Cangrejo de las nieves y salmón de Noruega: 2 recetas fáciles y deliciosas que van a solucionar tu menú de Navidad

Hay tradiciones que nunca fallan —el brindis, los villancicos o las reuniones familiares—, pero cuando se trata del menú navideño, a todos nos gusta quedar bien con nuestros invitados, pero tampoco queremos pasar horas y horas en la cocina. Por eso, cada vez más chefs y amantes de la cocina apuestan por los productos del Mar de Noruega, una garantía de calidad para platos con mucho sabor, frescura y una materia prima excelente para elaborar recetas super fáciles, rápidas y deliciosas. 

De las profundidades del mar de Barents llega el cangrejo de las nieves, con una carne blanca exquisita y dulcemente salada. Y, cómo no, el salmón noruego, criado en aguas cristalinas y rico en nutrientes, reconocido en todo el mundo por su textura jugosa y su alto contenido en proteínas y omega-3. Dos ingredientes de lujo, pero accesibles, que transforman cualquier comida o cena de Navidad en un festín digno de un restaurante de una estrella Michelin.

Una versión deliciosa que combina lo mejor de Noruega con los sabores mediterráneos de toda la vida. La suavidad del cangrejo noruego se funde con el pimentón, el ajo y el tomillo para crear un plato cálido, aromático y sorprendentemente fácil de preparar.

Ingredientes (para 4 personas):

• 1 kg de patas de cangrejo de las nieves de Noruega
• 250 g de mantequilla
• 2 cucharadas de pimentón
• 4 dientes de ajo
• 3 cucharadas de tomillo fresco
• Sal y pimienta al gusto
• 2 pimientos rojos grandes
• 5 dientes de ajo
• 250 ml de aceite de oliva
• Aceitunas verdes y pan para servir

Elaboración:

1. Prepara los pimientos asados. Precalienta el horno a 175 °C. Retira las semillas de los pimientos y córtalos en tiras. Asa junto a los ajos y el aceite durante unos 10 minutos, hasta que estén tiernos.
2. Prepara la mantequilla aromática. Mezcla mantequilla a temperatura ambiente con ajo picado, tomillo, pimentón, sal y pimienta.
3. Abre las patas de cangrejo. Córtalas por las articulaciones y ábrelas a lo largo para exponer la carne. Colócalas en una bandeja de horno con la carne hacia arriba.
4. Hornea. Sube la temperatura a 200 °C, unta la mantequilla de hierbas sobre el cangrejo y hornea 5 minutos.
5. Sirve. Acompaña con los pimientos asados, pan crujiente y unas aceitunas verdes.

Después del festín del cangrejo, llega el turno de un plato ligero, aromático y absolutamente delicioso. El salmón noruego, cocinado al vapor con hierbas frescas, mantiene todo su sabor y jugosidad. La crema agria con toque de lima y el aceite verde de cebollino aportan frescura y contraste, haciendo de este plato el equilibrio perfecto entre sofisticación y sencillez.

Ingredientes (para 4 personas):

• 4 lomos de salmón noruego fresco, desespinado y con piel
• Eneldo, perejil y cebollino frescos
• Sal
• Para la crema agria:
• 150 g de nata 38 %
• 80 g de nata 18 %
• Zumo de una lima
• Sal

Para el aceite de cebollino:

• 50 g de cebollino
• 50 g de aceite de oliva virgen extra

Elaboración:

1. Cuece al vapor. Infusiona las hierbas en agua caliente 10 minutos, coloca los lomos de salmón en la vaporera y cocina 6 minutos.
2. Prepara la crema agria. Mezcla las natas con el zumo de lima y una pizca de sal hasta obtener textura de yogur.
3. Haz el aceite. Escalda el cebollino, tritúralo con el aceite y cuélalo para obtener un color verde intenso.
4. Sirve. En la base del plato coloca tres cucharadas de crema agria, añade el salmón y decora con unas gotas de aceite de cebollino.

Si algo define a los productos de Mar de Noruega, es su autenticidad. En sus aguas gélidas nacen los mejores pescados y mariscos del mundo, capturados de forma sostenible y con respeto al entorno. El cangrejo de las nieves y el salmón noruego son los protagonistas perfectos para un menú navideño exquisito y muy fácil de preparar. Combínalos en tu mesa con un vino blanco frío o un cava y añade unas velas para crear un ambiente todavía más acogedor. Y ya tienes la receta definitiva para una Navidad con sabor a mar, a celebración y a momentos que merecen la pena repetir.