La inteligencia artificial ha dejado de ser una promesa futurista para convertirse en una realidad cotidiana que está transformando por completo nuestra forma de interactuar con el mundo que nos rodea.
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Uno de los mayores ejemplos de esta revolución es la llegada de los robots humanoides a los espacios de atención al cliente, un cambio que está marcando un antes y un después en industrias como la automoción, la hostelería o el comercio.
Un nuevo modelo de interacción
Si antes pensábamos que la inteligencia artificial solo estaba presente en procesos automatizados, como los asistentes virtuales o los sistemas de recomendación, la aparición de robots humanoides va mucho más allá de todo esto.
Estos robots no solo entienden lo que decimos, sino que también son capaces de responder, mover sus brazos y expresar empatía en una interacción tan natural como la de cualquier ser humano. Algunos incluso tienen la capacidad de hablar varios idiomas, reconocer rostros, leer el lenguaje corporal y hasta hacer tareas manuales, lo que les permite ofrecer un nivel de atención al cliente nunca visto. ¿El resultado? Un servicio más rápido, eficiente y en ocasiones, incluso, más personalizado.
El futuro en la atención al cliente ya está aquí
Marcas de automoción como Kia y Hyundai ya dieron los primeros pasos en la introducción de robots para la atención al cliente, pero la verdadera revolución está por llegar. En lugar de ser simples asistentes, los robots humanoides ahora son la cara de la experiencia del consumidor, brindando una atención personalizada a medida, adaptándose a las necesidades del usuario y ofreciendo información precisa en tiempo real.
En el caso de la industria automotriz, los concesionarios de coches ya no solo están viendo la inteligencia artificial aplicada a los vehículos, sino también a la relación con los clientes. Los robots humanoides se han convertido en asistentes personales que no solo gestionan citas, sino que también explican características de los modelos, ayudan en la elección de un coche y, en algunos casos, incluso realizan demostraciones prácticas.
Un paso más hacia la revolución
Una de las últimas muestras de cómo esta tecnología está transformando la industria la encontramos en OMODA & JAECOO, marcas de automóviles chinas que están llevando esta innovación a sus concesionarios en Europa.
Pronto, los clientes de estos concesionarios tendrán la oportunidad de interactuar con AiMOGA, un robot humanoide de última generación capaz de hablar en 10 idiomas y realizar tareas manuales con una gran precisión.
AiMOGA no es solo una herramienta, se trata de un asistente personal avanzado que puede realizar hasta 41 movimientos independientes y que está diseñado para adaptarse a cada mercado europeo.
Robots humanoides en todos los sectores
Aunque los concesionarios de coches son un ejemplo claro de cómo los robots humanoides están entrando en acción en el mercado, el impacto de esta tecnología se extiende a múltiples sectores. Retail, salud, banca e incluso hotelera: todos están integrando robots para mejorar la experiencia del cliente.
Y es que, en un futuro próximo, nos encontraremos diversos escenarios protagonizados por estos nuevos asistentes. En un hospital, un robot humanoide puede recibir a los pacientes, guiarlos a la consulta correcta y hasta ofrecerles información sobre el tratamiento. En una tienda, puede interactuar con los compradores, sugerirles productos y hacer recomendaciones personalizadas. Y en una sucursal bancaria, puede gestionar trámites simples, liberar a los empleados para tareas más complejas y hasta reducir los tiempos de espera.
La convivencia con los humanos
A pesar de los avances en inteligencia artificial, no hay que olvidar que el toque humano sigue siendo imprescindible. La empatía, los valores y la ética siguen siendo atributos que los robots no pueden replicar por completo. Sophie Liu, directora de RRHH de OMODA & JAECOO en España resalta que, si bien la IA puede ofrecer datos y análisis, son los humanos los que toman las decisiones finales, especialmente cuando se trata de elegir el mejor curso de acción para un cliente.
"La IA no está aquí para reemplazar a los seres humanos, sino para transformar cómo trabajamos y optimizar nuestras capacidades", concluye Liu. Los robots humanoides y la inteligencia artificial no buscan sustituir a las personas, sino complementar y mejorar el trabajo humano.
Si algo está claro es que la revolución de los robots humanoides y la inteligencia artificial está redefiniendo nuestra forma de vivir y trabajar. Por eso, hay que aceptar que el futuro ya está aquí y se trata de esto: robots y humanos colaborando para ofrecer un servicio más eficiente, rápido y personalizado.