¿Organizas bien tu cocina? Estos 10 errores podrían estar destrozando tu orden sin darte cuenta

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1. No pensar en el uso que le das a tu cocina

¿Cómo usas tu cocina cada día? ¿Qué tareas son las que realizas en ella? Piensa si cocinas a diario o no, si comes en ella, si usas el espacio para estudiar o trabajar, si los niños juegan allí o hacen los deberes, etc. La forma en que usas tu cocina será lo que te indique cómo ha de ser el espacio futuro y, por tanto, el proceso de reforma. Además de pensar en la estética tendrás que valorar qué elementos necesitas. Si cocinas mucho, te vendrá bien mucho espacio de trabajo, de almacenaje, de cocinado, etc. Si te gusta estar en la cocina, comer o trabajar en ella necesitarás un espacio de office, con una mesa práctica y cómoda. ¿Eres de los que disfrutan con los últimos gadgets y accesorios de cocina? Entonces tendrás que planificar mucho espacio de almacenaje. 

2. No asignar espacios de almacenaje para cada objeto

El clásico lema "un sitio para cada cosa y cada cosa en su sitio" adquiere una gran relevancia en lo que al orden de la cocina se refiere. Por eso es esencial eliminar del espacio todo aquello que no necesitas, para evitar que esté rodando por todas partes, ya que no tiene lugar asignado. Conserva todo lo que sí te resulte práctico y busca un sitio para guardarlo donde lo tengas a mano. De esta forma cocinar, fregar la vajilla y colocarlo todo será mucho más sencillo. 

Contar con los accesorios de almacenaje adecuados nos ayuda a organizar la cocina correctamente. Como el sistema de almacenaje inteligente de las cocinas de Conforama (en la imagen), que permite diseñar el interior de los cajones en función de las necesidades. En lugar de cajones al uso, unas cestas extraíbles pueden resultar funcionales y decorativas. 

Un consejo: ¿Tienes cosas duplicadas? Revisa con frecuencia tus elementos y accesorios de cocina y elimina aquellos que tengas repetidos para mantener la cocina en orden. 

3. No ordenar por categorías

Si no clasificas las cosas que hay que guardar en la cocina antes de asignarles un sitio, acabará por mezclarse todo y será imposible conservar un cierto orden en armarios y cajones. Por eso, antes de ordenar los utensilios de cocina, clasifícalos en grupos según su uso y decide cuál será el espacio más adecuado para guardarlos. 

Los elementos de la vajilla, los utensilios para cocinar, cazuelas y ollas, las cosas del desayuno, etc. Lo más adecuado es separar las cosas en función del uso para el que están destinadas: utensilios de preparación, de cocinado, para servir o de limpieza. Para colocar todas estas cosas y accesorios contamos con muchas opciones de almacenaje, cerradas y abiertas: armarios, gavetas y cajones, estanterías, etc. 

4. Descuidar la accesibilidad

Lo que no está a mano... no se usa. Si el día a día es ya bastante complicado, con las prisas y las exigencias de la vida cotidiana, una cocina poco accesible empeora las cosas. Por eso es importante colocar aquellos objetos y utensilios de uso habitual en lugares a los que resulte fácil llegar. Si los guardas en sitios altos o de difícil acceso, o bien no los usarás nunca, o bien no los colocarás en su sitio y estarán rodando por la encimera. Procura que tus opciones de orden y almacenaje sean prácticas y fáciles: es la mejor forma de asegurarte de que las utilizarás a diario. 

Un consejo: deja los estantes más altos de los armarios, o los huecos más profundos, para aquellas cosas que solo necesitas de vez en cuando. 

5. Colocar los utensilios en la zona en la que se usan

A la hora de decidir cómo organizar las diferentes áreas de la cocina, es importante hacerlo teniendo en cuenta el triángulo de trabajo: es el que se plantea entre la zona de lavado, de cocción y de frío. Cuando se tienen bien definidas las distintas áreas, resulta más cómodo buscar espacios de almacenaje para cada grupo de utensilios en función de las zonas en las que se necesitan. 

