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La infanta Cristina ha llegado a los 60 años con una imagen notablemente más cuidada y rejuvenecida. No hay duda de que la hermana del rey Felipe ha experimentado una evolución discreta pero muy significativa, tal y como hemos podido comprobar en sus últimas apariciones públicas. Doña Cristina ha estrenado década desafiando al paso del tiempo y es algo que no ha pasado desapercibido, especialmente para los expertos, que aplauden los cambios que ha introducido en su look para lucir así de radiante.
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Podría decirse que todo comenzó hace tres años, cuando le extirparon la verruga alunarada que tenía en la cara, considerada una gran seña de identidad. Después se cortó el pelo y estrenó nuevo look, incluyendo poco a poco pequeños cambios que la han llevado hasta su imagen actual. También es evidente la mejora en la calidad de su piel, su elección de un maquillaje más armónico y nuevos peinados que suavizan sus facciones. Todo ello sin renunciar a la naturalidad.
La infanta Cristina, a la que le gusta cuidarse y sigue una rutina diaria tanto deportiva (haciendo pilates, running, tenis, hípica, baloncesto, atletismo, esquí y vela) como de alimentación y de tratamientos de belleza que contribuyen a ese aspecto más elegante y favorecedor del que hablamos.
Piel más cuidada y efecto 'glow'
Para analizar esta nueva versión de la hija de Juan Carlos I y la reina Sofía, nos hemos puesto en contacto con dos profesionales del sector beauty que nos han dado su opinión al respecto. "En sus últimas apariciones públicas, la infanta Cristina ha mostrado una imagen notablemente más natural y rejuvenecida. Se aprecia especialmente una piel visiblemente más cuidada, hidratada y luminosa", nos cuenta Myriam Yébenes, CEO de Maribel Yébenes.
"Es un efecto que suele asociarse a tratamientos dermatológicos avanzados como 'Hydrafacial', radiofrecuencia para estimular el colágeno o luz LED, siempre aplicados de forma personalizada", añade.
La experta cree que es importante tener en cuenta "en qué momento se encuentra la piel para poder seleccionar los tratamientos más adecuados". En este sentido, "todo indica que la Infanta cuenta con un excelente equipo de profesionales que la asesora, ayudándola a realzar su belleza de manera discreta, elegante y acorde con su estilo personal".
Un maquillaje más armónico
También nos hemos puesto en contacto con el maquillador profesional David Francés para hablar de los looks con los que la hermana del Rey se ha convertido en el centro de todas las miradas en sus últimos actos públicos, convirtiéndose en una estilosa invitada. "El maquillaje de la infanta Cristina ha mejorado notablemente en cuanto a frescura y luminosidad de la piel. Los rasgos de su cara se aprecian más suaves, dulcificados y armoniosos, lo que contribuye a esta imagen rejuvenecida", afirma.
Habitualmente, opta por tonos clásicos y atemporales —auténticos "fondos de armario" en el maquillaje— como los marrones o los grises oscuros, que aportan profundidad sin estridencias. "Sin embargo, tengo la sensación de que podría explorar más posibilidades cromáticas", opina Francés. En ese sentido, asegura que "es muy probable que se le hayan sugerido otras opciones y que su preferencia personal la incline hacia tonos más discretos". "Sin embargo, el maquillaje, concebido como un verdadero arte, ofrece un vasto repertorio de efectos ópticos que, aplicados con maestría, pueden transformar sutilmente la fisonomía sin perder la esencia de la elegancia y la naturalidad".
¿Un paso más?
El make up artist aplaude la transformación de la infanta Cristina en este último tiempo, pero tiene claro que "un uso más audaz de las técnicas de maquillaje podría optimizar aún más su imagen". Por ejemplo, nos cuenta el experto: "Es posible conseguir un efecto de párpado elevado que realce la mirada, algo que no se aprecia en las fotografías actuales. Asimismo, el arte de la modulación facial, mediante el juego de volúmenes y sombras, permite disimular el rictus de expresión o estilizar la línea de la mandíbula, logrando un rostro más esculpido y definido. Acompañar esa piel tan bien trabajada con estas técnicas más avanzadas sería un verdadero acierto y potenciaría enormemente su belleza".
La pregunta que le surge al experto es si la infanta Cristina, quizás por reticencia a experimentar con nuevos estilos, prefiere mantenerse en su zona de confort. "Sin embargo, no cabe duda de que los resultados serían espectaculares". "Aprovechando la ocasión, me gustaría señalar que los tonos en la gama de berenjenas y lilas oscuros son intrínsecamente elegantes y sofisticados. Estoy convencido de que estos colores le sentarían magníficamente, añadiendo un toque de distinción y modernidad a su estilo. Sería fascinante verla explorar estas opciones y descubrir cómo realzan aún más su belleza natural", concluye.
Peinados: naturalidad con intención
La evolución también se percibe en su cabello. La Infanta ha abandonado los estilos más estructurados para dar paso a peinados con más movimiento y naturalidad. Las ondas suaves, el volumen trabajado y el uso de tonos cálidos —como el rubio miel con matices dorados— aportan suavidad y luz al conjunto. En citas especiales sigue decantándose por los moños bajos algo más elaborados, con torcidos, trenzas... que componen un dibujo muy elegante, pero con ese toque original que tanto le gusta. El resultado es un peinado funcional y sofisticado, encontrando el equilibrio perfecto entre discreción y renovación.
Su estilo, ahora más depurado, evidencia una voluntad de actualizar su imagen siendo fiel a su personalidad. No hay estridencias ni artificios: sólo decisiones bien pensadas que, en su conjunto, construyen una presencia más luminosa, actual y serena. Un cambio que no responde únicamente a la estética, sino también a una actitud madura ante el paso del tiempo: la de quien elige cuidarse, evolucionar y proyectar lo mejor de sí misma con elegancia y naturalidad.