Entre amigos y vinos: así se vivió el brindis más especial de la fiesta GEN ¡H!

En el corazón de Madrid, cuando el verano exhalaba sus últimos suspiros y la capital se preparaba para estrenar nueva temporada tuvo lugar una velada que quedará para siempre en la memoria de todos los asistentes. El 16 de septiembre, el Hipódromo de la Zarzuela se convirtió en el mejor escenario de un encuentro inolvidable: la primera edición de los premios GEN ¡H!, un encuentro único y exclusivo diseñado para celebrar a los jóvenes que están redefiniendo el presente y el futuro del deporte, la cultura, la moda y la creatividad. Más de 800 invitados, entre los que destacan Alexandra Federica y Vital Villarrubia, suscriptores, amigos de la casa y personalidades de diferentes ámbitos, se dieron cita en una noche en la que hubo música en directo, experiencias gastronómicas únicas, moda, estilo y, sobre todo, la magia de brindar entre amigos.

Y es que pocos momentos resultan tan especiales como compartir una copa con amigos en el mejor ambiente. Para acompañar los aperitivos, las charlas y los encuentros espontáneos que fueron surgiendo a lo largo de la velada, se eligieron tres vinos excepcionales de Bodegas Ramón Bilbao: RB Edición Limitada Garnacha, RB Edición Limitada Early Harvest Verdejo y RB Edición Limitada Early Harvest Rosado. Tres caldos que no solo maridaron con una propuesta gastronómica a la altura, sino que también interpretaron a la perfección el espíritu de GEN ¡H!, joven, vibrante y con mucha personalidad. Las influencers Leti Domenech, Estela Amorós y Palo Yagüe fueron las primeras en pasarse por el stand de la bodega.

El tinto fue sin duda el vino más comentado de la velada. Ramón Bilbao Edición Limitada Garnacha, procedente de Tudelilla (La Rioja), a más de 700 metros de altitud, sorprendió a todo el mundo por su carácter fresco y contemporáneo. Su color rojo cereza brillante y su bouquet de fruta roja madura, regaliz y cacao conquistaron desde el primer sorbo a muchos de los invitados, mientras que su boca sedosa y envolvente lo convirtió en el acompañante perfecto de los sabores más intensos de la noche.  Ramón Bilbao Edición Limitada Garnacha no fue un tinto más, sino la mejor demostración de que las nuevas generaciones de vinos pueden ser elegantes, potentes y, al mismo tiempo, accesibles, ideales para disfrutar en un ambiente festivo como el que se respiraba en GEN ¡H!.

Ligero, fresco y con un punto inesperado. Así definieron muchos de los asistentes al Ramón Bilbao Edición Limitada Early Harvest Verdejo, el vino blanco que se convirtió en favorito de la primera parte del evento, cuando todavía caían los últimos rayos de sol sobre el hipódromo. Procedente de viñedos seleccionados en Rueda y vendimiado antes de tiempo, este blanco con tan solo un 11 % de alcohol enamoró por su aroma a fruta verde, hinojo, flores blancas y un final cítrico vibrante. Muchos lo disfrutaron con hielo, otros prefirieron tomarlo solo, pero todos coincidían en recalcar la versatilidad y ligereza que hizo de este vino la compañía perfecta para un encuentro como el de anoche. Muchas personalidades, como la influencer Paula Moya o la periodista Lidia Torrent, no pudieron resistirse a disfrutar de este exquisito vino.

Y si la velada necesitaba un toque de color y sofisticación, este corrió a cargo de Ramón Bilbao Edición Limitada Early Harvest Rosado que, con su delicado rosa pálido y sus notas de fruta fresca, cítricos y un matiz floral elegante, fue el vino que acompañó los momentos más relajados y chic de la fiesta. Fácil de beber y con mucho estilo, se convirtió en el aliado perfecto para quienes buscaban una copa versátil, ideal tanto para el aperitivo como para bailar hasta la madrugada. María Monfort y el piloto de MotoGP Jorge Martín también se acercaron al stand para disfrutar (y degustar) sus vinos.

Entre conversaciones, risas y encuentros mágicos llegó el momento de alzar las copas. Los vinos de Bodegas Ramón Bilbao no solo fueron el maridaje perfecto de una noche memorable, sino el leit motiv que unió a los asistentes en un mismo gesto, el de brindar por el talento, la creatividad y la fuerza de una generación de jóvenes que ya están escribiendo el futuro. Y es que, al final, esa fue la esencia del evento, descubrir que la verdadera celebración está en lo compartido, en lo auténtico, en disfrutar del presente con la misma intensidad con la que se mira hacia delante y, por supuesto, hacerlo con una copa de buen vino en la mano siempre lo hace todo mucho mejor, tal y como se demostró en GEN ¡H!.