Anabel Pantoja ha recibido una visita muy especial que le ha llenado el corazón. Sin duda, este está siendo un verano cargado de emociones para la sobrina de Isabel Pantoja, que disfruta de sus primeras vacaciones como mamá de la pequeña Alma, de tan solo 9 meses. Atrás quedaron los días de angustia tras el ingreso hospitalario de su hija, y ahora saborea la tranquilidad de su hogar canario y la felicidad de una etapa que, aunque ha sido dura, prefiere dejar atrás.
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Junto al fisioterapeuta David Rodríguez ha formado una familia sólida y entrañable, que este caluroso sábado ha vivido una sorpresa inesperada: Belén Esteban y su marido, Miguel Marcos, han aparecido en Arguineguín, el rincón costero de Gran Canaria donde reside la pareja, para compartir unos días con sus amigos.
La llegada de la madrileña ha sido compartida por la propia Anabel en sus redes sociales, donde publicó una imagen en la que todos brindan con cervezas y vino blanco, rodeados de sonrisas y complicidad. “No me preguntéis cómo, pero acaban de aparecer a darnos una sorpresa”, escribía emocionada. En la foto también aparece un amigo en común y, por supuesto, la pequeña Alma, en brazos de su madre, convertida en el centro de su universo.
Este reencuentro ha sido especialmente significativo para Anabel, que acaba de cumplir uno de sus grandes sueños: embarcarse en un crucero por el Mediterráneo junto a David y su hija. A bordo del lujoso Norwegian Breakaway, la familia ha recorrido destinos tan emblemáticos como Capri, Florencia e Ibiza. “Empezar a navegar ha sido una experiencia inolvidable. Está siendo todo mágico”, confesaba la influencer en sus redes sociales.
Durante el viaje celebraron el cumpleaños de David, aunque no todo fue perfecto. Anabel sufrió un golpe de calor en Florencia que la obligó a parar y rehidratarse. “El calor de esta ciudad me mata”, escribió en sus redes sociales, donde relató a sus seguidores el incidente. A esto se suma una aparatosa caída que sufrió a principios de julio, que la obligó a llevar el brazo escayolado durante varios días.
A pesar de los contratiempos, la pareja disfrutó de cenas temáticas, espectáculos nocturnos y momentos de relax en su camarote con terraza privada, todo ello compartido con sus seguidores, que han seguido cada paso de esta aventura familiar.
Ya de vuelta en Canarias, Anabel ha retomado su rutina con energía renovada. Entre baños en la piscina, comidas con amigos y paseos con Alma, la visita de Belén Esteban ha sido un auténtico regalo. La amistad entre ambas es conocida desde sus años compartiendo platós en Telecinco. Belén ha estado presente en los momentos más importantes de la vida de “mi gordi”, como la llama cariñosamente, y fue su mayor defensora durante los meses convulsos que siguieron a la denuncia por supuesto maltrato infantil, que afectó profundamente a la pareja.
Belén también ha disfrutado de unos días de desconexión: ha visitado a su hija, ha estado en Ibiza y en Benidorm, y ahora ha querido compartir con Anabel este momento tan especial. Sin duda, este gesto espontáneo ha reforzado aún más un vínculo que trasciende las pantallas y que se mantiene firme, incluso en los momentos más difíciles.