Sueños de libertad es una de las series diarias más vistas de la televisión. Hace tan solo unos días volvía a superar sus propios récords de audiencia, demostrando que el interés del público no decae por muchos capítulos que pasen. La trama engancha por sus dramas familiares, amores imposibles, alianzas, traiciones y juegos de poder, pero, sobre todo, por personajes llenos de personalidad como el de Gabriel de la Reina. Se incorporaba en la segunda temporada como un hombre encantador, capaz de conquistar a todos, pero con un objetivo oculto y una cara mucho más oscura, convirtiéndose en pieza clave de las intrigas y conflictos de la historia.
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Oriol Tarrasón, el actor que da vida a Gabriel, reconoce que trabajar en Sueños de libertad es todo un desafío, no solo por la complejidad del personaje, sino también por el ritmo al que se rueda una serie diaria. En una entrevista con Books and Marks ha explicado que el proceso de grabación de este tipo de producciones es “muy cansado, pero lleno de adrenalina”, una combinación que, según cuenta, permite que las tramas avancen con calidad y rapidez. Sin embargo, lejos de intimidarle, ese movimiento le estimula porque “a mí la adrenalina me gusta. Va conmigo. Me manejo muy bien en el caos”.
La intensidad que mueve Gabriel dentro de la serie también se nota, y mucho, en el set. Oriol reconoce que su personaje es “quien genera gran parte de los conflictos”, así que buena parte de la acción pasa por él y eso dispara el ritmo de trabajo. De hecho, las primeras semanas las recuerda casi como un sprint. “Le dije al director: ‘A este ritmo me vais a matar en cuatro días’, porque es muy cabrón. Y me contestó: ‘No, no, espérate’”, cuenta entre risas. Una anécdota que refleja bien el vértigo, la energía y la entrega que exige meterse en la piel de un villano que nunca descansa.
Gabriel no es un malvado al uso y esa es parte de su atractivo. Tarrasón describe que es “más falso y cae bien a todos, aunque en verdad es lo peor”. Se trata de un hombre encantador, manipulador y calculador, que mueve los hilos y genera gran parte de los conflictos de la serie mientras parece el héroe. Para el protagonista de Amar es para siempre interpretar al antagonista, tiene la ventaja de que “el que genera la acción es el villano y eso es muy divertido como actor”, ya que mantiene en vilo a todos los que lo rodean. “Es el más mentiroso de todos, ¿sabes? Es un personaje que te vende unas cosas, pero tú sabes que por debajo está tramando otras”, contaba en una entrevista anterior en El Plural.
Esta combinación de carisma y malicia es la que mantiene enganchado al público y la que lo ha convertido en uno de los grandes protagonistas de Sueños de libertad. Otra de las cosas que más le atrajeron del papel era poder mostrar cómo los demás personajes interactúan con alguien así: “Tú como espectador vas a ver cómo los personajes se relacionan con un mentiroso”. Oriol, que descubrió su vocación como actor en una charla sobre teatro en el bar de la universidad, reconocía estar disfrutando de la experiencia porque, como confesaba, “por fin hago de malo. Me apetecía muchísimo”.
Sin embargo, interpretar al villano más odiado de la serie, más allá del disfrute, también le ha enseñado algo esencial sobre las personas tóxicas: “He aprendido que en tu vida no metas gente como esta. Cuando te das cuenta, te la ha arruinado”, aseguraba en Books and Marks con tono de broma pero con un fondo de verdad.
Aunque en la ficción hay tensión y quiere fastidiar a alguno que otro, su relación en el set con sus compañeros es inmejorable. Oriol destaca la química con Natalia Sánchez y Dani Tatay —Begoña y Andrés en la serie—, con los que comparte la mayoría de escenas: “Natalia es increíble, parece que sale el sol cuando llega. Y Dani es un chaval majísimo”, asegura.
Con Nancho Novo, que da vida a Damián de la Reina, destaca su complicidad y que se pasan el rato "hablando de rock and roll" en el camerino. “Somos cien personas trabajando juntas. Ese cariño se nota en pantalla”, señala, recordando que, a pesar de la intensidad de las grabaciones, el buen ambiente y la camaradería hacen que la experiencia sea más llevadera y entretenida.
El pasado 27 de octubre comenzaban las grabaciones de la tercera temporada. Aunque no puede desvelar mucho, Oriol sí adelanta que será aún más impactante de lo que hemos visto hasta ahora: "La gente va a flipar más. De aquí todo se precipita cada vez más". Unas palabras con las que deja a los seguidores con ganas de descubrir cómo se desarrollarán las nuevas intrigas y de ver si Gabriel será por fin descubierto o si, por el contrario, seguirá marcando las reglas del juego dentro de Sueños de libertad.