Iluminar la zona de la cama va mucho más allá de poner una lámpara a cada lado. Las posibilidades son infinitas y, lo mejor, ¡se pueden combinar perfectamente! Además de la clásica lámpara de mesa –siempre útil y decorativa–, se suman propuestas cada vez más presentes los dormitorios contemporáneos: apliques que liberan espacio, luminarias colgantes que aportan verticalidad, o flexos que ponen un punto moderno, incluso en interiores clásicos.
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Pero antes de elegir, conviene plantearse algunas preguntas: ¿Lees en la cama? ¿Compartes el espacio? ¿Prefieres una iluminación puntual y dirigida o te incomoda la luz directa? ¿Tu mesilla cuenta con suficiente superficie libre o prefieres liberar espacio con una lámpara suspendida o de pared? La luz junto a la cama debe ser, ante todo, funcional, para acompañar tus hábitos y necesidades.
Pero además, puede tener un carácter escultórico, casi invisible o convertirse en protagonista del dormitorio. Lo mejor es que no existe una única fórmula para iluminar el rincón de descanso con estilo y sentido práctico. Para empezar, aquí tienes 10 opciones de lo más estilosas e inspiradoras. ¿Lista para descubrir cuál se adapta mejor a ti?
Lo ideal es que el diseño de la lámpara de mesa complemente y realce el estilo de tu mesita de noche. Si el muebles tiene un diseño potente o llamativo, la luminaria debe estar a la altura para no pasar desapercibida. Tal y como vemos en este dormitorio, decorado con piezas de Jonathan Adler. Un modelo pequeño o demasiado sencillo quedaría perdido y no aportaría nada al conjunto. En cambio, si tu mesita es minimalista o discreta, sí puedes permitirte una lámpara escultural, con formas orgánicas o materiales singulares que sume un punto de interés visual.
Cuando el cabecero es de obra, se abre un mundo de posibilidades para integrar la iluminación de forma sutil y muy estética. Instalar apliques directamente en la pared de la cama no solo libera espacio en las mesitas, sino que genera una sensación de orden y sofisticación. Puedes jugar con acabados metálicos para un look más industrial o con formas curvas para un resultado más suave y envolvente. En este proyecto de Coblonal, el cabecero, elaborado a medida en chapa metálica negra e iluminado con luces LED, contrasta con la madera de roble de las mesitas de noche y con los apliques modelo TMM de Santa & Cole.
Colocar una luminaria suspendida sobre cada mesita es una solución elegante y práctica, especialmente en dormitorios pequeños o con un estilo minimalista. Lo importante es que cada pieza tenga presencia –ya sea por su tamaño, el color del cable o una pantalla llamativa– para que aporten personalidad sin recargar el espacio. Un consejo: sitúalas justo sobre las mesitas para lograr una iluminación puntual y equilibrada, como hizo Rober Quiñones-Her, de RQH Studio en este proyecto,o descentradas para un efecto visual más dinámico.
Los flexos han salido del escritorio para conquistar la zona de la cama. Su estética industrial, su practicidad y la posibilidad de orientarlos a tu antojo los convierten en aliados perfectos para los lectores nocturnos o quienes buscan una luz directa sin deslumbramientos. Además, hay versiones de madera o acabados metálicos que encajan a la perfección con ambientes nórdicos, modernos o vintage, como éste, decorado con diseños de Petra Palumbo.
Otra idea muy decorativa es instalar, no una, sino dos lámparas colgantes a cada lado de la cama, de diferentes tamaños y a distintas alturas. Así lo hizo la interiorista Mausha Marsá en este dormitorio, en el que la mezcla da ritmo y movimiento al espacio. Si te gusta la idea, recuerda que la clave está en que mantengan una conexión visual, ya sea por los materiales o los colores, y que las formas se complementen sin competir. Conseguirás un rincón con mucha personalidad.
No todos los apliques tienen que ser discretos. Algunos están diseñados para ser auténticas piezas de arte mural. Con formas sorprendentes, materiales inesperados o luces que se proyectan de manera escultórica sobre la pared, elevan la decoración a otro nivel. Y si no, fíjate en este proyecto de GC Studio. ¿Lo mejor? Aportan luz sin ocupar superficie, algo fundamental en mesitas pequeñas.
En este dormitorio, la interiorista Pia Capdevila combinó un cabecero de madera de roble retroiluminado con una luminaria colgante a cada lado de la cama. Un acierto tanto estético como funcional, ya que mientras el LED aporta una luz ambiente suave y continua que enmarca la zona de descanso, las luminarias –en este caso, el modelo Flowerpot, de &Tradition– suman un foco de luz más puntual y decorativo. El efecto conjunto es sofisticado y muy cálido, ideal para interiores contemporáneos y envolventes.
¿Quién dijo que las dos luces al lado de la cama tienen que ser iguales? Romper con la simetría tradicional puede darle un aire mucho más fresco y original a tu dormitorio. En este caso, el equipo de Boho Studio colocó un aplique en un lado y una lámpara colgante en el otro. Una fórmula que no solo añade interés visual, sino que también se adapta genial a habitaciones con distribuciones irregulares o cuando uno de los lados está más pegado a la pared, donde no es práctico colocar un modelo de suspensión.
Cuando se trata de versatilidad, pocos ganan a los apliques articulados (este es de la firma House Doctor). Su brazo móvil permite ajustar la luz para leer, trabajar o relajarse sin molestar a quien duerme al lado. Además, su diseño se adapta tanto a estilos modernos como clásicos si eliges el acabado adecuado. Es perfecto para quienes quieren prescindir de las mesitas o para dormitorios donde cada centímetro cuenta.
No hace falta una lámpara enorme para lograr un gran efecto. Un diseño mini, bien elegido, puede ser el detalle que defina todo el espacio. Son piezas ideales para mesitas estrechas o dormitorios con una estética limpia y minimalista. Un ejemplo perfecto es el modelo Timberline, de la firma Gubi; una versión de escritorio del clásico diseño de Mads Caprani. Conserva su forma característica de cuello de cisne y su estilo escandinavo de los años 70, adaptado en un formato más compacto. Está fabricada con un cuerpo de madera curvada en roble y abedul, tiene una base de hierro fundido que le da estabilidad y una pantalla ajustable que permite orientar la luz.
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