Así es el borrador instantáneo de bolsas que ha transformado mi mirada por las mañanas en tan solo 15 minutos


Confieso que el contorno de ojos siempre ha sido mi talón de Aquiles. Ni el mejor corrector del mundo era capaz de disimular esas bolsas que me hacían parecer más cansada. Pero después de probar este producto mi rutina ha dado un giro inesperado

En colaboración con

L'Oréal Paris


© Adobe Stock
22 de octubre de 2025 - 17:22 CEST

Siempre he tenido claro que la piel de alrededor de los ojos es la zona más delatora de la edad. Puedes dormir ocho horas o apenas tres, y aun así la mirada no miente. Se nota todo, desde el cansancio hasta las emociones. En mi caso, las bolsas eran una constante. Había días en los que me levantaba y sentía que reflejaban una versión de mí mucho más agotada de lo que realmente estaba. Ni el maquillaje ni los parches de hidrogel lograban el efecto que buscaba: borrarlas o, al menos, mejorarlas. Al final, lo único que conseguía era camuflar un poco el problema, pero nunca eliminarlo. 

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Por eso cuando descubrí el Borrador de Bolsas Instantáneo Revitalift Laser de L’Oréal Paris, me llamó la atención su promesa: actuar en apenas 15 minutos con un efecto tensor visible que se prolonga durante horas. No era el típico contorno de ojos global, sino una fórmula diseñada específicamente para reducir bolsas, suavizar arrugas y devolver firmeza a la zona más delicada del rostro. Y te diré que he probado muchas opciones, pero ahora vas a entender qué es lo que realmente me hizo convertirme en una verdadera devota de este en concreto. 

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Qué tiene de especial este contorno de ojos con efecto borrador de bolsas

Lo primero que me sedujo fue su textura. No es la clásica crema densa que tarda en absorberse. Se aplica como un gel ligero que, al secarse, crea una película invisible sobre la piel. Esa “segunda piel” es la que aporta el efecto tensor. Notas, literalmente, como la zona se alisa y las bolsas parecen difuminarse. La sensación es curiosa, como si la piel se recolocara, pero sin aportar rigidez.

Detrás de este resultado hay una tecnología muy trabajada. Entre sus activos más destacados están el Airlicium, que ofrece un efecto difuminador y matificante, y los elastómeros de silicona, que permiten que la fórmula sea flexible y cómoda durante todo el día, incluso con el movimiento natural del parpadeo. Además, una malla tensora actúa de forma inmediata para mejorar la firmeza y suavizar la textura de la piel.

El antes y el después en mi mirada

Reconozco que me costaba creer que algo cosmético –sin necesidad de recurrir a la medicina estética– pudiera tener un efecto tan rápido, pero lo comprobé la primera vez que lo usé. A los 15 minutos, mis bolsas habían bajado visiblemente y las arrugas finas parecían menos marcadas. Lo mejor es que no se trata de un efecto fugaz. Aguanta hasta 8 horas* y, conforme pasan las horas, la zona incluso luce más suave y firme.

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Como tengo los ojos bastante delicados, me preocupaba que pudiera irritar o resecar, como ya me había pasado con otros contornos. Pero está testado bajo control oftalmológico y lo toleré sin problema. Eso sí, descubrí que la clave está en aplicarlo por la mañana, esperar esos 15 minutos sin gesticular demasiado, y después seguir con la rutina habitual de maquillaje. Y aquí descubrí otra de sus ventajas: mejora el resultado del corrector. Sí, estás leyendo bien. Al tener la piel más lisa y sin tantas bolsas, el producto se asienta mejor, no se cuartea y dura más tiempo intacto. Es como preparar el lienzo antes de pintar, todo luce mejor.

Un básico en mi neceser avalado por 83 mujeres

Más allá de mi experiencia, hay estudios clínicos** que avalan todo lo que te he contado en este artículo. En el 95% de las mujeres que lo probaron, las bolsas se redujeron visiblemente, y en el 94% la zona se veía más firme y suave. Yo era escéptica con esas cifras, pero ahora entiendo de dónde vienen. Hoy ya no me planteo mi rutina sin este gesto. Lo aplico en esas mañanas en las que necesito que mi mirada recupere frescura al instante –y borrar las bolsas que me llevan persiguiendo toda la vida–. Me acompaña siempre en el neceser porque sé que puede salvarme de un día complicado frente al espejo.

Eso sí, hay algo que para mí es igual de importante que aplicarlo bien por la mañana: retirarlo por la noche con un limpiador que arrastre fórmulas resistentes al agua. Desmaquillar en profundidad la zona del contorno es la mejor manera de cuidar la piel delicada de los ojos y de que cualquier tratamiento funcione mejor. Y al final, de eso se trata, de mimarnos un poco más y descubrir pequeños aliados que hacen que cada día nos veamos —y nos sintamos— mejor.

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