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Desde la madrugada del 30 de junio, la vida de Cayetano Rivera ha dado un vuelco inesperado. Lo que parecía una noche cualquiera terminó con el torero detenido por la policía, tras un altercado en una hamburguesería de la calle Atocha, en pleno centro de Madrid. Acusado de resistencia y desobediencia a la autoridad, pasó la noche en comisaría y fue puesto en libertad con cargos a la mañana siguiente, tras la intervención de su abogado.
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Las primeras declaraciones del torero llegaron a través del programa Y ahora Sonsoles, donde el hermano de Fran Rivera negó rotundamente los hechos. “Tuve una discusión y ya está, como se discute por 20 cosas todos los días. Pero de ahí a ser violento... eso no es verdad”, afirmó. Cayetano aseguró que la actuación policial "fue desproporcionada su reacción y me parece una barbaridad. En ningún momento me resistí a nada". Y anunció que presentaría una denuncia: “Estoy con mis abogados, partes de lesiones... Pediremos las cámaras y las imágenes, que salga todo”.
Horas más tarde, Rivera emitió un comunicado en el que lamentaba la difusión de “versiones infundadas sobre unos hechos que, en ningún caso, ocurrieron como se ha insinuado”. En el mismo texto, pidió “discreción y responsabilidad a la hora de abordar este asunto, especialmente por el impacto que puede tener tanto en el ámbito personal como institucional”.
Desde entonces, ha optado por el silencio. Se le ha visto en Mallorca, adonde viajó dos días después de su detención, acompañado de su hijo Cayetano, fruto de su matrimonio con Eva González. Con semblante serio y gafas de sol, el torero presentaba visibles magulladuras en el rostro, como reflejaban los dos partes médicos que salieron a la luz el pasado 3 de julio.
Lo que dice el parte médico
El más importante, el realizado en el Hospital Gregorio Marañón, hablaba de laceraciones faciales, hematomas en brazos y erosiones en las muñecas, atribuibles al uso prolongado de esposas. Además, los facultativos reflejaron que presentaba mareos y visión borrosa, pero que se mostró consciente y colaborativo.
Su entorno más cercano sí que se pronunció nada más conocerse los hechos. Su hermano, Fran Rivera, se enteró de la noticia en directo durante una llamada del programa TardeAR. “¿Que mi hermano ha sido detenido? ¿Me lo puedes repetir? No me lo puedo creer… Me has dejado en shock. Voy a informarme”, respondió desde Las Vegas, donde se encontraba de vacaciones con su esposa Lourdes Montes.
También Blanca Romero, madre de su hija Lucía, ha querido mostrar su apoyo. Aunque evitó entrar en detalles, fue clara al ser abordada en el aeropuerto de Madrid: “Siempre fue una persona superpacífica. Seguro que fue un malentendido”. Sus palabras, aunque breves, reflejan la confianza en el carácter sereno del torero.
A la espera de su versión
A pesar del respaldo familiar, el silencio de Cayetano Rivera ha generado inquietud. Los medios de comunicación se han intentado poner en contacto con él, pero no han tenido ninguna respuesta alguna. “Está muy afectado con todo”, aseguran fuentes cercanas al diestro, que afronta este año su última temporada en activo. Las mismas que le están recomendando que hable, que cuente su versión de los hechos, porque el silencio solo juega en su contra y debería hablar públicamente para acabar con todo tipo de especulaciones.
De momento, el torero sigue manteniendo silencio, fiel a su carácter reservado. Se vio obligado a cancelar su participación en una corrida en Burgos y tiene previsto reaparecer en Santander el próximo 26 de julio. Mientras tanto, habrá que esperar si decide cambiar de opinión y dar ese paso que muchos consideran necesario: contar su verdad.