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Conocida por ser la creadora y protagonista de Girls, la serie que revolucionaba la ficción televisiva con su retrato de una generación sin filtros ni idealizaciones, Lena Dunham regresa con una nueva comedia romántica con tintes autobiográficos. Sin medida es su nueva producción para Netflix y se estrena el próximo 10 de julio. Ambientada entre Nueva York y Londres, promete convertirse en uno de los grandes títulos del verano. Inspirada en su propia experiencia como expatriada, esta historia marca su regreso triunfal a la televisión con un proyecto que combina humor, emoción y una mirada adulta sobre el amor.
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Sin medida sigue a Jessica, interpretada por la humorista Megan Stalter, una neoyorquina adicta al trabajo que atraviesa una dolorosa ruptura. En busca de un nuevo comienzo, se muda a Londres, donde ha decidido llevar una vida solitaria al más puro estilo de las hermanas Brontë. Allí conoce a Felix (Will Sharpe), un músico británico despreocupado y algo caótico. Su primer encuentro tiene lugar en un baño punk de un local londinense y ese arranque poco convencional marca el tono de la serie: realista, desenfadado y sin miedo a mostrarse imperfecto, en resumen: un planteamiento muy alejado de los clichés habituales.
Se trata de un trabajo muy especial para Dunham ya que nace de una vivencia personal: su llegada a Londres y su historia de amor con su marido, el músico Luis Felber. La actriz estuvo saliendo durante siete años con el productor y cantante Jack Antonoff, productor de grandes estrellas como Taylor Swift, Gracie Abrams, Sabrina Carpenter o Lana del Rey. Tras su ruptura en 2017, decidía mudarse a Londres. Y, sin saberlo, ese es el origen de Sin medida.
“Cuando empecé a venir al Reino Unido por trabajo… pensé: ‘Quiero escribir algo sobre la experiencia de ser una extranjera aquí y sobre las fantasías que tenemos sobre [Londres] frente a la realidad’”, ha contado Lena a Tudum sobre los cimientos que inspiraron la serie, añadiendo: “Y luego, cuando conocí a mi marido, Luis, sentí que estaba viviendo todo eso, pero en el contexto de una relación”. Una mezcla de todos esos momentos se refleja ahora en la pantalla.
Stalter ha confesado que desde el principio se sintió identificada con su personaje. "Jessica y yo llevamos el corazón en la mano. Somos emotivas, dramáticas, raras, y seguimos siendo así de adultas", ha desvelado. Además, considera que uno de los grandes aciertos de la ficción es cómo juega con los tópicos, tanto sobre la ciudad bañada por el Támesis como sobre las comedias románticas que inspiran a su personaje a mudarse allí. “La serie sabe muy bien lo que es, pero también le da la vuelta”, ha señalado.
Por su parte, Sharpe coincide con su compañera y destaca que esta producción tiene “una gran conciencia del género”, pero también introduce bordes más ásperos que, en sus palabras, “hacen que los momentos dulces resulten aún más potentes, porque hay honestidad detrás”.
El reparto lo completan Andrew Rannells, quien ya participó en Girls; Janicza Bravo, que trabajó con Dunham en la comedia Sharp Stick; Stephen Fry, que coincidía con ella en Treasure; Richard E. Grant, Rita Wilson, Emily Ratajkowski, Andrew Scott, Kit Harington, Rhea Perlman, Naomi Watts, Rita Ora y Jessica Alba, entre otros. Pero la presencia de estas grandes estrellas, como la del resto del elenco, no es casual ya que Lena ha elegido a personas con las que ya había trabajado y con quienes tiene un vínculo cercano.
“Esta es una propuesta muy especial para mí: la he creado junto a mi marido Luis, con mis actores favoritos — los genios que son Megan y Will — y un grupo de amigos y he vuelto a colaborar con Working Title, responsables de las comedias románticas que me marcaron”, ha explicado la creadora. Además, Netflix ha apoyado plenamente su visión de una historia que “haga que el público apoye el amor, que traiga alegría pero que también tenga los bordes más afilados de la vida”.
Sin medida no es solo una serie más, también es un reflejo honesto de cómo se vive el amor cuando ya no somos veinteañeros y la vida trae consigo experiencias que dejan huella. Con la sensibilidad y el humor que caracterizan a Lena Dunham, esta ficción invita a aceptar las imperfecciones y a celebrar la complejidad de las relaciones reales. Sin duda, una apuesta sincera que dará mucho que hablar.