La puesta en escena en los conciertos es un elemento clave que convierte las giras en auténticos espectáculos. Sin embargo, a veces, puede poner en aprietos a los propios artistas y provocar situaciones de riesgo. Lo vimos hace solo unos días con Beyoncé, quien quedó suspendida en el aire a bordo de un coche volador y tuvo que detener su actuación. Ahora, Katy Perry lo ha vivido en primera persona. Tras su reciente separación de Orlando Bloom, la cantante ha sufrido otro disgusto. En pleno concierto, se preparaba para elevarse por encima del escenario, montada en una enorme bola metálica… pero algo falló, y la intérprete estuvo a punto de perder el equilibrio. El momento provocó mucha tensión y provocó gritos entre sus fans. Puedes verlo en este vídeo.