Kiko Rivera se ha sincerado en el plató de ¡De Viernes!, el programa de Telecinco presentado por Santi Acosta y Bea Archidona al que ha abierto las puertas de su nueva casa en Sevilla tras la sonada separación de Irene Rosales. Fue el pasado 27 de agosto cuando el hijo de Isabel Pantoja y la que fuera su mujer anunciaban la noticia: una bomba informativa que nadie esperó, pues unas semanas antes habían compartido su álbum de fotos familiar en un bonito viaje a Menorca.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 5 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 5 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Ambos contrajeron matrimonio el 7 de octubre de 2016 en una boda celebrada en la hacienda Los Parrales de Sanlúcar la Mayor que reunió a los Rivera y los Pantoja al completo, y que ¡HOLA! mostró en exclusiva. Kiko siempre ha considerado a Irene, que ahora parece haber pasado página de la sonada separación con una nueva ilusión, Guillermo, un empresario sevillano, como su tabla de salvación. Meses después, Kiko aborda qué ocurrió realmente entre ellos.
"Mi matrimonio se ha ido desgastando hasta el punto de que parecíamos compañeros de piso. [ ... ] Nuestra relación estaba rota. Ese deseo, esas ganas de estar ya no estaban. Incluso me atrevo a decir que llega a molestar su presencia", ha relatado. Durante la entrevista, Kiko ha hablado con pelos y señales "de haberle sido infiel" a la madre de sus niñas, algo de lo que no se siente orgulloso, pero recalca que ella le perdonó y, por tanto, ha confirmado a ¡De Viernes! que ese no ha sido el detonante de la separación.
"No es algo de lo que me sienta orgulloso, pero se me ha perdonado. A veces se enteraba y otras veces se lo contaba... Se me ha perdonado, está en todo su derecho en romper en ese momento, quizás hubiese sido lo correcto. Si se va apagando el matrimonio y no das el paso, suceden cosas que no deben de suceder. Es algo que jamás me perdonaré", ha admitido el hijo de Isabel Pantoja.
"Durante todos mis años con ella yo pensaba que Irene tenía las llaves de la puerta que abría mi infierno", ha reconocido porque "pensaba que estando con ella estaba a salvo y no es así, mi psicólogo me hace entender que esa llave la tengo yo" y "cuando me doy cuenta de eso me alejo más de ella y en vez de acercarme más y agradecerle todo, me repele", ha contado, sin pelos en la lengua.
"Si no siento deseo, ¿qué hago aquí?"
Durante la entrevista, Kiko ha hablado de cómo su matrimonio fue poco a poco desgastándose. "He visto como mi matrimonio se ha ido apagando, parecíamos compañeros de piso. Pero al final, cuando uno lleva tantos años se convierte en una costumbre, piensas en las pequeñas y no te atreves a tomar una decisión". Asimismo, no ha dudado en recordar el último verano que pasaron juntos: "Intento que no se note, pero me doy cuenta de que no siento nada como mujer. Siento afecto, cariño, pero ese deseo ya no estaba".
Después del verano, y tras darse cuenta de que no sentía lo mismo, "tomo la decisión de sentarme a hablar con ella" y "gracias a Dios que tomo la decisión porque ahora me doy cuenta de las ganas que tengo de que mi exmujer sea feliz". "No pude más, yo tuve la iniciativa, fue de mutuo acuerdo, pero ella no lo dijo", ha recalcado.
Kiko se ha mostrado un tanto arrepentido de haber "arrebatado" a su exmujer "etapas" vitales que, admite, él si ha podido vivir: "Mi pensamiento es que se ha saltado etapas... miles de cosas que creo que yo arrebaté. Fue todo tan rápido que casi no tuvimos tiempo de disfrutar de la pareja. Una parte de mi se siente culpable porque yo sí he experimentado esas etapas", ha explicado.
