Nicole Kidman y Keith Urban están protagonizando uno de los divorcios más mediáticos de este 2025, en el que cada detalle cuenta y se mira con lupa a la hora de analizar los motivos que les han llevado hasta aquí. Lo último tiene que ver con unas palabras dichas por el cantante y compositor, pronunciadas antes de que se conociera su separación de la oscarizada intérprete y que ahora cobran todo el sentido. En estas declaraciones que ahora ven la luz, este reconocía sentirse "triste y solo" durante las giras que hace con su banda de música country.
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Una confesión que hacía durante la grabación del programa The Road, el cual se estrena este domingo 19 de octubre en la cadena estadounidense CBS y del que ya se ha podido ver un adelanto. En el mismo, el artista neozelandés de 57 años admite también a cámara que “cuando te despiertas en un autobús a las tres y media de la madrugada y estás enfermo como un perro; estás en medio de la nada y tienes que dar tu quinto concierto más tarde esa misma noche; y no has dormido, y echas de menos a tus amigos y a tu familia... te dices a ti mismo: '¿Por qué estoy haciendo esto?"
Tras esa pregunta retórica que lanza al aire, el cantante de You'll Think of Me tiene clara la contestación y lo explica de la siguiente manera: "La única respuesta posible es que nací para esto. Es mi vocación", sentencia. Precisamente, sobre el grupo con el que este recorre todo Estados Unidos para actuar delante de sus fans, se ha llegado a especular con una supuesta relación especial que habría entre él y su guitarrista Maggie Baugh. Un teoría que surgió tras circular por redes sociales dos vídeos donde se les ve hablando de forma cariñosa sobre el escenario, lo que algunos han interpretado como un claro flirteo entre ambos.
En cuanto a Nicole Kidman (58 años) y cómo se estaría tomando todo esto, hace unos días sorprendió en su primera aparición tras conocerse su separación. La actriz australiana asistió muy sonriente y vestida de elegante negro a una gala benéfica en Dallas (Texas), donde se convirtió en el centro de todos los flashes al entregar uno de los premios.. Como era de esperar, su regreso a la vida pública generó opiniones para todos los gustos: mientras que a algunos les pareció demasiado pronto, otros aplaudieron que no cancelara su asistencia al evento, viéndolo como un signo de fortaleza en un momento personal tan delicado para ella.
La que fuera protagonista de Moulin Rouge podría haber evitado el 'photocall', como hacen tantos artistas en circunstancias similares, pero decidió no hacerlo. Su posado fue toda una declaración de intenciones: una forma de demostrar que, pese a todo, sigue en pie y quiere recuperarse cuanto antes a nivel anímico. Tras poner fin a su matrimonio de casi dos décadas, parece decidida a centrarse en sí misma, en sus hijas Sunday Rose (17) y Faith Margaret (14) y en los proyectos que le han convertido en una de las grandes estrellas de Hollywood. Le toca abrir un nuevo capítulo, el de una mujer que ya ha pasado por esto cuando se divorció de Tom Cruise en 2001 y que sabe reinventarse como ninguna otra.