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Se ponga lo que se ponga Aitana es noticia. Lo primero porque es una chica insultantemente joven, arrebatadoramente guapa, con un cuerpo escandalosamente bien proporcionado y una mirada que… derrite. Y lo segundo porque es un fenómeno de masas que supera lo musical y porque es un referente casi emblemático de toda una generación. Dicho esto y con estos mimbres, con cualquier cosa que se ponga estará impresionante y, aunque sea el horror de los horrores en estado puro y absoluto, siempre quedará inmortalizado en el papel cuché, pero ahora bien ¿hay algo más? Aitana ¿es una mujer con estilo? ¿sigue y marca las tendencias o para ella siempre están comunicando? Eso ya es harina de otro costal. Porque es natural que Aitana no esté fuera del mundo y que como mujer de 25 años, sepa y le interese todo lo que se cuece en el universo moda. Sin hablar de que cuenta con estilistas, algunos de los más cotizados del star system, dedicados a su imagen en cuerpo y alma; que su rostro —en alza— protagoniza las publicidades de algunas de las Maisons más glamurosas del lujo (véase Tiffanys, Fendi, YSL…) y que sus piernas se cruzan en los front row de las pasarelas de París o Milán… Estéticamente, Aitana hipnotiza, es magnética y en ella converge lo último y más vanguardista a todos los niveles, pero ¿podría ser considerada ya como un icono de estilo?¿tiene una personalidad definida o está aún en construcción? Esta y otras preguntas forman parte de la tertulia que mantuvimos con seis de los diseñadores más importantes de nuestro país para construir el Número Especial de HOLA dedicado a Aitana, que sale a la venta este jueves. Aitana, fashion icono o más de lo mismo.
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“Aitana Sigue las tendencias como cualquier chica de su tiempo, pero siempre adaptándolas a su filosofía de vida y a su estatus de estrella. Se nota que se está buscando porque está en continua evolución. Le divierte sorprender con sus cambios de look. No sólo de ropa. También el pelo es algo muy importante para ella”, nos cuentan Arnaud Maillard y Alvaro Castejón, Alvarno. Para la pareja de diseñadores, es una mujer a la que “le gusta experimentar y es inteligente en el sentido que se rodea de un buen equipo en el que confía sin miedo. Tiene la última palabra porque al final es ella quien defiende su look aunque está abierta a nuevas propuestas. ¿Su evolución? “Es algo impredecible! Y eso es Justamente, es lo que más nos atrae de ella. Que sea capaz de sorprendernos sin encasillarse en un look determinado. Está evolucionando personal y profesionalmente de manera espectacular hacia una actitud más madura sin perder su frescura. Es una de las mejores embajadoras de la generación Z.
“Está en plena metamorfosis. Ya no solo sigue tendencias: empieza a crearlas. Tiene personalidad, pero aún ese plus para convertirse en icono 100% a nivel estético”, apunta Avellaneda. “Es atrevida, pero no rompe demasiados esquemas. Juega, experimenta, pero siempre muy dentro de lo seguro o de lo que los artistas hacen, creo que aun le falta ese momento en el que digamos: ¡esto es muy Aitana!”. Aún con esas, “va directa a internacionalizarse. Si sabe construir un sello personal fuerte, puede convertirse en una de esas divas que cruzan fronteras. La gran pregunta es: ¿será capaz de encontrar ese sello antes de que la industria la encasille? Yo creo que si”.
DOMINNICO, que la ha vestido en más de una ocasión, el gran reto de Aitana está en “fusionar su música pop de carácter comercial con un momento más contemporáneo desde el punto de vista de la moda”. Y para eso, tiene que servirse de corrientes estéticas que vayan más allá de lo que implique la narrativa de su música”. ¿Lo más atractivo? Su estilo es cambiante “porque su música también está cambiando… de niña a mujer”. Así que, ¿cómo evolucionará? Para Dominnico… hacia algo natural, “una era más adulta con una imagen más sensual y sexual”.
Esa evolución, ese crecimiento, es lo que más la determina, según Fabio Encinar: “ha sido una persona que ha compartido su proceso de madurez y su transición de juvenil a adulta con todo el público, tenemos que tener en cuenta que se dio a conocer públicamente con 18, a esa edad no eres la persona que eres con 30, diría que durante la década de los 20 cambias casi anualmente, estás investigando, conociéndote e intentando ver cuál es tu camino… eso también se extrapola a tu estilo y tu imagen”. Una imagen que destila “fiereza, que pretende hacernos saber quién es y dejarnos claro que ha encontrado un lugar donde se siente cómoda y le representa. A mí personalmente me gusta, lo veo decidido, me lo creo. Ha roto con esa imagen aniñada y juvenil que nunca pidió tener pero que la sociedad asumió que era su eterno papel, es hasta injusto imponerlo. Creo que sabrá “envejecer”.
“Lo tiene todo para ser un icono de estilo”, apunta Jorge Redondo, pero nos alerta sobre una cosa: “en vez de centrarse en crear una imagen propia, Aitana está intentando guiarse de sus iconos de la música. Esto en muchas ocasiones lleva a no acabar de construir un estilo personal”. Pero ¿tiene o no tiene un estilo definido? “Lo definiría como un estilo muy acorde a la edad que tiene y a la profesión, o sea, cambiante”, replica Redondo. De lo que sí está seguro es de que “Seguirá arrasando”, aunque si de él dependiera, “intentaría dar un giro a su vestuario para diferenciarla”.
Paco Varela ya cree que tiene ese punto cualificador y está en su “gran ojo para las tendencias y adaptarlas con frescura. Aún está construyendo una identidad visual propia, pero se nota intención y evolución. Más que una más de lo mismo, la veo como una artista en construcción con mucho potencial para marcar su propio camino”. Sobre todo porque “sabe moverse dentro de lo que está en tendencia y lo hace con inteligencia. No es intrépida en el sentido de romper con todo, pero sí tiene momentos donde se la juega—como cuando apostó por ese look tipo motomami de cuero en la premiere de Pared con pared, que era arriesgado pero bien ejecutado. Diría que experimenta, sí, pero con control. Nunca cae en lo excesivo ni en lo too aggressive. Está en una fase de exploración bastante interesante. “Diría que se está moviendo en una dirección muy estratégica y ambiciosa hasta convertirse en una figura global. Eso la posiciona no solo como una cantante pop sino como modelo aspiracional de una generación joven femenina que busca autenticidad y autonomía.