Llega diciembre, y con él el sorteo más esperado por miles de españoles: la Lotería de Navidad. Cada año, la ilusión vuelve a dispararse en casas, oficinas y peñas. Muchos sueñan con “el pellizco”, con aquel décimo afortunado que puede cambiarlo todo. Pero si la suerte llama a tu puerta, conviene saber una cosa: aunque te toque un premio grande… no todos el premio serán para ti. Desde 2020, los premios de sorteos oficiales como la Lotería de Navidad se rigen por una norma clara: los primeros 40.000 € de cada premio están exentos de impuestos. Pero si tu premio supera esa cifra… entra en juego el gravamen especial. Todo lo que exceda los 40.000 € tributa al 20%.
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Ejemplos reales: lo que ganas tú y lo que se queda Hacienda
Para entenderlo bien, veamos qué pasaría con los grandes premios de la Navidad 2025:
Si te toca El Gordo —400.000 € por décimo— Hacienda aplica impuestos solo sobre los 360.000 € que superan los 40.000 exentos. Al 20%, eso son 72.000 €. Resultado: te llevas 328.000€ netos.
Si tu premio es el segundo, 125.000 € por décimo: tributas por 85.000 € y pagas 17.000 €. Te quedan 108.000 €.
Si obtienes el tercer premio, 50.000 € por décimo: solo los 10.000 € que superan los 40.000 tributan —es decir, pagas 2.000 € y te quedas con 48.000 €.
Premios menores —menos de 40.000 €— no pagan impuestos. Esa cantidad se cobra íntegra.
Es decir; no importa si te toca 30.000, 35.000 o 39.999 €, ese premio es libre. Pero en cuanto cruzas el umbral, la parte extra se grava automáticamente.
¿Y si compartes el décimo con amigos o familiares?
Muchos juegan en grupo: compañeros de trabajo, amigos, peñas… En esos casos, el premio se reparte entre todos los participantes. La buena noticia es que la exención de 40.000 € también se divide proporcionalmente. Por ejemplo, si un décimo premiado se reparte entre cinco personas, cada una tiene un tramo exento de 8.000 € (40.000 / 5). Solo lo que supere esa parte tributa al 20%, por lo que cada participante paga impuestos por su parte proporcional.
Importante: para que este reparto se considere válido, deben quedar claros desde el principio los participantes, su aportación y quién cobra cada parte. De lo contrario, la Agencia Tributaria podría interpretarlo como una donación —y eso implica otro tipo de impuestos diferentes.
¿Tendré que declararlo en la renta?
Buena noticia: el premio ya tributa con la retención automática, por lo que no necesitas declararlo en el IRPF. El sistema hace que, al cobrar, ya te descuenten lo que corresponde. No hay que hacer trámites extra —esa es la ventaja del gravamen especial aplicado a loterías y sorteos del Estado.
Lo que conviene tener en cuenta y no olvidar
Si compartes el décimo, deja claro desde el inicio quiénes son los cotitulares. Si alguien cobra y luego reparte el dinero como donación, podrían surgir obligaciones adicionales. Si ganas más de 40.000 €, el impuesto es fijo y automático: el 20% sobre el exceso. No hace falta incluirlo en la declaración de la renta —a menos que haya particularidades especiales—.
Por qué es importante saberlo antes de celebrar
Que te toque un premio importante puede ser una alegría inmensa. Pero conocer lo que te corresponde realmente te permite planificar con cabeza: saber cuánto cobrarás, cuánto queda en Hacienda, cómo repartirlo si hay varias personas, y qué hacer con la ganancia. Sobre todo: evita esperanzas infladas. Porque no es lo mismo ver “400.000 €” en el décimo premiado que imaginarte ese dinero en el banco. Saber lo que hay que pagar te da una foto realista de tu suerte.
Si eres uno de los afortunados del Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad 2025, recuerda que los primeros 40.000 € están exentos, y que solo pagarás un 20% sobre lo que exceda ese límite. Ya sea El Gordo o un premio menor, lo que recibirás en realidad será lo que quede tras ese cálculo. Y si compartes el décimo, cada participante tributa por su parte. Porque la suerte no tiene que convertirse en sorpresa —y estar bien informado es parte del premio.