El pasado 11 de diciembre, en plena Plaza de las Salesas, ¡HOLA! y Gran Canaria, isla de anfitriones por excelencia, crearon un espacio efímero –y precioso– para dar el pistoletazo de salida a las fiestas. Un rincón cálido, con una chimenea decorada para aportar esa calidez que ofrece el destino, detalles navideños y guiños constantes a la isla, pensado para demostrar que el espíritu acogedor canario también puede trasladarse a una mesa de Navidad en Madrid.
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En este contexto tuvo lugar el taller ofrecido por ¡HOLA! y Gran Canaria, en el que las asistentes descubrieron cómo ser la anfitriona perfecta y crear mesas navideñas y meseros como auténticas profesionales. Todo gracias a tres expertas: Beatriz Satrústegui, experta en table setting, fundadora de La Academia de la Mesa y autora del libro Amor Platónico: El arte de decorar la mesa; Paz Quijano, experta en table setting y jurado de La Academia de la Mesa; y Catalina Rodríguez Villazón, acuarelista profesional, artista y profesora. Entre consejos, anécdotas y muchas ganas de celebrar, rostros conocidos como Alex Jiménez, Celia Somoza, Carla Calvo o Guillermo V. Rodríguez no quisieron perderse la cita.
Porque, igual que en Gran Canaria la Navidad se vive de forma cálida y relajada –con temperaturas suaves, planes al aire libre y largas sobremesas frente al mar–, el objetivo del taller fue trasladar esa manera de disfrutar a cualquier casa: crear todos los preparativos de las fiestas sin estrés, cuidar los detalles y hacer que cada invitado se sienta como si estuviera de vacaciones en la isla, aunque esté en plena ciudad.
Un taller para aprender a vestir una mesa navideña (y no morir en el intento)
Una de las partes más inspiradoras del taller ofrecido por ¡HOLA! y Gran Canaria fue aprender a crear una mesa navideña “de catálogo” sin necesidad de complicarse la vida. “El primer consejo para montar una mesa de Navidad si eres principiante es no ser demasiado ambicioso y no caer en usar los tres colores de Navidad tradicionales al mismo tiempo, que son el blanco, el verde y el rojo. Yo aconsejo decantarse solo por dos y no llegar a los tres porque puede quedar un poco confuso”, explican Beatriz Satrústegui y Paz Quijano.
A partir de ahí, el foco se puso en algo que solemos olvidar y que conecta mucho con la isla: la luz. Si en Gran Canaria la luz del sol lo envuelve todo, en la mesa navideña la clave está en recrear esa calidez. “La mesa de Navidad es una mesa de cena y se puede utilizar la mezcla de las velas junto con la luz eléctrica. Además, las primeras al iluminar hacen que los ojos de los comensales brillen y dan muy buena cara. Todo el mundo se ve más guapo y se pone más contento”, cuentan. Una forma sencilla de subir el nivel de cualquier mesa navideña sin necesidad de comprar media tienda de decoración.
Mesa navideña barroca, minimalista o en clave ‘Ralph Lauren’: elige tu estilo.
Durante el taller, las expertas recrearon tres estilos de mesa diferentes –barroca, minimalista y en clave Ralph Lauren– para demostrar que, igual que en Gran Canaria puedes pasar de la playa a la montaña en un mismo día, en la mesa también puedes jugar con distintas “escenas” según el plan.
Para quienes sueñan con una Navidad elegante, limpia y muy luminosa, la máxima es el menos es más. “Nuestro consejo para decorar una mesa minimalista, además de los tres colores clásicos, también existe el concepto de la Navidad blanca. De hecho, los tonos blancos y dorados también hace muy festiva una mesa. Podemos hacerla con las cosas que tenemos en casa dándole un aire de fiesta y de celebración. Por ejemplo, podemos tener una mesa completamente blanca y añadir algunos guiños en tonos azules o verdes y también quedaría ideal. Para darle un toque podemos meterle alguna vela o algún extra dorado”, explican.
Si quieres una guía rápida para acertar seguro, lo reducen a tres básicos: “Si tuviésemos que dar 3 elementos para una mesa minimalista serían, sin duda, unas velas, mantener una paleta de color muy estricta, limitarse por ejemplo a un blanco o un dorado, una vajilla y un mantel blancos son muy fáciles de encontrar e incluso ya los tenemos en casa, y solo poner los detalles en dorado, ya tendríamos una mesa de Navidad minimal”.
