La sorpresa sentimental de la primavera continúa dando que hablar este verano. María Dolores de Cospedal, abogada del Estado y ex presidenta de Castilla-La Mancha, atraviesa una nueva etapa vital junto a Fernando Portillo, empresario gaditano muy vinculado a la alta sociedad andaluza. Aunque no son estas las primeras imágenes que se tienen de ambos juntos, sí son las más reveladoras hasta la fecha: una jornada en alta mar, repleta de gestos de cercanía, armonía familiar y sonrisas compartidas.
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Fue La otra crónica quien destapó la relación al publicar que habían sido vistos en diversas ocasiones por Sevilla, ciudad donde él reside y que ella frecuenta con asiduidad. Desde paseos por la ciudad hispalense hasta almuerzos en la Feria de Abril y visitas a la finca familiar de Fernando en Hornachuelos (Córdoba), las señales de una creciente amistad eran cada vez más visibles.
Ahora, en Sotogrande, donde se encuentran veraneando, la pareja ha dado un paso más, compartiendo embarcación y una divertida jornada náutica junto a Ana Cristina Portillo, hija de Fernando, y su marido, Santiago Camacho, con el que está a punto de celebrar su primer aniversario de bodas. A bordo del yate y ajenos a las miradas de terceras personas, los cuatro dejaron entrever que mantienen una relación cercana y distendida.
Aunque el entorno de María Dolores de Cospedal y Fernando Portillo ha insistido en que "aún no hay nada serio ni oficial", estas nuevas fotografías reflejan una complicidad que va más allá de la amistad. La vida los ha unido en un momento de madurez, calma y equilibrio. Entre viajes, amigos comunes y nuevas ilusiones, ambos están escribiendo —paso a paso— una historia que parece afianzarse con el tiempo. Y aunque ninguno ha querido hacer declaraciones, las imágenes hablan por sí solas.