El pasado 18 de agosto, la justicia se pronunció sobre el caso Marius. Un año después de su primera detención y tras un extenso proceso de investigación, la Fiscalía presentó una acusación formal contra Marius Borg Høiby, imputándole un total de 32 delitos y 4 violaciones. El hijo mayor de la princesa Mette-Marit podría enfrentarse a una condena de hasta diez años de prisión si finalmente es declarado culpable. El juicio, con gran expectación mediática, está previsto para mediados de enero de 2026 y se prolongará durante aproximadamente seis semanas. Este acontecimiento ha vuelto a centrar la atención en él, en su entorno familiar y, especialmente, en su padre, Morten Borg, cuyo pasado está marcado por diversas polémicas.
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Y es que el hijo mayor de la princesa Mette-Marit se enfrenta a una condena de hasta diez años de prisión si finalmente es declarado culpable. Así lo comunicó el fiscal estatal Sturla Henriksbo durante una rueda de prensa en Oslo en la que se comunicó que entre los delitos que le imputan al hermano mayor de Ingrid y Sverre Magnus de Noruega se encuentran cuatro violaciones a cuatro mujeres diferentes, abusos en relaciones de pareja, actos de violencia, alteración del orden público, daños y violación de una orden de alejamiento contra una exnovia, grabaciones ilegales e íntimas a mujeres, amenazas de muerte, acoso policial e infracciones de tráfico.
Debido a estas últimas informaciones, su padre biológico ha vuelto a salir a la palestra. Morten Borg es el hombre en el que muchos han puesto ahora la lupa, no solo por ser el progenitor de Marius sino por el historial delictivo que tiene a sus espaldas. Cierto es que hablamos de unos hechos penados por ley que ocurrieron hace más de tres décadas, aunque no son pocos los que ven que su hijo está repitiendo por ello ciertos patrones de comportamiento que, sea como fuere, en ningún caso le excusan.
Desde hace años, la expareja de la Princesa mantiene un perfil bajo e intenta pasar desapercibido, pero debido a la situación de su hijo, le es prácticamente imposible. Conoció a Mette-Marit cuando ella tenía 25 años en la época de los 90, etapa en la que trabaja como DJ en locales de música electrónica y vivía con desenfreno la noche de Oslo. Entre ellos surgió un breve romance del que más tarde nacería Marius, pero ya cuando habían separado sus caminos puesto que la ahora princesa decidió tener a su hijo soltera en enero de 1997. Cuando el bebé vino al mundo, Morten no se desentendió y pasaba tiempo con el niño cada dos fines de semana mientras vivía en un apartamento de la capital noruega. Cuando el pequeño cumplió dos años, Mette-Marit conocería a Haakon, el heredero al trono escandinavo, y su historia cambiaría para siempre.
Su relación actual con la Princesa
Desde un primer momento y hasta el día de hoy, según la prensa del país, la relación del matrimonio royal con Morten Borg es bastante cordial. De hecho, este último acudió a la boda real de la pareja en agosto de 2001, y también hay imágenes en las que se ve a los tres juntos y en armonía llevando a Marius al colegio cuando era pequeño.
Su vida actual
Fue detenido en 1991 por posesión y tenencia de cocaína, un episodio que dejó huella en su historial y lo llevó a cumplir incluso dos condenas. A esto se suman sus incidentes relacionados con violencia, drogas y conducción bajo los efectos del alcohol; sin embargo, parece que hoy en día todo eso quedó atrás y que ha dejado atrás la vida nocturna para reinventarse. Con el paso de los años, Morten Borg se ha alejado de la polémica y de los focos. Actualmente trabaja como empresario y analista financiero, llevando una vida tranquila y discreta que contrasta con sus años de juventud. Además, se ha mantenido al margen de la prensa y nunca ha expuesto la vida privada de su expareja ni ha buscado protagonismo.
Además, Morten Borg rehizo su vida junto a la modelo Celine Maktabi, hija de un conocido comerciante libanés de alfombras persas en Oslo. Tras comprometerse durante un viaje a la ciudad egipcia de Hurgada, se casaron en septiembre de 2004 en la iglesia de Bygdøy, donde Marius tuvo un papel destacado en la ceremonia. Repartió a los 100 invitados el programa del enlace y abrió paso a los novios al interior de la iglesia. "¡Felicidades, papá!", gritaba el niño mientras saltaba detrás del coche que llevaba a los recién casados. Sin embargo, lamentablemente, el matrimonio —del que nació Lucas, hermanastro de Marius— terminó tras 15 años de relación.