En el polo opuesto está la mesa navideña barroca, pensada para quienes disfrutan del exceso bien entendido. Aquí no faltan flores, texturas ni color, como en los paisajes llenos de matices de Gran Canaria. “Para una mesa de Navidad barroca hay un consejo muy importante, y que la mayoría de las personas desconoce, y es que cuando se usan colores rojos es superimportante utilizar el naranja. El motivo es que este último es el que hace sacar la profundidad y la riqueza del rojo. De hecho, en la mesa que hemos hecho hoy para ¡HOLA!, como no hay flores naranjas de temporada, hemos utilizado mandarinas pinchadas en unos pinchos morunos metidas dentro del centro de la mesa para combinarlas con flores rojas. Realmente queda precioso”, cuentan. El efecto “wow” lo completan las velas y las flores: “Otro tip es jugar con las velas a diferentes alturas y ser generoso con las flores para que tenga un efecto como muy barroco, muy rico, que es un poco lo que nos transmite la Navidad”, añaden.
La tercera opción fue la mesa navideña en clave Ralph Lauren, pura tendencia enredes. “Me hace gracia que ahora se haya puesto de moda de nuevo la mesa de Navidad de estilo americano. Este concepto lleva ya más de 20 años, pero ahora en TikTok están triunfando las mesas con mantel escocés, una estética que funciona fenomenal en Navidad. Sobre todo, los manteles con tonos verdes y azules oscuros, antes que el de fondo blanco con los cuadros rojos. Las cuernas también son importantes en este tipo de mesas, la plata. Y con lo que tenemos en casa, teniendo en cuenta todos estos elementos, se puede reproducir una mesa festiva sin necesidad de comprar nada”, apuntan.
Un último truco, que puede parecer obvio, pero sorprendió a más de una, fue la importancia de la organización. “Un último consejo superimportante es montar la mesa de Navidad el día anterior. Es fundamental porque así al día siguiente puedes ocuparte de otras cosas y no se acumula el trabajo y puedes ver si te hace falta cualquier otra cosa con antelación. Y, por supuesto, se pueden guardar las cosas de un año para otro. Hay que reciclar. Se pueden hacer mil mesas distintas cambiando simplemente las servilletas, las flores o el color de las velas”, concluyen las expertas de La Academia de la Mesa.
‘Lettering’ y acuarela: meseros que se convierten en recuerdo
La otra parte del taller ofrecido por ¡HOLA! y Gran Canaria estuvo dedicada al lettering y a los meseros personalizados, esas pequeñas tarjetas con el nombre de cada invitado que, bien resueltas, elevan al instante la mesa de Navidad y se convierten en recuerdo, igual que una postal de viaje a la isla. Catalina Rodríguez Villazón demostró que no hace falta ser artista para conseguir un resultado bonito.
“Mis consejos para hacer un buen lettering es, sobre todo, hacerlo con soltura pensando en la persona a la que se lo quieres dedicar. Si es una mesa para tu familia, recomendaría pensar en cada miembro a la hora de escribir el nombre. Por tanto, mi primer consejo es hacerlo con amor. Mi segundo consejo es no tener miedo a no ser un experto en lettering, sino que hacer algo con un poco de ritmo y un rotulador fácil puede salir algo precioso. El tercer consejo es que todos los meseros sean de tamaños parecidos y tengan decoraciones similares o complementarias, porque con el poder del conjunto, todo de repente queda empacado y tiene un sentido”, añade.
Para empezar sin bloqueo ante el papel en blanco, Catalina propone un truco sencillo y muy vistoso: “Un tip infalible es hacer una mancha de acuarela de base y, a partir de ahí, poner el nombre encima para no enfrentarnos al papel en blanco y ya tendríamos como un ‘charquito de color’ sobre el que escribir”. En cuanto a la paleta, también aquí hay vida más allá del rojo y el verde: “Aunque en la Navidad predominan estos tonos, a mí me gusta mucho utilizar colores complementarios, como el granate o el índigo, porque aportan bastante elegancia y riqueza a las tonalidades. Cualquier mesero de acuarela es superresultón e infalible para elevar la mesa de Navidad”.
Y, para quienes aún sienten respeto por la acuarela, la artista lanza un mensaje tranquilizador: “Doy talleres y cursos por todo el mundo y he podido comprobar quela acuarela es una técnica que suele dar mucho miedo, pero mi misión es acercar a las personas a ella y demostrarles que es superdivertida. De hecho, a mí me recuerda muchísimo al proceso del yoga o de la meditación, que no es simplemente llegar al resultado final, sino estar en el proceso y ver el agua con el pigmento y lo que pasa con el pincel mientras que la acuarela está mojada es una sensación que suele provocar mucha paz”.
Al final, entre mesas barrocas, minimalistas y estilo Ralph Lauren, meseros de acuarela y la calidez de Gran Canaria como destino ideal para pasar una Navidad diferente y luminosa, el taller dejó algo claro que, ser el anfitrión perfecto estas fiestas, no va de perfección, sino de poner cariño en cada detalle y de recrear en casa esa sensación de estar de vacaciones en la isla, disfrutando del proceso tanto como de la propia cena.