La primera cita que tuvieron fue estrictamente profesional, para perfilar los detalles de la participación de Irene Rosales en el videoclip de Así soy yo, uno de los temas más escuchados de Kiko Rivera. Esa reunión no se llevó a cabo porque el DJ se quedó dormido, pero iniciaron a raíz de ahí una amistad que poco a poco se transformó en amor. Desde entonces ha pasado más de una década en la que han superado juntos tormentas, huracanes y terremotos mediáticos. Han hecho frente a todo tipo de contratiempos como pareja, pero sobre todo, como familia. Ese núcleo que han creado no lo cambiará nada a pesar de que han decidido tomar rumbos separados, tal y como publica la revista Semana. Ana (9) y Carlota (7), sus dos hijas, son su vínculo eterno y así lo demuestra el hecho de que las niñas sean las personas con las que han sido fotografiados por última vez, escasos días antes de conocerse su sorprendente separación.
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Hace solo dos semanas, Kiko abrió el álbum de sus vacaciones en Menorca, donde disfrutó de unos días de descanso con Irene Rosales, sus niñas y Fran, el hijo que tuvo con Jessica Bueno. También se sumaron a la escapada una de las hermanas de la influencer, su marido y sus pequeños. "Cerramos estos días en Menorca con el corazón lleno. La isla nos ha regalado paisajes de postal, atardeceres que se quedan grabados y esa calma que solo se siente aquí. Pero lo mejor de todo no ha sido el lugar… ha sido el tiempo en familia. Ver a mis hijos y mis sobrinos reír, jugar y crear recuerdos juntos no tiene precio. Al final, los sitios son especiales por las personas con las que los vives, y estos días han sido un regalo que me guardo para siempre", decía.
Las palabras del músico no hacían presagiar el fin de su historia de amor con Irene, con la que contrajo matrimonio el 7 de octubre de 2016 en una boda de la que ¡HOLA! mostró en exclusiva todos los detalles. Tampoco las publicaciones recientes de ella han dejado pistas ni han levantado sospechas sobre la ruptura, que ha sido cordial y sin terceras personas. Y es que, aunque Irene aparece sola e impresionante en bikini, en todas las imágenes lleva puesta la alianza de boda. El único momento en el que la hemos visto sin el anillo ha sido este lunes de camino al gimnasio para seguir adelante con su rutina deportiva habitual.
Para situarnos en la última vez que vimos juntos a Kiko e Irene juntos públicamente tenemos que remontarnos al 1 de junio, día en el que celebraron la Primera Comunión de su hija Ana. La ceremonia tuvo lugar en la parroquia de Santiago Apóstol de Castilleja de la Cuesta, localidad sevillana en la que viven, y después se trasladaron a un restaurante cercano para celebrarlo. Entre los asistentes, Cayetano Rivera con su hijo, que se llama como él; Anabel Pantoja con David Rodríguez, la pequeña Alma y su madre, Merchi; Luis Rollán; y Raquel Bollo con Manuel Cortés. El intérprete de temas como Chica loca y Tuboescape lo definió como "un día inolvidable, lleno de luz, emoción y alegría".
La declaración de amor de Kiko
Escasos días después, el 15 de junio, celebraron juntos el cumpleaños de Irene, a la que define como la mujer que le ha salvado la vida. "No hay suficientes palabras para expresar lo que significas para mí. Eres mi compañera, mi hogar, mi fuerza, y sobre todo, la luz que apareció cuando todo lo que me rodeaba era oscuridad. Cuando me sentía perdido, roto, sin rumbo… llegaste tú. Con tu forma de mirar la vida, con tu paciencia, tu ternura y ese amor que no exige nada, pero lo da todo. Me viste en mis peores momentos, cuando ni yo mismo me soportaba, y aun así decidiste quedarte. Decidiste tenderme la mano y decirme, sin decir nada, que podía levantarme, que podía volver a creer, que merecía vivir, amar, y ser amado. Gracias por salvarme. Gracias por no rendirte conmigo cuando ni yo sabía cómo seguir adelante. Gracias por recordarme quién era, por darme razones para mejorar, por hacerme sentir valioso. Tú fuiste mi salvavidas cuando todo me pesaba demasiado. Y hoy, que te celebro, también celebro el regalo inmenso que me dio la vida al cruzarte en mi camino. Eres tantas cosas: valiente, hermosa, inteligente, generosa… Hoy soplas 34 velas, y yo solo pido un deseo: que sigamos compartiendo la vida, creciendo, riendo, abrazándonos fuerte en los días buenos y también en los no tan buenos. Que nunca falte esa complicidad que solo nosotros entendemos, y que el tiempo no haga más que reforzar lo que ya es indestructible entre nosotros. Gracias por existir, por ser tú, por quedarte".