Septiembre es un mes que siempre se hace un poco cuesta arriba. La vuelta a la rutina, el fin de las vacaciones y los días que se acortan pueden pesar... pero tenemos el remedio ideal para hacértelo mucho más llevadero. Vuelve una de las comedias más divertidas y aplaudidas del momento: Poquita fe, la serie protagonizada por Raúl Cimas y Esperanza Pedreño, regresa a Movistar Plus+ el próximo 25 de septiembre con su esperada segunda temporada. Ocho nuevos episodios que prometen más situaciones cotidianas, más humor absurdo y más momentos que invitan a verte reflejado... o no. Una comedia que ha logrado ganarse el cariño del público y que cuenta con seguidores confesos hasta en la Casa Real.
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Aunque estamos acostumbrados a ver a los Reyes en actos oficiales y eventos institucionales, cuando su agenda se lo permite, como grandes amantes de la cultura que son, no es extraño verles salir como cualquier otra pareja a disfrutar de planes como una cena, una película, una obra de teatro o un concierto. Si alguna vez te has preguntado qué ven en la televisión cuando están en casa en familia, tenemos la respuesta.
Era Julia de Castro, una de las protagonistas de Poquita fe, quien desvelaba esta incógnita durante la presentación de los nuevos capítulos de Poquita fe en el Festival de Televisión de Vitoria (FesTVal), al compartir una anécdota vivida junto a doña Letizia en Ámsterdam. En un encuentro fortuito, la Reina se acercó a la intérprete para confesarle que es fan de la serie. “¡Cómo nos reímos en casa!”, le dijo, dejando claro que el humor costumbrista de la ficción ha conquistado incluso a la mismísima Zarzuela.
Y no es para menos, porque esta comedia fresca y original se ha hecho un hueco en la televisión española gracias a su humor sencillo y cercano. La serie sigue a Berta y José Ramón, una pareja corriente que intenta sobrevivir lo mejor que puede entre el ruido constante del día a día: suegros demasiado presentes, una cuñada perfecta, un vecino insufrible y compañeros de trabajo que no dan tregua. En este caos cotidiano, ellos navegan con ironía y ternura, mostrando las pequeñas grandes situaciones que conforman la vida en pareja y familiar.
La nueva entrega se sitúa tres meses después de donde finalizó la primera y la crisis de pareja de los protagonistas sigue sin resolverse. Además, los protagonistas se enfrentan a un nuevo problema: han sido desalojados de su piso. Tras buscar sin éxito, un vecino del barrio les ofrece un apartamento a un precio módico cerca del que tenían, pero no estará disponible hasta dentro de seis meses.
Mientras esperan, deciden mudarse con los suegros, lo que complica aún más la relación. Para rematar, la cuñada, que también se ha quedado sin casa, se instala con ellos. La convivencia con la familia, ya sea política o propia, se convierte en una auténtica prueba de fuego para cualquier matrimonio y Berta y José Ramón, como ya sabemos, no son los que mejor preparados están para superarla.
Aunque todo sigue girando en torno a Berta y José Ramón, que intentan salir adelante como pueden, los nuevos capítulos también traen novedades. Así lo explicaban sus responsables durante la presentación en el FesTVal, donde aseguraban que el espíritu de la serie se mantiene, pero con una evolución clara. “La segunda temporada es una comedia romántica neoyorquina, pero en Moratalaz”, bromeaban sus creadores, Pepón Montero y Juan Maidagán. Por su parte, Raúl Cimas, avanzaba que esta nueva etapa ahonda aún más en la relación de la pareja protagonista, en su manera —torpe pero entrañable— de enfrentarse a un entorno cada vez más hostil: “Lo que tienen es una resiliencia enorme, un amor contra viento y marea”.
El éxito de la primera temporada, que conquistó al público y a la crítica con su humor cargado de naturalidad, ironía y situaciones tan disparatadas como reconocibles, tomaba por sorpresa incluso al propio equipo. "Esta serie es una especie de milagro", explicaba Fran Araújo, productor de Movistar Plus+, añadiendo que "es difícil repetir el milagro y en la segunda temporada se hace". Mientras que Pepe Ripoll, productor de Buendía Estudios, celebraba el ambiente del rodaje afirmando que “con este reparto y esta gente, lo único que podemos hacer es disfrutar”.
Sin duda, uno de los mayores atractivos de Poquita fe son sus peculiares personajes, exagerados pero llenos de verdad. Raúl Cimas y Esperanza Pedreño vuelven acompañados de Julia de Castro, Marta Fernández Muro, Chani Martín, María Jesús Hoyos, Juan Lombardero, Pilar Gómez y Enrique Martínez, entre otros, y este año se suma Eduardo Antuña. En esta segunda temporada, los secundarios cobran más protagonismo, dando aún más vida a ese mundo caótico y entrañable que hace única a la serie. Con su humor absurdo y su mirada tierna sobre las pequeñas batallas diarias —ya sea en casa, en familia o en el trabajo— sigue ganándose el cariño y las risas de un público fiel, que ya sabe que en lo cotidiano está lo extraordinario.