Era la boda del año en lo que al panorama aristocrático español se refiere, y no ha defraudado en absoluto. Rodeados de familiares y amigos, Cayetano Martínez de Irujo (62 años) y Barbara Mirjan (29) han vivido este sábado su gran día, en el que culminaban por todo lo alto una historia de amor que ha superado no pocos obstáculos a lo largo de casi una década. Ha sido un romántico enlace que nos dejaba un sinfín de momentos para el recuerdo, imágenes algunas de ellas durante la ceremonia religiosa que ¡HOLA! les trae en exclusiva.
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Tres fotos que reflejan fielmente lo que se ha vivido en el interior del la iglesia del Cristo de los Gitanos, como cuando el duque de Arjona esperaba pacientemente de pie la entrada de su ya flamante esposa al emblemático templo de la capital hispalense. Su rostro lo decía todo, con los sentimientos a flor de piel delante del altar y vestido con su elegante uniforme de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. A su lado veíamos a su hija Amina, quien ha ejercido de madrina del enlace y lucía para la ocasión un bonito look asimétrico, con capa y de estampado floral.
Precisamente, ese instante justo antes de que la novia hiciera acto de presencia, explica muy bien lo que ha ocurrido justo después. Tal y como les contamos en primicia, el gesto de del conde de Salvatierra cambiaba por completo y pasaba de los lógicos nervios a la alegría plena en cuanto divisaba a su amada. Sus ojos han brillado de tal manera, que los allí presentes han sido testigos directos de cómo es atmósfera se inundaba de felicidad por los cuatro costados. Un detalle que, lógicamente, no ha pasado desapercibido y que tenía su colofón segundos después.
Cayetano, 'saltándose' en cierta manera los cánones clásicos que solemos ver en estas bodas, no ha recibido a Bárbara cogiéndola de la mano para sentarse juntos frente al párroco. No, lo suyo ha sido mucho más espontáneo y tierno, abrazándola con enorme cariño y transmitiendo así un cariño desbordante. Ha sido una escena preciosa, la que condensa en definitiva la relación tan especial y cómplice que mantienen los contrayentes desde que comenzara su noviazgo allá por el 2016. A continuación, comenzaba la liturgia de un 'sí, quiero' que ambos esperan darse con todas las ganas del mundo, y durante el cual ha sonado también el himno de España.
El homenaje de la novia a la duquesa de Alba
Al salir de la iglesia, una de las preguntas que flotaba sobre el ambiente surgía tras ver a la ya mujer del aristócrata sin el ramo que portaba al principio. Pues bien, al parecer, esas flores han sido colocadas por ella misma junto al sepulcro donde están parte de la cenizas de la duquesa de Alba. Un homenaje a su suegra que estaba planeado para rendir tributo en esta fecha tan importante a Cayetana Fitz-James Stuart, cuyos restos descansan en este santuario por el que ella sentía tanto aprecio y devoción, siendo además su gran benefactora.
Alfonso Díez, su viudo, se ha sentado al parecer en primera fila durante una ceremonia donde ha estado muy presente el recuerdo a la jefa de la Casa de Alba, cuyo conjunto fúnebre cumple el deseo expreso que dejó esta en vida de reposar junto al Cristo de los Gitanos. Está compuesto por una lápida y una urna se sitúa en una nave lateral del templo, y también se puede leer allí un poema dedicado al vinculo tan estrecho que ella tenía con la ciudad andaluza,