Este miércoles 19 de noviembre, la casa Grimaldi celebra uno de sus fechas grandes: el Día Nacional de Mónaco. Desde primera hora de la mañana, la Familia real monegasca sigue una intensa agenda que comienza con la tradicional misa en la Catedral y finaliza con el oncierto, donde veremos a Charlene, Carolina, Carlota y el resto de royals de Mónaco con vestidos de gala. Pero también la jornada ha empezado llena de estilo con los trajes que han lucido en el acto religioso, donde la esposa del príncipe Alberto ha destacado gracias a un detalle de belleza: su peinado, una idea perfecta y favorecedora para invitadas con tocado.
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El nuevo uniforme royal y un peinado especial
Siguiendo los pasos de la reina Letizia y la princesa Leonor, Charlene de Mónaco parece haber hecho del traje de americana y pantalón su look formal favorito. Hace solo tres semanas, acudía a la presentación de la nueva brigada canina de la Seguridad Pública Monegasca con un conjunto beige de corte clásico y más bien masculino. Hoy, en el Día Nacional de Mónaco, ha continuado explorando los infinitas posibiñlidades de los dos piezas, aunque se ha decantado por un diseño más moderno y femenino.
Para la cita matutina, Charlene ha escogido una americana de grandes solapas y cintura ajustada. Por ese corte ceñido, y también por los grandes botones forrados en el mismo tejido, la chaqueta recuerda mucho a la estética sofisticada de la maison Dior. Esta pieza se combina con un pantalón acampanado y una blusa con lazada pussy bow, todo en blanco, un color que cada vez gana más presencia en eventos de otoño/invierno.
Pero, sin duda, el toque más elegante de todo el look lo pone el tocado, un diseño tipo plato con rejilla a juego con el tono del traje. Charlene lo ha colocado en diagonal sobre el lateral derecho de su rostro, cubriendo sus ojos y mejilals con la red, y lo ha acompañado del peinado perfecto para este tipo de accesorios: un moño asimétrico.
Y es que, para equilibrar la posición del tocado, Charlene ha recogido su melena en el lado opuesto, el izquierdo, en un moño clásico y pulido. Para conseguir el acabado perfecto, ha utilizado una rejilla del mismo color de su melena rubia, tal y como puede apreciarse en las imágenes. Con ese truco de profesional, logra que el recogido se mantenga durante más horas, sin pelitos sueltos y sin moverse de esa posición inclinada que ha sido elegida a conciencia.
Para completar el look, la Princesa ha recurrido a unos sencillos (y favorecedores) pendientes de brillantes y un maquillaje sorprendente: si bien la piel y los labios tienen un acabado muy natural, ha querido intensificar su mirada con el eyeliner burdeos que es tendencia y realza, especialmente, los ojos claros.