Las botas de ante, los jerséis de lana o los pantalones de pana son clásicos imprescindibles que regresan con la llegada del frío. Sin embargo, si no los conservaste bien la temporada pasada, puede que al sacarlos del armario no estén en las mejores condiciones.
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Con estos pequeños trucos mantendrás siempre tus prendas como el primer día.
Lo primero de todo será revisar la etiqueta de lavado de cada prenda. Aunque existen recomendaciones generales, cada tejido cuenta con necesidades específicas. ¿Sabes cual es la forma óptima de cuidarlos?
El ante
El ante es un tipo de cuero de acabado suave y aterciopelado, procedente del lado interior de la piel de animales como el cordero o la vaca. Es muy delicado al contacto con la humedad y el roce.
Para conservar el ante en perfecto estado es fundamental un cuidado regular. La clave está en aplicar un spray impermeabilizante que proteja el material. Para la limpieza, es recomendable cepillar en seco antes y después usar una goma especial que elimina manchas persistentes.
La lana
La lana es una fibra natural procedente del pelo de la oveja. Está muy demandada por su capacidad térmica, suavidad y versatilidad, aunque su mantenimiento requiere precaución.
Es un tejido muy delicado, especialmente en el lavado, ya que sometido a altas temperaturas tiende a encoger. Lo ideal es lavarla a mano y con agua fría. En caso de no tener tiempo, asegúrate de lavar solo prendas de lana juntas, en ciclos suaves y con detergentes adaptados al tejido.
El cachemir
El cachemir es una lana de lujo, extremadamente suave, que se obtiene de las cabras de Cachemira. Es muy delicada, por su escasez se ha convertido en un material caro y apreciado dentro del mundo textil.
Al igual que con la lana, lo mejor es agua fría y a mano. Se recomienda darle la vuelta a la prenda, y al escurrirla tratar de evitar retorcer las fibras. Para eliminar el exceso de humedad, enróllala en una toalla blanca y déjala secar en plano, ya que si la cuelgas se puede deformar.
La pana
La pana es un tejido grueso de algodón o mezcla de fibras con textura acanalada. Su tacto suave y su calidez la convierten en un básico en los meses fríos.
La mayoría de prendas con este tejido se pueden lavar a máquina, pero siempre es recomendable comprobarlo en la etiqueta. Antes del lavado se recomienda darles la vuelta para evitar roces, y no las mezcles con ropa que suelte pelusa, ya que la retiene fácilmente. Es fundamental seleccionar un programa de lavado corto, con agua fría y centrifugado suave, evitando llenar en exceso el tambor. En cuanto al secado, la mejor opción es hacerlo al aire libre, pero siempre a la sombra.
El punto
El punto es un tejido flexible y elástico que se crea al entrelazar bucles de hilo. Muy común en prendas cómodas, ajustadas o de entretiempo.
Se recomienda lavarlas en máquina, ya que es más rápido y cómodo. Lo mejor son programas de lavado cortos y sin centrifugar, para retirar el exceso de humedad, al igual que el cachemir mejor con una toalla suavemente. También debes evitar secarlo con calor o exponiéndolo a la luz solar.
El plumón
El plumón es un tipo de relleno muy suave y ligero, compuesto por plumas de aves. Es altamente valorado por su capacidad térmica y su ligereza.
Primero hay que darle la vuelta, cerrar cremalleras y velcros, y vaciar los bolsillos para evitar enganches. Se recomienda lavar la chaqueta sola, en un programa delicado con agua fría y aclarado largo. Usa detergente para ropa delicada y añade tres pelotas de tenis al tambor para evitar que las plumas se apelmacen. No uses suavizante y elige un centrifugado suave para mantener el relleno en su sitio.