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Manicura a prueba de verano: trucos para que tus uñas sobrevivan al sol, la sal y el cloro

Tu guía infalible para lucir una manicura perfecta y siempre impecable


15 de julio de 2025 - 6:00 CEST

El verano es esa estación maravillosa que huele a coco, suena a olas rompiendo y sabe a mojito bien frío. Pero también es la época del año en la que nuestras uñas sufren más: sol abrasador, baños infinitos, cloro en la piscina, sal en el mar, y mil aventuras que ponen a prueba hasta la mejor manicura. Y sí, a todas nos ha pasado eso de mirarnos las uñas al tercer día de vacaciones y verlas descascaradas, apagadas o simplemente desastrosas. Si eres de las que ama lucir manos impecables en la playa, en la piscina o en los atardeceres con cóctel en mano, este artículo es para ti. Te traemos los 12 mejores consejos, trucos y secretos para blindar tu manicura frente a los temidos enemigos estivales: el sol, la sal y el cloro.

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Media Image© @sarahtey_

Elige esmaltes de larga duración

En verano, olvídate de los esmaltes tradicionales que duran lo justo. Lo que necesitas son fórmulas resistentes, que soporten los baños de mar, los rayos del sol y los cócteles agitados. Los esmaltes long-lasting o semipermanentes son tus mejores aliados, ya que están diseñados para adherirse mejor a la uña y resistir el desgaste diario. Si quieres aún más durabilidad, considera hacerte una manicura de gel: con buen cuidado, puede durar hasta tres semanas sin perder el brillo.

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© @isabelvinagree

El poder de una buena base protectora

Nunca, nunca subestimes el poder de una base. Aplicarla antes del esmalte de color no solo prolonga la duración de tu manicura, también evita que el pigmento manche o debilite tus uñas. En verano, apuesta por una base fortalecedora con vitaminas como la E, la B5 o queratina. Esto ayuda a combatir el resecamiento que provocan el sol y el cloro. Una base buena es como el protector solar de tus uñas: invisible, pero imprescindible.

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© @kuypernailart

'Top coat': el escudo contra el verano

El top coat no es solo el paso final para un acabado brillante. Es un auténtico escudo antiverano. Esta capa transparente ayuda a sellar el esmalte, protegiéndolo de la humedad, la fricción con la arena, el salitre del mar y los productos químicos de la piscina. Para un resultado realmente duradero, aplica una nueva capa cada dos o tres días. Notarás cómo el color se mantiene vibrante y libre de grietas.

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© @sarahtey_

Evita el contacto prolongado con el agua

Sí, lo sabemos: es verano y quieres pasar horas en la piscina o en el mar. Pero ten en cuenta que el agua, especialmente si contiene cloro o sal, reblandece las uñas, las hace más propensas a romperse y acelera el desgaste del esmalte. Intenta alternar los chapuzones con momentos al sol o a la sombra, y cuando salgas del agua, seca bien tus manos. Incluso puedes llevar una toalla pequeña en tu bolsa de playa solo para eso. 

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© @isabelvinagree

Lima en lugar de cortar

Con el calor, las uñas pueden volverse más frágiles y quebradizas. Por eso, en verano es mejor evitar las tijeras o cortaúñas, que pueden causar pequeñas fisuras. En su lugar, opta por limarlas suavemente, siempre en una sola dirección, con una lima de cristal o de grano fino. Así conseguirás un borde más suave, menos propenso a romperse. Y recuerda: las uñas cuadradas con bordes redondeados son las que mejor resisten.

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© @pop_polished

Aceite de cutículas: tu ritual diario

¿Sabías que las cutículas secas y agrietadas pueden arruinar la apariencia de toda tu manicura? El sol, la sal y el cloro tienden a resecarlas rápidamente, por lo que es fundamental hidratarlas a diario. Aplica aceite de cutículas cada noche antes de dormir: solo necesitas una gota por uña. Masajea suavemente y deja actuar. Puedes usar aceites naturales como el de almendras, jojoba o coco, que además huelen delicioso. Tus uñas se verán más sanas, brillantes y fuertes.

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© @isabelvinagree

Colores claros, tus mejores aliados

Aunque los tonos oscuros son elegantes, en verano pueden jugar en tu contra. El calor y el sol directo hacen que se agrieten más rápido y que pierdan el brillo en menos tiempo. Además, las uñas oscuras evidencian más las imperfecciones. En cambio, los colores pastel, blancos, neones o tonos coral reflejan mejor la luz y ocultan los pequeños desgastes. Y como bonus: realzan el bronceado como por arte de magia.

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© @maddiej_nails

Protege tus manos en las tareas domésticas

Aunque estés en modo vacaciones, siempre hay tareas domésticas que hacer: fregar, limpiar, ordenar… Y muchos de esos productos contienen químicos que desgastan tu esmalte o debilitan tus uñas. Usa siempre guantes al manipular productos de limpieza o al lavar platos. Puede parecer un detalle menor, pero es uno de los hábitos que más ayuda a conservar tu manicura intacta durante más tiempo.

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© @thenaillologist

Hidrata tus manos después de tomar el sol

Así como aplicas aftersun en tu cuerpo tras un día de playa, tus manos también necesitan ese mimo extra. El sol puede deshidratar la piel de tus manos y hacer que tus uñas se vuelvan opacas y quebradizas. Lleva siempre una crema hidratante ligera pero nutritiva en tu bolso. Las que contienen aloe vera, manteca de karité o vitamina E son ideales para regenerar la piel y fortalecer las uñas tras la exposición solar.

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© @isabelvinagree

Guarda tus esmaltes en la nevera

Sí, has leído bien: en verano, el calor puede estropear tus esmaltes mucho antes de que los termines. Las altas temperaturas alteran su textura, los vuelven más espesos y difíciles de aplicar, y hasta pueden hacer que se separen los componentes. Para evitarlo, guarda tus esmaltes en un lugar fresco, seco y lejos del sol directo. Y si hace mucho calor, mételos directamente en la nevera. No se estropean, al contrario: conservarán mejor su consistencia y durarán más tiempo tanto en el frasco como en tus uñas. 

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© @sarahtey_

Renueva tu manicura antes de que se estropee

No esperes a que tu esmalte se vea agrietado o tus uñas se rompan para actuar. En verano, lo ideal es hacer una mini renovación cada 7 a 10 días. Retira con cuidado el esmalte, lima si hace falta, aplica una nueva base, color y top coat. También puedes hacer solo un retoque en casa para revivir el brillo. Prevenir es mejor que lamentar… y mucho más bonito.

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© @pop_polished

Lleva siempre un kit de emergencia

Un pequeño accidente puede ocurrir en cualquier momento: una uña que se rompe, un esmalte que salta, una cutícula rebelde… Por eso, es recomendable llevar un mini kit de rescate para el verano. Incluye una lima pequeña, un esmalte transparente, aceite de cutículas y unas toallitas quitaesmalte. Cabe en cualquier bolso de playa y puede salvarte de una situación beauty crítica. Porque, seamos sinceras, una buena manicura siempre levanta el ánimo.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.