En una industria musical que pide un éxito semanal y un álbum anual, no es de extrañar que muchos artistas requieran de tiempos muertos para poder recuperar el ímpetu y las ganas, pero sobre todo la energía y la fuerza para regresar a la profesión que tanto adoran.
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La que ha sorprendido pidiendo un "break" ha sido la cantante Lola Índigo, que este sábado se subía al escenario del festival Coca Cola Music Experience en Madrid para cantar éxitos como Mojaíta, su último sencillo, o El Tonto, entre muchos otros. Después de un verano muy especial para ella, pues hizo tres espectáculos de lo más icónicos con su gira La Bruja, La Niña y El Dragón, una amalgama de todas sus etapas y canciones con la que pudo actuar en tres estadios -con todo vendido-, la artista se ha sincerado con sus seguidores y el público allí presente.
"Aunque yo ahora voy a necesitar un tiempo para tomarme un descanso y os quiero mucho, pero quería decirlo porque lo necesito, porque llevo siete años trabajando sin parar y estoy agotada mentalmente, esto es el sueño de mi vida y para estar aquí como Dios manda necesito un break, así que gracias a todos los fans...", ha expresado, visiblemente emocionada, al explicar su retirada temporal de la industria.
Estas palabras no han dejado a nadie indiferente, pues Lola -Mimi de nombre original- las ha pronunciado en el punto más álgido de su carrera. Tras una larga batalla para poder llevar su espectáculo al Santiago Bernabéu, ella y su equipo tuvieron que cambiar de planes tras la revocación del espacio como enclave apto para albergar conciertos tras las quejas por el ruido de los vecinos de la zona de Concha Espina.
Así nació La Bruja, La Niña y El Dragón, su particular 'The Eras Tour' en el que recordaba estos siete años sobre los escenarios, y tras su paso por Operación Triunfo 2017, edición en la que fue la primera expulsada. Primero en el Riyadh Air Metropolitano en Madrid, después en el RCDE Stadium en Barcelona y más tarde en La Cartuja de Sevilla. Más de dos horas y media de concierto, una pantalla LED de 1.200 metros cuadrados y 200 altavoces atestiguaron por qué es una de las artistas españolas más queridas y versátiles.
Con sus impresionantes coreografías, y convirtiéndose en la reina de los éxitos pop en nuestro país, Lola Índigo demostró que las etiquetas que le habían puesto tras su salida del concurso de talentos eran humo. No en vano, su primera canción tras salir de la academia fue Ya No Quiero Ná, uno de los grandes hits de su carrera y un sencillo que sorprendió a todo el mundo por su frescura -y sobre todo teniendo en cuenta que la artista había salido muy pronto del concurso-. Desde entonces, Mimi ha demostrado ser una de las grandes figuras musicales del panorama musical en España, mezclando la diversión y los beats latinos con sus raíces granadinas.
Por delante tiene dos conciertos más, uno en Buenos Aires el 2 de octubre y otro en Santiago de Chile el 3 de octubre, dos espectáculos que concluirán esta pequeña gira titulada Nave Dragón: El último viaje. No sabemos hasta cuándo se despide, pero sin duda, la presión a la que ha estado sometida en estos últimos meses ha sido la gota que ha colmado el vaso de una agenda en la que apenas se ha tomado un respiro. Eventos, presentaciones, entrevistas, alfombras rojas, actuación en los Premios Goya e infinidad de conciertos con complejas coreografías.
Lola Índigo no es la primera, y tampoco será la última, en pausar su mundo y escoger su salud mental. Hace unos años, su amigo y compañero Quevedo hizo lo propio tras saltar a la fama de la noche a la mañana. “2021 sembrar, 2022 recoger, 2023 coronar, 2024 desaparecer”, dijo Quevedo en Ahora qué, una de las canciones que forman parte de su primer álbum de estudio, Donde quiero estar. Lo dijo y lo cumplió, pues a principios de 2024 anunció que se alejaba de los estudios durante un tiempo indefinido.
“Sé que todos se están preguntando lo típico de la frase de ‘2024′ y todo eso”, dijo en referencia al verso anterior, “pero bueno, tenía que hacer lo que tenía que hacer y me tocan unas vacaciones”, dijo el cantante. “Desde que salió Cayó la noche no he parado. Igual volveré pronto y quizás con un álbum, ¿quién sabe? Los artistas, si queremos hacer algo que tenga un sentido, hace falta tiempo”, apostillaba. Volvería meses después con Buenas Noches, su segundo disco, y con una imagen cambiada.