La parroquia de San Agustín, ubicada en el madrileño barrio de El Viso, ha congregado la tarde de este lunes a familiares y amigos de Eugenia Fitz-James Stuart y Gómez. La marquesa de Tenorio y condesa de Castroponce murió el 26 de octubre y una semana después sus allegados se han reunido para recordar en una misa funeral a la aristócrata, cuyo árbol genealógico es pura historia de España.
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Dedicada a la gestión patrimonial y entregada a las labores sociales, la aristócrata estaba unida por lazos familiares a los Alba, que en la misa han estado representados por Alfonso y Eugenia Martínez de Irujo, dos de los seis hijos de la recordada Duquesa. Entre los allegados también se encontraba Javier Fitz-James Stuart, que era sobrino de la fallecida. Su madre Mencía, marquesa del Valle de la Paloma, era la hermana mayor de Eugenia. Ha estado arropado por su exmujer y madre de sus hijos pequeños, María Chávarri. Cabe recordar que también tiene una hija con Isabel Sartorius.
El empresario y coleccionista de arte Juan Abelló, Teresa de Borbón y Borbón con su hija Beatriz Moreno de Borbón-Dos Sicilias, Joaquín Güell, Nieves Álvarez y Pilar González de Gregorio han querido acompañar también al viudo, los hijos y los nietos de Eugenia para reconfortarles con su abrazo y su apoyo ahora que han tenido que decir adiós al gran pilar de su familia.
Eugenia Fitz-James Stuart estaba orgullosa de su numerosa familia, que la ha recordado en una ceremonia religiosa solemne. Era una orgullosa madre de tres hijos: Miguel, Hernando y Esteban de las Bárcenas Fitz-James Stuart; recibió con los brazos abiertos a sus nueras, Leticia Beca Trías, Isabel García-Valdecasas Solís Beaumont y Mar Fuentes Ortea.; y sentía debilidad por sus nietos: Hernando, Jaime, Alfonso, Pedro, Reyes, Eugenia y Frida (estas dos últimas han posado en ¡HOLA! como iconos de la Gen Z). Además, compartía su vida desde hacía años con José Luis Martín-Prat Valls.
La aristócrata, cuya familia es propietaria del castillo de Belmonte (Cuenca), era nieta de Hernando Fitz-James Stuart y Falcó, duque de Peñaranda, conde de Montijo y hermano del duque de Alba; y de Carmen Saavedra Collado, marquesa de Villaviciosa e hija del marqués de Viana. Esta última, una de las damas más elegantes del país y musa de Balenciaga, fue para ella un gran ejemplo. La recordaba como la persona más moderna, inteligente y culta que hablaba cinco idiomas, era una apasionada de la cultura y tuvo una gran amistad con personalidades de la época, como Edgar Neville o Jean Cocteau.