Cuando en 1975 grabó su primer disco, Paloma San Basilio no podía imaginar que estaba ante los comienzos de una carrera que haría historia y que le daría grandes satisfacciones. Una trayectoria larga en la que ha recibido reconocimientos como un Grammy Latino o una Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes. Tras medio siglo volcada en la música, ha decidido decir adiós. O mejor dicho, hasta luego. Porque ha decidido que es momento de volcarse en otra de sus grandes pasiones: la interpretación. Está inmersa en la gira con la que se despide de los conciertos, al mismo tiempo que se entrega a otro escenario, el del teatro. Un proyecto muy emocionante que la conecta con el pasado y en el que forma equipo con su única hija.
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El año pasado, la intérprete de Juntos, Por ti volaré y Cariño mío decidió decir adiós a los escenarios y comenzó a preparar una gira llamada Gracias, con la que ha recorrido España y América, con entadas agotadas en muchas de las fechas y que tendrá su broche de oro en abril de 2026 en Miami. Una experiencia única que la ha llevado a trabajar por primera vez con Ivana Gómez, permitiendo así que madre e hija se unan más que nunca. Porque emocionalmente siempre han sido una piña, pero físicamente sus vidas se han desarrollado a miles de kilómetros.
"Ella se fue muy pronto a Estados Unidos. Hemos estado bastante separadas, a pesar de que hablamos todos los días y yo voy siempre que puedo. Me dijo: mamá, si vas a hacer otras cosas, haz una gira de despedida para agradecer al público que me haya acompañado tanto tiempo. Empecé a prepararla con ella en Los Ángeles y como canta que te puedes morir, le dije que se viniera conmigo. Se ha venido toda la gira. Es algo que nos debíamos", ha contado durante su visita al plató de Y ahora Sonsoles.
La artista, que estudió Filosofía y Psicología, está muy feliz de haber compartido con su hija esta experiencia. "Ha sido maravilloso y a veces difícil, porque no estamos acostumbradas a convivir tanto tiempo. Igual ella se levanta más tarde, yo hago todo mu rápido y ella necesita más tiempo, ella es vegana... ha sido tan bonita esa fusión... Todo se ha convertido en amor, no ha habido impedimentos ni confrontaciones", ha relatado sobre Ivana, que la ha convertido en abuela en dos ocasiones.
Tan buen equipo han formado que continúan sumando talento en la nueva ilusión de Paloma San Basilio: Dulcinea, obra de teatro que finaliza con una canción compuesta por Ivana. La artista se pone "al servicio de una historia preciosa" y de un personaje que ya interpretó décadas atrás. El montaje, que tiene cerradas 130 funciones por toda España, está dirigido por Juan Carlos Rubio y cuenta con la voz de su gran amigo José Sacristán, Goya de Honor 2022.
Paloma, que trabajó también como cámara de televisión, cumplirá 75 años el próximo 22 de noviembre, día en el que actuará en Santander. No contempla retirarse y se enfoca ahora en el teatro. "No pienso irme de ningún lado. Lo de la jubilación ni lo tengo en cuenta. Jubilarse es morirse un poco, en mi caso. Yo me lo estoy pasando bomba y estoy haciendo algo que tenía ganas de hacer hace mucho y que seguramente no hubiese sido capaz de hacerlo con 50 o con 60 y ahora sí me atrevo. Estoy feliz de ese riesgo y ese salto", ha indicado.
Su faceta más desconocida
Detrás de la estrella se encuentra la persona. Paloma es una mujer que ha roto moldes, polifacética, independiente y muy familiar. Prepara nueva mudanza ( ya van 33), le gusta pasar tiempo con los suyos y presume de ser abuela e incluso "tía bisabuela". Uno de los momentos más difíciles de su vida fue cuando en 2020 perdió a su inseparable hermana a causa de la crisis sanitaria. "Lo peor es la sensación de que no tenía que haberse ido", ha dicho sin poder evitar emocionarse. De aquella situación nació Uxoa, el secreto del valle, un libro que le enseño que "de una pérdida, puede salir la vida".
