Disfrutar de la luz natural todos los días es sinónimo de salud, de hecho, cuando la piel se expone a los rayos UVB del sol, el organismo convierte un tipo de colesterol en vitamina D3, la forma activa de esta vitamina que ayuda al cuerpo a absorber calcio y fósforo, minerales esenciales para mantener los huesos fuertes; y previene enfermedades como la osteoporosis, el raquitismo y la osteomalacia. Aunque la exposición óptima debe durar de 10 a 30 minutos y la protección solar es innegociable. Para conseguir ese tono dorado en la piel tan favorecedor sin peligro de quemaduras y otras complicaciones, los autobronceadores se convierten en aliados poderosos.
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A pesar de que las fórmulas de este tipo de cosméticos hayan mejorado tanto que imiten a la perfección el mismo color que resulta tras pasar horas tumbada al sol y ya no tengan ese olor característico que desprende la reacción química entre la piel y la dihidroxiacetona (DHA) bronceadora, sigue despertando respeto. Los parches por la acumulación desigual del pigmento o un acabado anaranjado son las razones por las que muchas las evitan; sin embargo, con una aplicación y elección de autobronceador correctos, el resultado es como el de haber llegado de una semana de vacaciones en la playa.
5 pasos para aplicar bien el autobronceador
Para conseguir el bronceado perfecto, los expertos revelan cuáles son los pasos imprescindibles que aseguran un resultado natural y homogéneo:
- Exfoliar el cuerpo: el primer paso que asegura un bronceado uniforme.
- Extender el autobronceador: "Recomiendo aplicar el producto con una manopla específica de manera uniforme con movimientos suaves y circulares, evitando o aplicando menos cantidad en las zonas más queratinizadas como la de los codos o la de los talones", apunta Ana Santamarina, experta en dermocosmética y fundadora de Santamarina Cosmetics.
- Usar la cantidad adecuada: "Aplicar más cantidad de autobronceador no intensifica el color, solo aumenta el riesgo de un resultado desigual. Lo mejor es aplicar una capa uniforme y, si se desea un tono más intenso, repetir la aplicación al día siguiente", aconseja Ana Sacristán Palos, directora de formación de Vagheggi España.
- Incidir en zonas complicadas: es decir, las "chivatas" en las que se suele acumular el pigmento. "Como tip personal, me gusta aplicar el producto con una brocha de maquillaje limpia en la zona de las manos y los pies, para un acabado más perfecto y que no queden marcas de corte demasiado evidentes", añade Santamarina.
- Hidratar a diario: "Recomiendo hidratar la piel diariamente con una crema hidratante que prolongue la duración del color. También se debería evitar la exposición excesiva al agua y al sudor, ya que esto puede hacer que el bronceado se desvanezca más rápido", asegura la experta en dermocosmética. Además, advierte sobre el uso de fórmulas con retinol o alfahidroxiácidos, "debido a que aceleran la renovación celular".
Como último apunte, Ana Sacristán Palos desmiente el mito de que haya que exfoliarse después: "La exfoliación debe hacerse antes de aplicar el autobronceador y es que este paso ayudará a eliminar las células muertas y lograr un color más uniforme y duradero. Después de la aplicación, lo ideal es hidratar la piel para mantener el tono por más tiempo".
