En medio de una profunda discreción y el cariño de toda su familia, María Marcote López, madre de Flora Pérez y suegra de Amancio Ortega, ha fallecido este jueves en A Coruña a los 96 años. Su velatorio se celebra en el tanatorio Albia, en el polígono de Agrela, y será despedida el sábado en una ceremonia en la parroquia de San Cristóbal das Viñas, antes de descansar en el cementerio local. Quienes la conocieron la describen como una mujer discreta, prudente, sencilla y muy familiar, alguien que supo mantenerse alejada de los focos pese a estar unida a una de las familias empresariales más relevantes del país. Su carácter generoso y reservado la convirtió en un pilar silencioso de un gran clan, muy cercano a sus nietos y a su yerno.
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Un legado familiar unido al textil
María nació el 2 de febrero de 1929 en Aranga y formó, junto a su marido Manuel Pérez Maceiras, un matrimonio sólido marcado por el trabajo y la discreción. Manuel, fallecido en 2019 a los 96 años, formó parte del consejo de administración de Inditex por propuesta de Amancio Ortega, con quien mantenía una excelente relación. Aquella etapa reforzó aún más los lazos familiares entre ambos matrimonios, unidos no solo por el afecto personal, sino también por una visión compartida del esfuerzo y la responsabilidad, ámbitos en los que destacaba como una trabajadora excelente.
De su unión nacieron ocho hijos, aunque uno de ellos falleció prematuramente. Hoy, sus siete descendientes —Flora, Jorge, María, David, Luisa, Rodrigo y Óscar— mantienen muy viva la herencia de sus padres, caracterizada por la discreción y la unidad familiar. Algunos de ellos siguieron vinculados al universo empresarial del grupo Inditex: Jorge Pérez ejerce como director general de Massimo Dutti y Óscar Pérez ocupa responsabilidades ejecutivas dentro de Zara. Ambos se han formado en la cultura del trabajo que impregnó la generación de sus padres.
Discreción como seña de identidad
Tanto ella como su marido evitaron convertirse en protagonistas mediáticos. No existen imágenes públicas suyas, y esa misma filosofía la ha seguido su hija Flora junto a Amancio Ortega. Su matrimonio, formalizado en 2001 en el Pazo do Drozo, sigue marcado por un estilo de vida tranquilo y poco expuesto, pese al extraordinario éxito empresarial del fundador de Inditex.
Flora, actual presidenta de la Fundación Amancio Ortega, ha impulsado durante más de dos décadas proyectos sociales y de representación institucional. “Una intensa labor vinculada con la puesta en marcha y el desarrollo de sus programas, fundamentalmente en el área social”, según recoge la propia entidad, misión que ha cumplido con gran dedicación.
Un último adiós rodeado de cariño
La noticia ha provocado mensajes de condolencia tanto de medios locales como nacionales, que reconocen el respeto y la admiración hacia la familia Ortega-Pérez. A pesar de que no han realizado declaraciones oficiales, el entorno confía en que afrontarán este duro golpe juntos, como siempre lo han hecho. El sábado, familiares y amigos se reunirán para despedirla en una ceremonia íntima. Será el broche final a la vida de una mujer que, en silencio y sin buscar protagonismo, dejó una huella profunda en los suyos y en uno de los grupos empresariales más importantes del mundo.