Iker Casillas y Sara Carbonero han vuelto a acaparar titulares tras ser víctimas de un robo de película por dos personas de su entorno más cercano. El pasado 16 de octubre el que fuera portero del Real Madrid interpuso una denuncia por el robo de cinco relojes de alta gama en el interior de su domicilio y cinco días después la Policía Nacional detuvo a los sospechosos al conocerse que pretendían abandonar el país de manera inminente, ya que tenían comprados los billetes de avión para irse tres semanas de vacaciones a Sudamérica.
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Los detenidos son la empleada del hogar de Casillas y Carbonero, que llevaba trabajando para ellos desde 2019, y su marido, vigilante de seguridad de la urbanización madrileña en la que reside el exmatrimonio con sus dos hijos, Martín y Lucas, de 11 y 9 años.
La mujer comenzó a trabajar para Iker y Sara durante su etapa en Oporto, y cuando regresaron a Madrid, continuó a su lado. Tras la separación de la pareja en marzo de 2021, la asistenta se quedó trabajando en casa de la periodista, pero una vez a la semana acudía a la vivienda de Iker a limpiar, de ahí que lo sucedido haya sido un auténtico shock para ellos.
Los detenidos tenían un plan aparentemente sin fisuras para aumentar su cuenta corriente: sustituir los relojes de lujo del exportero, valorados en 200.000 euros, por imitaciones para vender las piezas. Pero un movimiento inesperado truncó sus planes. Iker se dio cuenta del "cambiazo" mientras preparaba un inventario de las piezas y acudió rápidamente a la comisaría.
La investigación está abierta y los agentes continúan sus pesquisas para localizar los tres relojes que aún no han sido recuperados.
"La verdad hay que decirla. El único culpable soy yo", dijo el principal sospecho del robo en el programa El tiempo justo, de Telecinco, exculpando así a su pareja del delito. "Mi mujer me bajó los relojes porque se lo dije yo, solo para verlos, pero hice un intercambio con copias falsas sin que se diera cuenta. Ella no entiende de relojes, pensaba que eran los mismos", afirmó.
Durante la entrevista, el detenido aseguró que solo se llevó dos relojes, y no cinco como sostiene el exportero, y justificó su acción "por las deudas". "Debía mucho dinero, de la tarjeta, préstamos, y de tanto apretarme, porque se me había juntado todo, vi en eso la salida. Ahora la consecuencia va a ser más grande, más grave, pero no vi otra salida", lamentó.
La reacción de Iker y Sara
Casillas no dudó en responder a las palabras del detenido en el mismo programa. "Pues nada, los otros tres relojes me los ha cambiado el espíritu santo. Ya se encargará el abogado, el seguro y demás", declaró. "Demanda y fuera. Abogados. Yo no pierdo el tiempo", reiteró. Además se mostró muy molesto tras escuchar al acusado decir que su actitud había cambiado tras el robo. “Dice que desde que me birla los relojes mi trato hacia ella cambia. ¡Vaya crack! ¡Si quiere le pago el doble! ¿Pero esta gente en qué mundo vive?”, añadió con evidente indignación.
Carbonero, fiel a su discreción, prefirió no dar detalles de lo ocurrido. Tan solo expresó su asombro. Según contó Antonio Rossi en El tiempo justo, la periodista se encuentra "sorprendida" y "sobrecogida" ante la traición de personas en las que confiaba plenamente.
