Desde dentro, así fue el 'sí, quiero' de Cayetano y Bárbara: del 'tirón de orejas' de Ignacio Sánchez-Dalp al homenaje a Cayetana de Alba


Los duques de Arjona celebraron su boda el pasado 4 de octubre en la iglesia del Cristo de los Gitanos (Sevilla) tras casi una década de relación


Cayetano Martínez de Irujo y Bárbara Mirjan durante el enlace© Lucía Jiménez
Antonio DiéguezRedactor jefe ¡HOLA!
8 de octubre de 2025 - 16:36 CEST

Cayetano Martínez de Irujo y Bárbara Mirjan ya son marido y mujer. Los duques de Arjona pusieron el broche de oro a su romance de casi una dé cada —se conocieron en el verano de 2016— en una ceremonia digna de un cuento de hadas. Como no podía ser de otra forma, eligieron el simbólico enclave del Santuario de Nuestro Padre Jesús de la Salud y Santa María de las Angustias —conocido popularmente como la iglesia del Cristo de los Gitanos—, en Sevilla, donde se encuentran parte de las cenizas de la recordada duquesa de Alba, madre del novio, quien fue homenajeada antes del esperado "sí, quiero". Las nupcias contaron con incontables momentos para el recuerdo, como la llegada al altar de la novia o el emotivo discurso del sobrino del novio, Fernando Fitz-James Stuart (hijo del actual duque de Alba).

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© Lucía Jiménez

Si bien la cita era a la 13:30 del sábado 4 de octubre, el casamiento tardó en darse más de lo esperado debido a la celebración de dos bodas anteriores en ese mismo templo. Sin embargo, ni los nervios extras a los ya existentes de casarse con el amor de su vida pudo con Cayetano. La madrina de la ceremonia fue su hija Amina, que acompañó a su padre hasta el altar. 

Una vez la ceremonia empezada, Fernando no fue el único que, de espaldas al majestuoso retablo, recitó unas sentidas palabras. Luis, el hijo de Cayetano, y Tana, la hija de su hermana Eugenia, siguieron los pasos de su primo y recordaron, junto a todos los asistentes, a la familia que estaba ausente de la ceremonia. 

© Lucía Jiménez
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Una novia radiante y un elegante homenaje

Eran las dos de la tarde cuando Bárbara, radiante, entraba al templo religioso acompañada de su padre, el empresario libanés Bachar Mirjan. Vestía un traje firmado por Navascués —casa en la que ya han confiado otras mujeres de la familia Alba para sus vestidos nupciales— con el que parecía una verdadera princesa, como las que imaginas al leer los relatos de fantasía que reinan en nuestros corazones. 

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El vestido de la duquesa de Arjona escondía múltiples secretos, entre los que se encontraban un par de homenajes a la madre de su —ya— marido. En la cintura llevaba un favorecedor fajín desmontable bordado en hilos de seda que acaparó todas las miradas, puesto que era una referencia a la regia prenda que vistió durante la pasada Semana Santa la Virgen de las Angustias de la Hermandad de los Gitanos, por la cual Cayetana de Alba sentía devoción. Además, el puño derecho de su espectacular traje estaba bordado uno de los patrones más característicos del manto de esta misma Virgen. 

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Los tributos a la icónica duquesa no solo estaban en su traje. Una vez ya declarados marido y mujer, y antes de recorrer juntos el pasillo del templo hacia la salida, Bárbara, acompañada de Cayetano, posó su ramo sobre el monumento dedicado a Cayetana de Alba, sumiendo a los asistentes en una gran emoción. 

(Casi) todos los Alba juntos

Uno de los primeros invitados en llegar a la ceremonia fue Alfonso Martínez de Irujo —el segundo de los hijos de Cayetana Fitz James Stuart—. Lo hizo, incluso, casi antes que los propios novios, y su llegada fue uno de los momentos más inolvidables de la boda, puesto que entró en el templo religioso sin saber que había un retraso con los otros dos enlaces y se llevó una sorpresa al no ver allí a su familia. 

© Lucía Jiménez
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Carlos Fitz-James Stuart —actual duque de Alba— también protagonizó, junto a Cayetano, uno de los instantes más esperados por todos. Nada más terminar la ceremonia religiosa, justo a las puertas del templo —y, de alguna forma, con su madre presente— los hermanos se fundieron en un emotivo abrazo con el que dejaban atrás las diferencias que habían podido surgir entre ambos durante estos últimos años. 

Fernando Martínez de Irujo —marqués de San Vicente del Barco— llegó acompañado de la más pequeña de todos los hermanos, Eugenia Martínez de Irujo —duquesa de Montoro—, y el marido y la hija de esta última (Narcís Rebollo y Tana Rivera, respectivamente). El único de los hijos de la inolvidable duquesa de Alba que no pudo asistir a la ceremonia fue Jacobo Martínez de Irujo —conde de Siruela—. 

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Quien no se perdió las nupcias de Cayetano y Bárbara fue Alfonso Díez, tal y como os adelantábamos en nuestras páginas. El viudo de la icónica duquesa fue uno de los primeros en confirmar su asistencia, demostrando, una vez más, la excelente relación que mantiene con los hijos de su exmujer, incluso una década después de su fallecimiento. 

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