Clara Redondo (@plantitiscronica), autora de Hogar, verde hogar, arranca con una confesión: "Yo también quiero creer que mis plantas están preciosas porque tengo un gran gusto musical. En mi cabeza disfrutan tanto como yo —¿cómo no iban a gozar escuchando a Guitarrica de la Fuente?".
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Nos encanta imaginar que “nos oyen”: el jazz de fondo, el podcast de tarde o esa charla en la que decimos “¡qué hoja más bonita has sacado!”. Pero la experta desmonta el mito: "Hoy vengo a desmitificar que a nuestras plantas de casa las afecte la música o cómo les hablamos tal y como promete este mito. Tranquilas: el final es feliz".
¿Pueden “escuchar” las plantas?
Aunque la idea de que las plantas "escuchan" resulta tentadora, la realidad científica es muy distinta. Clara Redondo lo explica con claridad: "No tienen sistema auditivo, así que no oyen como nosotros. Pero sí perciben vibraciones y muchísimos estímulos externos: luz, temperatura, agua, contacto, plagas… Gracias a receptores mecanosensibles orientan su crecimiento, se protegen y se desarrollan".
Conclusión: no distinguen entre “buenas o malas palabras” ni entre rock o clásica, pero sí responden a lo que ocurre en su entorno.
De dónde viene la creencia
La experta explica que todo se popularizó en los años 70 con un libro: "En los 70 se dijo que las plantas crecían mejor con música clásica y peor con rock por el libro 'The Sound of Music and Plants'. El problema fue una metodología muy cuestionada y mucho deseo de que la hipótesis fuera cierta".
¿Por qué sobrevivió el mito? "Somos seres románticos por naturaleza y necesitamos vínculos. El ritual de ‘háblale a tu planta’ se volvió cultura pop. Y, seamos sinceras: hablarles te hace sentir acompañada; cuando las cuidas, hay un ratito entre vosotras. Y eso ya es una victoria".
¿Y la música, influye o no influye?
La idea de que la música puede favorecer el crecimiento de las plantas ha generado curiosidad durante años. Entre mitos, experimentos y anécdotas, surge la pregunta clave: ¿realmente las melodías influyen en su desarrollo o se trata solo de una percepción humana? Clara Redondo es muy clara: "Se han hecho estudios donde ciertas vibraciones muy concretas, a muy poca distancia y en condiciones controladas, producen cambios puntuales en algunas especies. Eso no demuestra que poner música por géneros haga crecer mejor a las plantas de nuestro hogar.
"Sí, yo también querría poner 'La primavera' de Vivaldi a mi poto y verlo como en la selva amazónica. Pero hoy por hoy, no hay evidencia concluyente de que funcione así. ¡Una pena!".
Lo que sí funciona (y por qué el mito se sostiene)
Hablar con las plantas no es un acto mágico, sino una invitación a observarlas con mayor atención. Al dirigirles palabras, inevitablemente se les dedica más tiempo, y esa cercanía se traduce en cuidados más precisos y oportunos. "Cuando hablas con tus plantas, las miras más. Y cuando las miras más, las cuidas mejor", resume Clara que, además, nos detalla qué implica este gesto:
- Riegas con criterio, ni por exceso ni por defecto
- Limpias el polvo y mejoras la fotosíntesis
- Detectas plagas a tiempo
- Incluso tu respiración aporta algo de CO₂ delante de la hoja, un efecto mínimo pero real
"El resultado es claro: la planta mejora por tus cuidados, no porque vibre con tu lista chill out en casa".
¿Qué hacer en vez de ponerles música?
Más allá de la música o de remedios milagrosos, el verdadero cuidado de las plantas se basa en la atención cotidiana. Observar su entorno, entender sus señales y aplicar rutinas sencillas es lo que garantiza su salud y crecimiento. Y Clara Redondo nos enumera las más importantes
- La luz es la reina absoluta.
- Toca siempre el sustrato antes de regar; la clave es observar.
- Usa macetas con agujeros y mezclas aireadas.
- Abona poco y regular en primavera–verano.
- Un milímetro de polvo es una manta sobre un panel solar: limpia las hojas.
- Inspecciona el envés, ahí se esconden las plagas.
- Una planta habla con su cuerpo: hojas caídas, puntas secas, manchas. Responde tú antes de probar brebajes mágicos.
¿Entonces dejo de hablarles?
"Para nada", responde Clara. "Háblales si te hace feliz. Es un ritual bonito que te conecta con tu casa y con la naturaleza. Pon música si te ayuda a disfrutar y prestar atención. Si a tu planta le dedicas cuidados conscientes, no necesitará DJ: te necesitará a ti. Y eso es una gran noticia".