Este sábado, Cáceres se ha vestido de gala para celebrar un enlace lleno de historia, elegancia y raíces nobiliarias. Fernando Palazuelo, hermano de Sofía Palazuelo -duquesa de Huéscar-, ha contraído matrimonio con la actriz peruana Micaela Belmont (31) en una ceremonia que ya desde antes de su celebración prometía unir tradición, amor y sofisticación en un enclave excepcional: la iglesia de Santiago, uno de los templos más emblemáticos de la ciudad extremeña cuyos orígenes se remontan al siglo XII.
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Tras la boda de Cayetano Martínez de Irujo y Bárbara Mirjan, celebrada el pasado sábado en Sevilla, la Casa de Alba volvía a estar presente una semana después en este enlace. Disfrutando de un día de lo más especial para toda la familia, Sofía Palazuelo (33), que era una de las invitadas más esperadas, ha derrochado elegancia con un vestido ideal para la época del año, no solo por el color sino también por su corte. La duquesa de Huéscar ha acudido junto a su marido, Fernando Fitz-James Stuart (35), y sus pequeñas, Rosario y Sofía, de cinco y dos años, respectivamente. Los duques de Húescar han tenido una agenda de lo más ajetreada en las últimas semanas: a la boda de Cayetano se le ha sumado la de este sábado, además del doble bautizo, el de su pequeño Fernando, con apenas un mes de vida, y el de Fadrique, el segundo hijo de Belén Corsini y Carlos Fitz-James Stuart.
Micaela, con un vestido de lo más original que emula los trenzados tradicionales andinos, un guiño a su herencia cultural, ha deslumbrado a su llegada al altar. Entre los invitados, además de Sofía Palazuelo, se encontraban Ágatha Ruiz de la Prada (65) junto a su hijo Tristán Ramírez (38), fruto de su matrimonio con el periodista Pedro J. Ramírez; Piru Urquijo (90), abuela de Teresa Urquijo y Moreno, mujer de José Luis Martínez-Almeida; Patricia Llosa Urquidi (80), la exmujer de Mario Vargas Llosa, además de miembros del Ejecutivo local, como el concejal de Servicios Públicos, Pedro Muriel.
A pesar de que ha sido una ceremonia reservada, los rostros más conocidos se han dejado ver por los aledaños de la iglesia, en una jornada soleada de lo más bella que ningún local se ha querido perder. La curiosidad ha sido la gran abanderada de la mañana del sábado en la ciudad extremeña. La boda ha comenzado con cierto retraso, tal y como han informado varios medios locales, y cuenta con más de 250 invitados. La novia, visiblemente nerviosa, pero mostrando una amplia sonrisa, ha sido llevada al altar de la mano de su hermano, Rafael Belmont, dado que su padre, el empresario Rafael Belmont, gerente de Perufarma, una prestigiosa importadora peruana, falleció tiempo atrás.
Por su parte, el novio ha llegado a la iglesia acompañado de su madre, Sofía Barroso, una magnate del arte que dirigió varias galerías y que ahora se dedica a organizar experiencias culturales únicas a través de Around Art. El enlace ha fusionado diversas culturas y ha acentuado el creciente protagonismo de Cáceres como destino de bodas con esencia palaciega. No en vano, tras darse el 'sí, quiero', el ya matrimonio y los invitados han presenciado un baile tradicional peruano en una zona cercana a la iglesia de Santiago. El guiño de su vestido a sus raíces andinas y este original detalle tras la ceremonia religiosa son algunos de los intrínsecos detalles que marcan su decisión de rendir homenaje a las raíces de ambos. Más tarde, todos se han dirigido al Palacio de Godoy para disfrutar del convite.
El Palacio de Godoy
La elección del lugar no es casual. Fernando, vinculado a proyectos de recuperación arquitectónica de gran valor patrimonial, ha estado muy implicado en la restauración del cercano Palacio de Godoy, construido en el siglo XVI por el conquistador Francisco Godoy tras su regreso de Perú, tierra natal de Micaela. El edificio, una joya renacentista que ahora luce como un exclusivo hotel boutique, reabrió sus puertas el pasado 1 de septiembre como hotel de lujo de cinco estrellas bajo la marca Hilton, con 73 habitaciones. Se trata de un ambicioso proyecto del que el hermano de la duquesa de Huéscar ha sido promotor y administrador único.
La novia
Micaela Belmont, hija de Diana Álvarez-Calderón, exministra de Cultura de Perú durante el mandato de Ollanta Humala, ha brillado estos días previos con un estilismo fresco y primaveral en los actos prenupciales, donde destacó con un vestido largo floral en tonos cálidos y complementos naturales. La novia, que ha desarrollado su carrera entre Lima y Madrid, mantiene un perfil elegante y discreto que ha conquistado a la alta sociedad española.
La joven se dio a conocer tras su participación en Los Vílchez, una serie peruana de lo más exitosa en la que interpretó a Uchi, la hija de una familia adinerada venida a menos. Micaela ha logrado transitar con fluidez entre la televisión, el teatro, el cine independiente y las producciones internacionales; dando el salto a la ficción española con ¿A qué estás esperando?, una adaptación de la novela de Megan Maxwell en la que compartió pantalla con Adriana Torrebejano, Rubén Cortada, Alba Planas o Francisco Ortiz. “Una vez que pisé el escenario, me enamoré de contar historias y de la posibilidad de interpretar todo tipo de personajes”, dijo en una entrevista con la revista peruana Cosas.
Fernando, el hermano mayor de Sofía
Sin duda, esta fecha es muy especial para la duquesa de Huéscar y no solo porque es cuando su hermano mayor ha dado el 'sí, quiero’. Fernando fue su padrino en su enlace con Fernando Fitz James-Stuart, celebrado en 2018 en el palacio de Liria. Ese día no estuvo presente su padre, el constructor Fernando Palazuelo Basaldúa, de la misma forma que tampoco acudió a las bodas de sus hijos Jaime y Beltrán, que tuvieron lugar en septiembre 2021 y diciembre de 2022, respectivamente.
Una preboda en Toledo
Antes de convertirse en marido y mujer, el cuñado de Fernando Fitz-James Stuart y su prometida celebraron una fiesta preboda con sus invitados en la ciudad de Toledo. El lugar elegido, curiosamente, es otro palacio: el de Galiana, situado a orillas del Tajo. Un espacio que guarda un fuerte vínculo con la familia materna del novio, los Barroso. La pareja, que vive a caballo entre España y Perú, recibió allí a sus invitados con un almuerzo al que asistieron familiares y amigos.
En este entorno de ensueño, los ya esposos compartieron un emotivo reencuentro con amigos y familiares que se sentaron a la mesa bajo un sol otoñal que elevó los termómetros hasta los 25 grados. La jornada continuó con brindis en su honor y culminó entre música, alegría y bailes, dejando momentos memorables en un ambiente lleno de calidez y celebración.
El vínculo de la familia con Toledo tiene raíces profundas. Como explicó la duquesa de Huéscar en una entrevista a ¡HOLA!, “mi tatarabuelo materno, Gregorio Marañón, se enamoró de la ciudad de la mano de Benito Pérez Galdós, comprando y restaurando El Cigarral de Menores en 1921". "Mi bisabuela Carmen heredó esa pasión y dedicó años a restaurar el Palacio de Galiana, uno de sus proyectos más queridos”, destacó.
Hoy, el emblemático edificio está bajo el cuidado de Sofía Barroso. madre del novio, junto a su hija Sofía. Ambas gestionan personalmente este enclave único, que ha sido testigo de bodas tan sonadas como las de Antoine Griezmann (34) o Jaime Palazuelo.