente y teniendo en cuenta, siempre, esa visión de conjunto.

"En espacios compartidos, cada elemento tiene peso. Una mesa demasiado grande o un sofá desproporcionado puede romper la armonía. La clave está en cuidar la escala, la proporción y el diálogo entre volúmenes, formas y texturas. Nada debe estar porque sí", señala Carolina. En este espacio diseñado por la arquitecta, tanto la distribución como los 'actores' del espacio común son proporcionados y armoniosos. 

© Nini Cortadellas

Haz que la cocina forme parte del conjunto

Aunque estamos ante un espacio formado por dos estancias, en muchas ocasiones se suele sumar, de manera natural, otra al conjunto. De esta forma, con la cocina abierta se crea un ambiente común de tres zonas complementarias, que suelen estar siempre cerca y conectadas. 

"Cuando la cocina se integra en el mismo espacio, debe estar tratada con la misma sensibilidad que el salón o el comedor. Materiales nobles, líneas limpias y electrodomésticos bien resueltos (o panelados) son esenciales para mantener la armonía global. Es un todo, no tres espacios separados". En este proyecto del estudio, la cocina está totalmente integrada, tanto es así que lado de la isla que da al estar, alberga la televisión. Esto sí es que ir todos a una.

© Nini Cortadellas

Procura que luz acompañe, no que compita

El proyecto lumínico es un aspecto fundamental en la decoración del hogar, tanto por su capacidad para transformar la casa como por sus resultados visuales, que mejoran la experiencia, aumentan la funcionalidad y crean atmósferas más agradables y confortables. En espacios comunes, como el salón y el comedor, cumplen, además, otra función: diferenciar sin romper. 

"La iluminación es clave para articular sin fragmentar. Una lámpara remarcable, luz puntual en la zona de sofás o apliques sutiles en puntos estratégicos ayudan a marcar funciones, a la vez que construyen atmósfera y ritmo". En esta propuesta de la interiorista, la natural unifica, mientras que la puntual crea rincones. 

© Nini Cortadellas

Usa el arte como conector

Al igual que la luz, el arte puede cumplir una función tanto decorativa como funcional. Debes intentar que las obras no desentonen y que ayuden a crear un ambiente equilibrado. Escoge bien la ubicación (la cocina también existe, artísticamente hablando) y el tamaño, para que se integren y eleven el look de la estancia.

"Una obra bien elegida, un espejo diseñado y ubicado con intención o una composición equilibrada de piezas puede unir visualmente ambas zonas. Más que decorar, el arte da carácter, identidad y alma al espacio. Aporta ese punto emocional que convierte lo funcional en algo verdaderamente personal", apostilla. En esta imagen, el cuadro de la pared del sofá actúa como un imán, atrapa las miradas y hace que el ambiente posea personalidad. 

© Nini Cortadellas

Apuesta por la naturalidad

“La belleza no está solo en lo que se ve, sino en lo que se sugiere. Es una cuestión de equilibrio”, afirma Carolina Amorós. Y con esta regla, que busca una unión sin artificios, debemos diseñar nuestro salón comedor. Se trata de encontrar una fusión sin sobresaltos, donde no falte ni sobre nada, que permita moverte entre ambas zonas cómodamente. No fuerces su unión, las dos deben jugar en el mismo equipo. Como en este proyecto del estudio, donde la librería conecta y divide de manera natural.

© Nini Cortadellas

Mantén cierto orden visual

Una casa en orden siempre parte con ventaja frente a la desorganización y el caos. Y el salón comedor no es la excepción a esta regla decorativa. "Todo debe sentirse vivido, pero no invadido. El orden visual es fundamental. De esta forma, evitar acumulaciones, cables a la vista o rincones recargados permite que el conjunto respire", recomienda la arquitecta. Y esta cocina abierta al salón y al comedor es la prueba. No solo por aliarse con el blanco, sinónimo de limpieza, sino porque todo está en su sitio. 

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.