Poty Castillo ha concedido una entrevista cargada de emoción y sinceridad en el plató de Y ahora Sonsoles, en la que ha abierto su corazón para compartir uno de los capítulos más conmovedores y dolorosos de su historia familiar. Con la voz entrecortada y los ojos envueltos en lágrimas, el coreógrafo de Operación Triunfo se emocionaba al hablar de su madre: "Ha sufrido desde chiquitina".
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La relación entre Poty y su madre, Pepita, es verdaderamente especial. Desde la temprana pérdida de su padre, que falleció a los 54 años, ambos han forjado un nexo de unión inquebrantable. El bailarín no escatima en palabras de cariño y admiración hacia ella cada vez que tiene ocasión, y una vez más, ha puesto de manifiesto lo importante que es su madre en su vida.
"El mismo día que falleció de meningitis un hermano mío, por lo que mi madre no pudo ir al entierro porque me estaba pariendo", señaló Poty, que vino al mundo el 6 de julio de 1960. Un testimonio que dejó sin palabras a los presentes, y que nos transporta a aquella época en la que estas tragedias se sucedían en los hogares españoles. "Aquellos tiempos del cuplé en verano, las señoras daban a luz en casa, con un calor tremendo. Al sacarme del vientre de mi madre, ella al mismo tiempo estaba viendo por la ventana cómo marchaba aquel féretro blanco con mi hermano rodeado de niños en la comitiva", explicaba, visiblemente emocionado, al recordar el desgarrador momento que vivió su madre.
En medio de una escena tan dolorosa, las palabras de la comadrona, lejos de aliviar el sufrimiento de su madre, resultaron insuficientes ante la magnitud de la pérdida. "Pepita, aquí tienes al quitapenas de la casa", le dijo la comadrona, refiriéndose al pequeño Poty mientras le daba unas palmaditas en la cara.
Pero la vida de Pepita estuvo marcada por la adversidad desde mucho antes. Poty compartió cómo su abuela materna fue encarcelada por sus ideas contrarias al régimen. "Ella nos cuenta que madre estuvo en la cárcel por escribir en un periódico en contra del régimen. Ella iba todas las tardes a llevarle comida, entraba por un agujerito con 12 años a la cárcel para darle de comer". Pero su abuela enfermó. "Con 33 años salió de la cárcel con una enfermedad tremenda. Mi madre recuerda la maravilla de pasear de la mano aquella tarde de la mano de su madre. Ya la habían defenestrado, tenía una tuberculosis galopante. Y mi madre con 12 años pierde a su madre. Mi madre ha sufrido desde chiquitina, todo y más. Y eso nos ha hecho más fuertes, mejores personas", reveló.
A modo de homenaje, Poty quiso dedicarle unas palabras llenas de admiración y gratitud: "Por ser una auténtica mujer de raza. Lo que has sufrido no te ha hecho bajar la guardia, ni desfallecer".