Es buena idea, por ejemplo, colocar el armario para la vajilla cerca del lavaplatos y el fregadero. Conviene guardar las cazuelas y ollas cerca de la placa de cocción, en la parte inferior, así como los cucharones, las espumaderas y las tapaderas para tenerlos a mano cuando los necesites. Los productos de limpieza, estropajos y bayeta, están bien debajo del fregadero. 

6. No despejar la encimera

Cuando cometemos errores de organización como los que estamos describiendo en este artículo, se producen consecuencias que atentan contra el orden de la cocina. Una de ellas consiste en dejar en la encimera ciertos elementos fijos, como la cafetera, la tostadora, el rollo del papel absorbente, etc. Si el almacenaje de nuestra cocina no está bien pensando, no logramos despejar la encimera, que se llena de cosas haciendo que el ambiente resulte caótico. Lo mejor es tratar de buscar la forma de tener guardados los pequeños electrodomésticos y el resto de elementos para que no causen desorden visual. 

Un consejo: si quieres tener a mano algunas cosas en la encimera, puedes buscar una bandeja del tamaño adecuado en la que reunirlas. Así aumenta la sensación de orden y combates el caos. 

7. No aprovechar el interior de los armarios

Un buen diseño de la cocina permitirá rentabilizar al máximo el interior de los armarios de cocina, tanto de los módulos inferiores como de los superiores, y de los módulos de esquina, más complicados. Existen elementos que te ayudan a salvar ciertos obstáculos, como las bandejas extraíbles de este mueble esquinero de Conforama, pensados para facilitar el acceso al interior. También merece la pena añadir estantes adicionales al interior para ocupar el espacio, o bandejas giratorias en lugares de difícil acceso. Usar diferentes tipos de accesorios ayuda a tener mayor visibilidad del interior de los armarios. 

8. Sobrecargar armarios y cajones

Este error es habitual en muchas cocinas: queremos guardar muchas cosas en muebles y cajones y terminamos por llenarlos demasiado. El resultado no puede ser peor: los cajones abren y cierran mal, aumenta la dificultad para encontrar lo que buscamos, apilamos cosas que se desmoronan, etc. Si estás viviendo esta situación en tu cocina no queda otra que hacer inventario, eliminar las cosas que guardas y no necesitas para tener mucho menos que almacenar, y diseñar el interior de los muebles con funcionalidad.  

Los muebles con puertas de madera y cristal estilo vitrina, como los que vemos en esta cocina de Ikea, son una buena solución para este problema. Al quedar a la vista el interior, procuramos tenerlos ordenados y no tendemos a llenarlos de cosas. 

9. No usar contenedores iguales

Esta solución es tan sencilla como efectiva: utilizar frascos y recipientes iguales para almacenar alimentos como pasta, legumbres, harina, azúcar, etc., es una forma genial de organizar el espacio, ya que la sensación que se transmite es de orden. Es buena idea elegir botes de plástico transparente o de vidrio que dejen a la vista el contenido, lo que facilita la tarea de cocinar. También se puede apostar por accesorios de madera y de loza blanca, como en este rincón de una cocina de Leroy Merlin. Elegir y utilizar dos o tres materiales para todos estos elementos sirve para unificar la decoración de la cocina. 

10. No aprovechar el almacenaje vertical

Las paredes ofrecen una superficie genial para complementar el almacenaje de la cocina. Puedes fijar una barra en la que colgar sartenes o cazos de cobre como en la imagen, muy decorativos. También puedes instalar baldas voladas y fijar ganchos en la parte inferior para colgar las tazas del asa, o paños de cocina. La idea es rentabilizar las paredes añadiendo un toque decorativo. Una rejilla puede ser también un soporte en el que colgar accesorios. Existen multitud de ideas para desarrollar al máximo el almacenaje vertical.