Dani Rovira cumple 45 años este sábado, 1 de noviembre, una celebración que, lamentablemente, está marcada por el reciente fallecimiento de su padre, a quien dedicó unas emotivas palabras días después de su partida. "Noto que algo falta. Como si hubiera perdido un poco el equilibrio de todo, como si tuviera que entender de nuevo la vida, como si doliera el aire. Será que perder tu raíz dentro mí, hace que se me tambaleen todas las ramas. Y no paran de caérseme las hojas", publicó.
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"Tu bondad y nobleza traspasaba el pecho de cada persona que tuvo la dicha de cruzarse contigo. Porque ese era tu súper poder, el amor que irradiabas y tu risa, exagerada y disfrutona. Ojalá volver a escucharte reír así una vez más…daría lo que el diablo me pidiera. Estés donde estés, estate tranquilo. Aunque ahora no exista consuelo entre nosotros, estaremos bien, seguiremos cuidándonos los unos a los otros. Te honraremos, querremos y añoraremos hasta el día en que volvamos a encontrarnos", añadió.
El actor atraviesa un doloroso duelo y, horas antes de su cumpleaños, tuvo un sueño tan real que decidió compartirlo con sus seguidores de Instagram, junto a una imagen del amanecer y la canción Older Chests, de Damien Rice, que reflexiona sobre la pérdida y el paso del tiempo. "No sé si te he soñado o me has soñado. Pero gracias por el encuentro, papá. Por dejarte abrazar desde casi la lucidez. Joder, cuánto duele echarte de menos".
A pesar del dolor que siente, el cómico cuenta con una sólida red que le sostiene en estos momentos de tristeza y que harán que su cumpleaños sea menos amargo. Su madre, sus hermanos, sus sobrinos y su compañero más fiel, su perro Lobo, capaz de poner una nota de color hasta al día más gris. "Cuando hueles la tristeza me sacas a pasear. Mi soporte cuando ya no soporto más. Te cuadras ante mí. No te importa que nada ni nadie me cuadre. Lames mis heridas. Te sales de sus contornos como un niño pequeño y torpe al dibujar, como si te sobrara el color. Me observas calmado si ves que mi calma es la que no reina. Tú, testigo de una década de despedidas. El viejo Lobo construye nuestra pequeña manada de dos, con sus zarpas buenas, su roce continuo, su mirada de humano, e insistes, incansable, mientras sigo empecinado en ser un lobo solitario", ha escrito.
Rovira, además, tiene un público que le arropa allá donde vaya. En estos momentos, está recorriendo los teatros de toda España con Vale la pena, un monólogo sincero y divertido sobre encontrar la luz en los momentos más oscuros de la vida. En él comparte experiencias personales, como el linfoma de Hodgkin que sufrió en plena pandemia o la depresión que padeció justo después de superarlo.
Su regreso a los escenarios, el lugar del mundo en el que se siente más feliz, coincide con el próximo estreno de la comedia Playa de Lobos, dirigida por Javier Veiga. El 5 de diciembre llega a los cines esta cinta que Rovira protagoniza junto al actor argentino Guillermo Francella, conocido por la serie El encargado. En el filme, Rovira interpreta a Manu, un trabajador de un chiringuito de playa, y Francella da vida a Klaus, un turista que se niega a levantarse de la última tumbona que queda por recoger. Lo que parece una discusión absurda entre dos desconocidos condenados a no entenderse pronto se transforma cuando Klaus hace a Manu una desconcertante y perturbadora propuesta.
Tras poner fin, hace más de cinco años, a su noviazgo con la actriz Clara Lago, poco o nada se ha sabido sobre sus posibles nuevas relaciones. La última vez que fue fotografiado en actitud cariñosa fue en agosto de 2024, cuando las cámaras le captaron en Formentera junto a la actriz Mar del Corral, conocida por su participación en películas como Temporal y Capitán Carver. Desde entonces, no ha vuelto a trascender ninguna imagen que confirme si este romance continúa o no. Lo que sí sabemos es que Dani sigue manteniendo una excelente relación de amistad con Clara. "Es que me cae muy bien jamás se extinguirá el amor", confesó el actor malagueño. La actriz, por su parte, dijo: "Nos queremos un montón. Confío en que siempre será así".
A sus 45 años, con la reciente pérdida de su padre y tras haber superado un complicado cáncer y una profunda depresión, el verdadero éxito para Dani es algo muy distinto al que alcanzó hace una década con Ocho apellidos vascos, la película española más taquillera de la historia. “En aquel momento parecía que no se podía tener más éxito, y ahora, para mí, el éxito tiene otras connotaciones que quizá no tienen tanto que ver con una explosión, con la visibilidad o con una subida de espuma. Para mí, el éxito hoy es algo más calmado, más maduro y más profundo", reflexionó en Atención Obras, el programa de Cayetana Guillén Cuervo en Televisión Española.
En este instante, la felicidad de Dani no se mide en taquilla ni en premios, sino en los pequeños placeres de la vida: leer un buen libro, montar en bici, rodearse de buenos amigos o defender sus ideales como firme defensor de los animales, algo que le ha llevado a practicar el veganismo y a dar vida a la Fundación Ochotumbao, una iniciativa sin ánimo de lucro que también tiene como objetivo apoyar proyectos dirigidos a mejorar la vida de las personas más desfavorecidas y la conservación del medio ambiente.
