Rafael Amargo vuelve a ocupar titulares, aunque esta vez por un motivo que nada tiene que ver con los focos del escenario ni con las últimas polémicas, relacionadas con sus problemas con la justicia, que han marcado su trayectoria en los últimos años. El bailaor granadino, de 50 años, se encuentra ingresado de urgencia en un hospital tras sufrir una infección en el colon que ha hecho saltar todas las alarmas en su entorno más cercano.
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La noticia se conoció a través del programa Fiesta, de Telecinco, donde su pareja, la actriz de origen argentino Luciana Bongianino, explicó que Amargo comenzó a sentirse mal hace unos días, cuando comenzó a tener fiebre muy alta. Entonces llamaron al médico y las asistencias sanitarias se presentaron en su domicilio para examinarle. Al no poder determinar con exactitud el origen de su malestar, recomendaron su traslado inmediato a un centro hospitalario. Allí, se le realizaron diversas pruebas médicas que han confirmado su diagnóstico: una infección en el colon que lo mantiene bajo tratamiento intravenoso y sin poder ingerir alimentos ni líquidos.
“Está en una situación bastante crítica”, aseguró Luciana, en declaraciones al programa que los fines de semana presenta Emma García. “Está a base de sueros por vena porque no puede comer ni beber”, dijo visiblemente afectada. La actriz señala al estrés como posible causa de este nuevo revés de salud que está sufriendo el artista. Al parecer, los últimos meses han sido especialmente complicados para Amargo, tanto en lo personal como en el terreno laboral, donde ha tenido problemas con los productores de su último espectáculo.
Años muy duros para el artista
El ingreso hospitalario de Amargo llega en un momento especialmente delicado para el artista. En 2024 fue absuelto de los cargos por tráfico de drogas que lo llevaron incluso a prisión en 2020. Tras conocer el fallo, se mostró satisfecho por lo que consideró un acto de justicia, aunque no ocultó su amargura ante los medios congregados a las puertas del juzgado: “¿Quién me devuelve estos cuatro años?”
Entonces, el bailaor intentó retomar su carrera con el espectáculo Majestad Flamenca, pero no ha logrado recuperar la estabilidad ni el reconocimiento esperado. Lo que debía ser su regreso triunfal a los escenarios se convirtió en una auténtica pesadilla para el granadino, que no solo tuvo problemas con la producción y con los bailarines, sino que tampoco contó con el respaldo del público en las funciones. Según el propio Amargo, se ha sentido vapuleado y apartado de todo. “Estoy marcado, no me quieren ni para un reality. En este tiempo lo he vendido todo para poder comer”, confesaba hace unos meses en La Vanguardia.
Luciana, su pareja, ha sido el principal apoyo de Rafael Amargo en este momento delicado. Gracias a ella se ha conocido la situación de salud del bailaor, que permanece en observación y alejado de los escenarios. Desde su separación de Yolanda Jiménez —madre de sus dos hijos— en 2009, la vida sentimental del artista ha sido un vaivén constante, sin estabilidad duradera hasta la llegada de Luciana.
El propio Amargo reconocía hace un tiempo el papel fundamental que ella ha tenido en su vida reciente: “Bueno, Luciana… si hay un altar, es el que se merece ella, porque ha estado todos los días, no ha faltado ni uno”, declaró emocionado. “Es una persona a la que también han intentado arruinarle su carrera como actriz, que es una grandísima actriz, y espero que la gente no tenga prejuicio”.
A sus 50 años, Rafael Amargo ha vivido una carrera intensa, reconocida en escenarios de todo el mundo por su talento como bailaor y creador. Pero los últimos años han estado marcados por procesos judiciales, cancelaciones y dificultades económicas que le han pasado factura. Hoy, más que nunca, se aferra a su entorno más cercano y a la esperanza de volver a bailar, su gran pasión, cuando su salud se lo permita.